El uso de las armas no letales por parte de la Policía Nacional, como lo son las pistolas eléctricas o tipo táser, causa controversia entre muchas personas a pesar de que se convierten en una opción para controlar situaciones sin el uso de la fuerza.
Recientemente se conoció el video de un hombre que amenaza con un arma cortopunzante de gran tamaño a varios uniformados, quienes intentan dialogar con él para que suelte el cuchillo y no se genere ningún altercado.
Hay otro joven que se pone delante del agresor y habla con los policías, pero al ver que la situación parece salirse de control decide retirarse, mientras que su amigo levanta el arma blanca y advierte que no dudará en utilizarla.
Al ver que no existe otra forma segura de resolver el inconveniente y que la persona que porta el cuchillo se encuentra al parecer en alto grado de exaltación, uno de los uniformados acciona su arma tipo táser para poderlo neutralizar.
En ese momento, el sujeto cae al suelo por la paralización de sus músculos y es cuando se aprovecha para reducirlo, a la vez que las autoridades retiran de su alcance el arma blanca que portaba.
Las imágenes permiten observar que al lugar arriba otra motocicleta de la Policía con dos efectivos y seguidamente se escuchan varias detonaciones, que hacen dispersar a los curiosos que se encontraban en las proximidades.
Para la utilización de este tipo de elementos, los integrantes de la Policía Nacional deben recibir una preparación psicológica adecuada, así como un curso de capacitación que dura 40 horas como mínimo.
Una vez aprobado este seminario taller sobre el Manejo de Dispositivos de Control y Auxiliares, el uniformado reúne los requisitos para portar la pistola eléctrica como parte de su dotación habitual.
Durante el mandato presidencial de Iván Duque, se reglamentó la importación, exportación y comercialización de pistolas eléctricas, a través del Decreto 1563 que fue expedido por el Ministerio de Defensa.
En esta categoría se reúne a todas las armas que emplean una descarga eléctrica que se aplica contra otra persona, con el objetivo de anular el sistema nervioso central y provocar una contracción involuntaria del tejido muscular.
Sin embargo, en el territorio nacional no se permite la venta y porte de cualquiera de estos elementos, sino que deben cumplir una serie de características técnicas como la emisión de pulsos, con una duración máxima de 5 segundos.
Para la importación al territorio colombiano, estos dispositivos de control eléctrico también deben cumplir con un rango de descarga entre los 1.200 y los 50.000 voltios, con una intensidad máxima de 2,1 miliamperios.
Los particulares pueden hacer uso de las pistolas eléctricas o táser, como son conocidas popularmente, aunque para ello deben solicitar un permiso de porte, de acuerdo a lo que se establece en el artículo 26 de la Ley 2197 de 2022.
Estas licencias tienen validez por tres años y se aplican como máximo para dos armas, elementos o dispositivos no letales, por cada ciudadano. Sin embargo, antes de solicitar el permiso se debe realizar el proceso de marcaje ante la Industria Militar (Indumil).
Las personas jurídicas deben justificar la cantidad de armas que requieren de acuerdo a su actividad, pero la autorización estará sujeta a la decisión del Departamento de Control y Comercio de Armas, Municiones y Explosivos, (DCCAE).
Actualmente en Colombia se adelanta el registro de armas, elementos o dispositivos menos letales, con el cual se creará un sistema de información que permitirá ejercer mayor control por parte de las autoridades.
El DCCAE será el organismo que tendrá el control de esta información sobre las armas menos letales; la cual podrá ser consultada por la Policía Nacional, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, (DIAN), y la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada.