La sala ordinaria de juzgamiento de la Procuraduría, donde avanza el proceso en contra del ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, por el escándalo de los pasaportes y la empresa Thomas Greg & Sons, decidió dejar en firme la investigación en contra del funcionario del gobierno del presidente Gustavo Petro.
El Ministerio Público negó la solicitud de nulidad del proceso que había hecho la defensa de Leyva, que consideró que el caso no debía seguir, por considerar la defensa que al ministro se le estaban vulnerando los derechos defensa al no tener claro las circunstancias de tiempo, modo y lugar sobre las presuntas faltas disciplinarias en las que habría incurrido Leyva al declarar desierta la licitación para los pasaportes.
Según la defensa de Leyva, tienen que entrar a adivinar las presuntas conductas disciplinarias en las que incurrió porque la Procuraduría no fue clara en la imputación de cargos y está situación viola los derechos de defensa que tiene el canciller.
De acuerdo con la Sala Disciplinaria de Instrucción, “el canciller habría incurrido en dos faltas disciplinarias, calificadas de manera provisional como gravísimas cometidas a título de dolo. La primera, al declarar desierta la Licitación 001 de 2023 sin tener los fundamentos fácticos, jurídicos y técnicos, con lo que pudo transgredir los principios que rigen la contratación estatal”.
“En segundo lugar, el organismo de control profirió cargos al ministro por supuestamente decretar la urgencia manifiesta durante el desarrollo del trámite contractual sin que, al parecer, existieran causales para adoptar esa determinación”, agregó la Procuraduría.
Para le Ministerio Público las presuntas conductas irregulares de Leyva fueron claras y no le dio cabida a la nulidad del proceso solicitado por la defensa del canciller, dejando en firme el caso que tiene en la actualidad suspendido por tres meses
“No hay ambigüedad en los cargos, se le hace reproche por una conducta como es la no haber adjudicado la licitación”, indicó la Procuraduría al señalar que sí acreditó los conductos típicos de la conducta. “El disciplinable (Álvaro Leyva) participó en la etapa precontractual en la licitación pública cuando reasumió la competencia para redirigir el proceso y se declaró desierta la licitación pública”, dijo la Procuraduría.
“Tal y como fue desarrollado en el capítulo correspondiente a la atipicidad, determinándose que con su actuar se alejó de la rectitud, lealtad y honestidad en el ejercicio de esta labor, en la medida que con la declaratoria desierta se desconoció el deber de selección objetiva, en razón de las reglas que la entidad había previsto para contratar el servicio de expedición de pasaportes”, dijo la Procuraduría al negar la nulidad a la defensa de Leyva.
Frente a la suspensión del canciller, indicó la Procuraduría que “la suspensión provisional de la Sala Disciplinaria se tomó en aras de evitar la posible reiteración de las faltas disciplinarias que se le atribuyen, teniendo en cuenta su rol como ordenador del gasto de la Cancillería y el que funge como director del nuevo proceso contractual que se adelanta para la gestión de pasaportes”.