Un giro de 180 grados está por tomar la investigación que se adelanta por la presunta inmersión de militares, disfrazados como disidentes de las Farc, a la vereda Bocas del Manso, en el municipio de Tierralta (Córdoba), en la tarde del pasado 11 de septiembre. SEMANA conoció varios audios en los que se refleja la forma en que los habitantes de la zona se estarían poniendo de acuerdo para realizar un montaje.
Un líder de la zona, quien está siendo identificado, da instrucciones precisas a un grupo de pobladores para unificar versiones, atacar al Ejército Nacional y denigrar las acciones que estaban realizando en la zona. El objetivo era exagerar lo ocurrido para acusar a los militares de amedrantar a la comunidad y abusar de la fuerza.
“El Ejército estuvo en mi casa, yo no voy a dar la mejor referencia del Ejército. Yo qué voy a decir, es que se metieron en mi casa, me dañaron la puerta, y a pesar [de] que tenía una chapa y un candado, hicieron y rebuscaron sin una previa orden. Todo eso, uno tiene que ir analizando”, señala el líder.
En el largo de sus instrucciones indica la necesidad de dar todos los detalles para que quedara en el aire que ellos eran víctimas de amenazas constantes. “También llegaron a mi casa, me estropearon a los trabajadores, alguna cosa, y dijeron que nosotros hacíamos parte de tales. Todas esas cosas. Las estigmatizaciones hoy cuentan”.
En el audio, el líder reconoce una y otra vez la necesidad de exagerar absolutamente todo, unificar la narrativa de abuso a la comunidad y entregar acciones que, al parecer, no corresponden del todo a la realidad. “Todas esas narraciones de los hechos que hemos tenido de dos años para acá ustedes piensan hacerlo allá”.
Mientras se escuchan voces de respaldo a su lado, el líder indica claramente que el punto máximo es el 11 de septiembre. Ese día se pondrá en marcha el plan que él mismo denominó “la gota que rebasa la copa”. Por lo que pide una y otra vez ayuda de las personas que están ahí para que difundan la narrativa.
“Nosotros estamos alrededor así no estemos, muchachos, así no estemos”. Con un tufillo de burla, asegura que toca aplicar lo que se conoce como “inteligencia indígena”. En este momento interviene otra persona que da instrucciones sobre la forma en que se deben ubicar ese día. El líder toma nuevamente la palabra y asegura, esta vez sin dudas, que deben inventar parte de la historia puesto que él dirá algo “así no haya pasado”.
“Nosotros también desligamos muy cerca de la Boca del Manso y en esos mismos territorios en el que yo habito, en el que mi comunidad habita, hay tropas y nos han hecho los mismos atropellos y nos desplazamos acá porque nuestra comunidad vecina le hicieron lo mismo y nosotros estábamos alrededor y listo”.
El líder, quien cada instrucción la termina con un “listo”, reitera que deben señalar que tenían miedo de denunciar estos atropellos y abusos de los que ya habían sido víctimas en ocasiones anteriores. “Tenemos miedo porque tenemos mucha desconfianza en la institucionalidad de las tropas y listo, y por eso nos desplazamos, y no es más”.
Con el fin de establecer que todos estuvieran atendiendo las instrucciones ,reitera los hechos que deben narrar: “Llegaron unas tropas, en cabeza del Ejército Nacional de Colombia, se uniformaron como un grupo guerrillero, y se presentaron y dijeron que era del quinto frente de las Farc, que venía siendo como una disidencia”.
“Pero entonces -añade- nosotros ya sabíamos qué eran porque en algunos otro sectores nos habían hecho unos retenes y sabíamos que eran los soldados porque se tapaban la cara. Ese es el ejercicio. Culminamos el 11 de septiembre”, agregó el líder. Asegura que todos deben ir haciendo el ejercicio. Ya, de manera más lenta, vuelve a dar la misma instrucción para que todos se la aprendan. “Ajá, y eso fue lo que pasó”.
“El 11 de septiembre en la vereda Bocas del Manso hubieron unas infracciones al Derecho Internacional Humanitario donde un grupo del Ejército Nacional se disfrazó de un grupo armado ilegal. Mejor, se presentó siendo el quinto frente de las Farc, en este caso hablaríamos de la disidencia, donde sabíamos que eran hombres del Ejército, ¿verdad?”, aclaró. “¿La tenemos clara?”.
Estos audios, según pudo establecer SEMANA, ya son analizados por inteligencia militar y las comisiones de la Fiscalía y la Procuraduría General.