En medio de la crisis social que vive el país, el Congreso podría incurrir en más gastos por cuenta de la petición de algunos legisladores para renovar sus camionetas blindadas. Todo empezó en enero de este año cuando se solicitó a las divisiones de servicio de Senado y Cámara camionetas Toyota Prado TX o TXL modelo 2021.
Eso ocurrió el 24 de febrero de 2021 cuando se envío un oficio a la Unidad Nacional de Protección haciendo la solicitud de renovar la flota de camionetas ya que el Congreso paga el alquiler de las mismas y muchas de ellas son modelos inferiores a 2015.
Sin embargo, el mismo día la UNP respondió que no había la posibilidad de obtener ese tipo de vehículos 4X4 porque la importación de Toyota se frenó por cuenta de la pandemia y las pocas que llegaban a Colombia se estaban vendiendo rápidamente en el mercado.
“Respetuosamente me dirijo a usted con el propósito de informarle que, de acuerdo con la información suministrada por los operadores privados de seguridad con los que la UNP contrata el arrendamiento de este tipo de vehículos, a la fecha y hasta julio de 2021 no habrá disponibilidad para la implementación de estos”, fue la respuesta de la UNP.
Como la fecha indicada ya pasó y entró el mes de agosto, se hizo nuevamente la solicitud de renovar la flota de camionetas pero aún no hay disponibles las Toyota solicitadas. Por esa razón, SEMANA conoció que se pidió a al UNP darles a los congresistas unas Mercedes Benz GLE 450, que tienen un valor aproximado de $350 millones sin blindaje, para la seguridad de los legisladores.
Si bien es cierto que el Congreso no entrará a pagar directamente el valor de las nuevas camionetas, sí afectaría los convenios interadministrativos firmados con anterioridad con la Unidad Nacional de Protección, ya que funcionan con un presupuesto estipulado. Si se acaban los recursos antes de culminar la vigencia, las partes podrían hacer una adición. Como el alquiler de los vehículos alemanes es superior, el dinero, seguramente, se acabará antes.
Actualmente, cada camioneta tiene un costo de $16.000.000 mensuales por contar con un blindaje Nivel IIIA. Con la llegada de las camionetas Mercedes Benz, el valor del arriendo podría aumentar unos $7.000.000 por cada carro en los mismos 30 días. Hace una década el Congreso dejó de comprar los vehículos y empezó a implementar el modelo de ‘renting’ o alquiler a través de la UNP para ahorrar gastos de mantenimiento, llantas, cambios de aceite y repuestos.
Aunque por ley el Congreso debe asumir el gasto para esos convenios interadministrativos, en ninguna normativa quedó estipulado que los vehículos deberían ser de alta gama. Solo se habla de proporcionar un vehículo para su seguridad. En algún momento se justificó el alquiler de las Toyota por ser una marca que soportaba el peso del blindaje y el trabajo en regiones de los legisladores.
“Yo tuve camioneta Mercedes Benz que me la dieron para cambiar una camioneta modelo 2015 que tenía pero tuve que devolverla a los 1.000 kilómetros porque no aguantó el trabajo en regiones. Se desajustó y en carretera no tenía fuerza”, dijo un congresista que pidió omitir su nombre.
Aunque especialistas en la marca alemana aseguran que esos vehículos soportan el peso del blindaje, reconocen que la suspensión podría sufrir al conducir la camioneta por carreteras destapadas. Por ahora, son muy pocos los congresistas que están estrenando las millonarias camionetas pero progresivamente se iría renovando la flota de vehículos y todos quedarán con carros modelo 2021, a menos de que se reverse la petición o que las empresas de renting no tengan la capacidad para cubrir las necesidades.
En varios debates el representante a la Cámara David Racero ha pedido a sus compañeros “bajarse de los carros blindados” por considerar que no todos tienen riesgo de seguridad y podrían movilizarse en vehículos convencionales que son “mucho más económicos” o sencillamente cada uno asumir sus gastos de transporte. Este debate de los vehículos del Legislativo se da cada año cuando se renuevan los convenios con la UNP.