Mientras crecen los escándalos de corrupción y las quejas por la falta de medidas de protección y asignación de esquemas de seguridad a personas amenazadas o con altos niveles de riesgo, en la Unidad Nacional de Protección (UNP) se destapa un escándalo que se puede calificar de inverosímil y ya está en manos de la Procuraduría. Un funcionario de esa entidad, llamado Francisco Torres Luna, estaría usando los vehículos de seguridad para hacer paseos turísticos.
Por ese motivo, según informó la Procuraduría, “se inició investigación disciplinaria contra Francisco Torres Luna, agente de la Unidad Nacional de Protección (UNP) por las presuntas irregularidades en el uso de los vehículos que tenía a cargo en dicha entidad, ya que, al parecer, estos eran utilizados para dar tours a ciudadanos extranjeros”.
El ente de control evidenció que, presuntamente, los tours transportaban a algunos turistas brasileros y mexicanos. Las excursiones ofrecidas se daban en Bogotá y algunos municipios de Cundinamarca como Guadalupe, La Calera, Choachí, Zipaquirá y Cajicá.
El Ministerio Público tuvo conocimiento de que el funcionario cobraba sumas de $ 200.000 a $ 250.000, aproximadamente. Torres, quien es parte del grupo Cuerpo Técnico de Análisis de Riesgo en la Subdirección de Evaluación de Riesgo de la UNP, presuntamente, indicó que el combustible y el vehículo pertenecían a esta entidad.
Lo que sucede en la UNP parece salido de un cuento y es realmente vergonzoso. Ya se han encontrado vehículos de la entidad transportando cientos de millones de pesos en efectivo, en plenos procesos electorales, sin que exista explicación alguna.
También resultó increíble la captura del denominado “narcochofer” Manuel Castañeda, quien el 10 de diciembre de 2022 fue detenido en las carreteras que conducen a Caloto, en el departamento de Cauca. En ese momento, se comprometió a colaborar con la Justicia y lo que contó fue gravísimo.
Esos transportes de dinero y coca forman parte de servicios que de forma opaca prestan en la Unidad Nacional de Protección. El asunto con el narcochofer fue tan escandaloso que incluso los policías que participaron en su captura fueron luego detenidos por quedarse con parte del cargamento. Además, el mismo Manuel Castañeda confesó que había participado en la fuga de Matamba, el peligroso criminal que logró poner a su servicio a buena parte de las Fuerzas Militares en el sur del país, fue detenido, se fugo de la cárcel, y luego apareció muerto.