Las autoridades tratan de controlar varios hechos vandálicos que se han presentado en diferentes regiones del país, en medio del paro nacional de este miércoles 28 de abril en contra de la reforma tributaria. Muy temprano, algunos indígenas Misak derribaron en Cali la estatua de Sebastián de Belalcázar, fundador de la capital del Valle del Cauca, según ellos a manera de reivindicación de la memoria histórica territorial de este pueblo en el valle de Puben.
“Tumbamos a Sebastián de Belalcázar en memoria de nuestro cacique Petecuy, quien luchó contra la corona española, para que hoy sus nietos y nietas sigamos luchando para cambiar este sistema de gobierno criminal que no respeta los derechos de la madre tierra”, aseguró el Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente (Aiso), quien agregó: “Así como cayó Sebastián en Cali en el marco de la reivindicación de la memoria histórica del pueblo Misak en el valle de Puben, así caerá Iván Duque y su reforma tributaria”.
Por lo anterior, uniformados del Esmad hicieron presencia en el lugar para dispersar a los indígenas y evitar más daños a la estatua de Sebastián de Belalcázar. En imágenes que circulan en redes sociales se aprecia a los policías utilizar gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la multitud.
Aunque no se conoce con exactitud la fecha de nacimiento del conquistador español Sebastián de Belalcázar, la mayoría de historiadores concuerdan en que vino al mundo entre 1480 y 1490 en la ciudad de Belalcázar (Extremadura), de la cual tomo el apellido, como era costumbre en la época, ya que su nombre de pila era Sebastián Moyano y Cabrera.
Huérfano a temprana edad, el futuro navegante quedó al cuidado de su hermano mayor, aunque pocos años después decidió huir de la pobreza hacia el Nuevo Mundo. Aún los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la fecha en la que el conquistador llegó a América, pero hay dos versiones muy extendidas.
La primera tiene que ver con que Belalcázar llegó a América en 1498 en el tercer viaje que emprendió Cristóbal Colón hacia el nuevo mundo, mientras que la segunda apunta a que el español llegó a principios de 1500, tras haber matado a su burro, por lo que quería evitar el castigo que suponía ese acto.
El caso es que una vez en el continente, el explorador empezó a ganar reconocimiento y rápidamente se hizo amigo de otros importantes exploradores como Núñez de Balboa o Francisco Pizarro, con quienes inició expediciones por varias civilizaciones de estas tierras.
En 1514 fue nombrado capitán por Pedrarias Dávila, mientras que en 1524, acompañó a Francisco Hernández de Córdoba en la conquista de Nicaragua, lo cual le valió para ser nombrado alcalde de la recién fundado ciudad de León, según relata la enciclopedia de historia del Banco de la República.
Varios años más tarde, en 1532, se unió a Pizarro para luchar contra las tribus incas en lo que hoy es Perú, para luego continuar su paso conquistador hacia Quito, aunque los indígenas lograron quemar la ciudad y trasladar el tesoro hacia los Andes, según cuenta la historia, por lo que al llegar, Belalcázar se encontró con ruinas, sobre las que fundaría San Francisco de Quito, en honor a los monjes franciscanos.
En 1535 asaltó la ciudad de Popayán con un ejército de 300 hombres (frente a unos 1.000 indígenas) y fundó en estas tierras, tiempo después (el 13 de enero de 1537) la ciudad de la Asunción de Popayán; de allí siguió su recorrido hacia el norte y entró a Cali para conquistarla y fundar la ciudad el 25 de julio de 1536.
Debido a sus notables éxitos para el imperio español, el rey Carlos I de España y V de Alemania decidió nombrarlo gobernador de Popayán y de otros terrenos cercanos a la ciudad. “Es nuestra merced y voluntad que de ahora y de aquí en adelante por todos los días de vuestra vida seáis nuestro Gobernador y Capitán General de dichas Ciudades” (Popayán y Santiago de Cali y Villas de Anserma, Guanacas y Neiva), según dice la cédula real que le otorgó la Corona española en 1540.
Belalcázar fue condenado a muerte por un tribunal español en 1546, debido a sus malos tratos hacia los indígenas y por participar en pleitos de otros conquistadores; sin embargo, el navegante falleció en Cartagena de Indias en 1551, antes de emprender un viaje a Europa para apelar el castigo que se le había impuesto.