Tras casi dos horas de reunión entre el presidente de la Corte Suprema de Justicia y los integrantes de la Sala de Instrucción, se conocieron detalles detrás de la tensión que existió con la reasignación de magistrado en la investigación contra el congresista Conservador, Wadith Manzur, por el escándalo de corrupción en la UNGRD.
Todo inicio después de que se filtró el testimonio de Olmedo López en la Corte Suprema de Justicia sobre el caso que llevaba el magistrado Héctor Javier Alarcón contra el representante a la Cámara, Wadith Manzur.
En ese momento, la propia Corte Suprema le pidió a las autoridades competentes que investigarán el origen de la filtración de un testimonio que tenía reserva dentro de la investigación, pero como decisión inmediata, la investigación contra Manzur salió del despacho del magistrado Alarcón y llegó al magistrado Misael Rodríguez, presidente de la Sala de Instrucción del alto tribunal.
De inmediato, empezaron los cuestionamientos sobre las razones que llevaron para que el caso ya no lo tuviera el magistrado Alarcón, y hasta empezaron algunas suspicacias sobre la posibilidad de que dicha información se filtró desde el mismo despacho del togado.
La discusión se agudizó, después de que la magistrada Cristina Lombana, quien también hace parte de la Sala, le envió un oficio al presidente de la Corte Suprema de Justicia, expresándole su desacuerdo sobre los cambios que tuvo la investigación contra Manzur y la asignación que quedó a cargo del magistrado Ismael Rodríguez.
Con ese panorama, el magistrado Gerson Chaverra citó a una reunión extraordinaria a todos los integrantes de la Sala de Instrucción, para tratar de limar las asperezas que quedaron dentro de la misma Sala con las movidas que tuvo la investigación contra uno de los involucrados en el escándalo de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo (UNGRD).
Finalizado el encuentro, el presidente de la Corte Suprema de Justicia explicó que esa decisión hizo parte de una deliberación entre todos los magistrados que integran la Sala de Instrucción, y hasta advirtió que aunque se tuvo en cuenta la decisión de la magistrada Lombana, la mayoría de los integrantes estuvieron de acuerdo con que el caso se le reasignara a Misael Rodríguez.
El magistrado Chaverra indicó que “no se ha hecho nada con secretismo, aquí todo ha sido público, ella (Cristina Lombana) participó en la primera deliberación y puso de presente su punto de vista, pero tuvo que retirarse porque tenía una diligencia judicial para realizar. Se adoptó la decisión correspondiente de manera mayoritaria, habiéndose escuchado y valorado su punto de vista”.
Además, agregó que “al día siguiente se volvió a abrir el debate en Sala Ordinaria también con la magistrada y ella puso de presente su punto de vista, respetable, pero no compartido por la mayoría, y las decisiones se tomaron mayoritariamente”.
Una de las particularidades que tiene este caso es que normalmente las investigaciones se asignan al magistrado ponente por reparto, pero esta vez se asignó después de una deliberación de la sala bajo principios de “racionalización de trabajo, distribución de trabajo que designan en una misma línea de investigación a un magistrado sustanciador”, explicó el magistrado Chaverra.
Con esta decisión, el magistrado Misael Rodríguez quedó a cargo de la investigación de Wadith Manzur, pero para unificar el trabajo de todo este caso, también se hará cargo de los congresistas Juan Pablo Gallo, Juan Diego Muñoz, Karen Astrith Manrique, Liliana Esther Bitar, Julio Elías Chagüi y Julián Peinado.
Los legisladores habrían sido salpicados por el exdirector de la UNGRD, Olmedo López, y por el exsubdirector, Sneyder Pinilla, de supuestamente haber recibido dinero de la corrupción de la UNGRD o ayudar a direccionar contratos que terminaron en las irregularidades que se presentaron en la entidad.