La coordinadora de la Unidad de fiscales ante la Corte Suprema de Justicia, Martha Lucía Zamora, pasó del cielo al infierno. Hace pocas semanas probó la gloria por cuenta del fallo contra el excongresista César Pérez, quien habría participado como autor intelectual en la masacre de Segovia (Antioquia), una investigación que ella adelantó como magistrada auxiliar de la Corte Suprema. Ahora la fiscal se enfrenta a acusaciones del Consejo Superior de la Judicatura, que le dictó pliego de cargos por los presuntos delitos de prevaricato por acción, abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto y asesoramiento y otras actuaciones ilegales, en el proceso que contra el exdiputado del Valle Sigifredo López. Para los magistrados del Consejo Superior de la Judicatura la fiscal delegada asesoró al fiscal de Cali que adelantó el proceso, sin que mediara una orden del fiscal general para hacerlo. También, en el auto del pliego de cargos se deja entrever que Zamora presuntamente condicionó al fiscal del caso en sus decisiones y que -en ocasiones- modificó sus determinaciones. Precisamente hace seis años, el 18 de junio de 2007 se dio la muerte en una atroz masacre de once diputados del Valle a manos de las FARC, de los doce secuestrados por ese grupo guerrillero el 11 de abril de 2002. El único sobreviviente fue el asambleísta López. Zamora responde en Semana.com a esa investigación en su contra. Asegura que está preocupada y dice que actuó, en el proceso de Sigifredo, por instrucciones del fiscal general. Asegura que no quiere pensar que esto sea una retaliación porque en su despacho lleva una investigación delicada contra la secretaria general del Consejo Superior de la Judicatura, tribunal que ahora la investiga. Semana.com: El Consejo Superior dice que usted se tomó atribuciones indebidas en el proceso de Sigifredo López… Martha Lucía Zamora: Jamás. Aquí falta información de cómo se desarrolló ese proceso. Semana.com: ¿Cómo se desarrolló? M. L. Z.: Acudí al proceso por petición del fiscal general, contrario a lo que dice el Consejo Superior en el sentido de que él no me encargó. Cuando yo me desempeñé como fiscal general me enteré de la existencia de la información del computador de Cano y había informes de la oficina de análisis criminal de la Fiscalía, en el sentido de que allí había un video en el que aparecía –posiblemente- la figura de Sigifredo López dando unas instrucciones a unos guerrilleros. Le conté esto al fiscal (Eduardo Montealegre) cuando él llegó al cargo y estábamos en las labores de empalme cuando él me pidió que hiciera un acompañamiento a ese proceso y que buscáramos los mejores laboratorios para hacer pruebas de voz y acompañar al fiscal de Cali que tenía el proceso. Semana.com: ¿Pero hubo resolución del fiscal general para que usted apoyara ese proceso? M. L. Z.: No existe resolución. En el nuevo sistema de acusación se requiere que haya resolución para apoyar un proceso, pero en este caso es del viejo sistema. La intervención mía como la del vicefiscal y de otros funcionarios fue en ejercicio de nuestro cargo y de nuestro interés de apoyar al señor fiscal (general) y al fiscal del caso. Semana.com: ¿Qué otras personas participaron en el proceso de Sigifredo López? M. L. Z.: Un proceso de esta importancia exigía la revisión de las personas de mayor confianza del señor fiscal. Aquí trabajaron el fiscal general, el vicefiscal, la directora de Derechos Humanos, un fiscal subdirector de esa unidad, y el fiscal del caso, Pablo García, y la directora del CTI. Casi en ninguna de las reuniones estuvieron los investigadores que ahora dicen que yo tomé decisiones arbitrarias. Es decir, quiero resaltar que al fiscal del caso no se le impuso nada y se le respetó todo. Sólo se le sugirieron cambios para enriquecer la decisión. Semana.com: Si fue el fiscal el que la encargó de apoyar ese proceso, ¿por qué él no ha salido en su defensa? M. L. Z.: No se ha conocido la respuesta del señor fiscal al interrogatorio que le envió el Consejo Superior de la Judicatura. Será él quien explique de cómo y por qué razón intervine en este proceso y cuáles fueron las directrices impartidas por su despacho. Semana.com: ¿Por qué el proceso prácticamente se llevó en Bogotá y no en Cali donde estaba el expediente contra Sigifredo? M. L. Z.: Decidimos que los laboratorios de Bogotá eran los más idóneos y le pedí al fiscal de Cali que viniera a Bogotá porque se trataba de un caso de suma importancia y mucho cuidado. Es más, muchas de las pruebas solicitadas por la defensa de Sigifredo se tenían que practicar en Bogotá o en cárceles cercanas a la capital. El fiscal viajaba de Cali a Bogotá y nunca se pensó en cambiar la radicación del expediente. Semana.com: En el pliego de cargos contra usted se habla de su oposición para que Sigifredo López cumpliera su detención en su residencia como en últimas se decidió. También se dice que usted modificó aspectos de la decisión inicial, que no llevaba a que se dictara medida de aseguramiento… M. L. Z.: El fiscal 38, que llevó el proceso, siempre tuvo claridad en el sentido de que había elementos para imponer la medida de aseguramiento. La decisión siempre estuvo encaminada a que la medida de aseguramiento de detención preventiva fuera intramuros. Yo revisé ese proyecto y le hice unas anotaciones y le sugerí al fiscal sentencias de la Corte, mejorar la redacción, incluir jurisprudencia, pero jamás modificar la parte resolutiva. A sugerencia del vicefiscal y de su grupo de trabajo, se tomó la decisión de que la medida fuera domiciliaria. Yo me opuse porque el delito que se investigaba no daba para domiciliaria. Semana.com: ¿Fue derrotada entonces? M. L. Z.: Fue mi posición jurídica y fui derrotada. Cuando se notificó esa providencia, la Procuraduría, incluso, interpuso el recurso de apelación porque no estuvo de acuerdo con esa parte. Semana.com: ¿Usted condicionó al fiscal del caso como dice el pliego de cargos? M. L. Z.: Mi apoyo fue siempre de orientación y respeto de las decisiones por él tomadas. Semana.com: ¿Por qué si muchas personas participaron en el caso la decisión de dictar pliego de cargos fue sólo contra usted? M. L. Z.: No encuentro la explicación. En este y en otros casos se cuenta con apoyo de otros fiscales y eso no significa intromisión, sino que, por el contrario, se enriquece el debate para que en muchos casos el resultado sea el mejor. Semana.com: ¿Qué puede pasar con este proceso? M. L. Z.: Me preocupa profundamente y veo en este auto no hubo una real valoración de las pruebas. Voy a acudir y a explicar y espero que el Consejo de la Judicatura entienda cómo se trabaja en la Fiscalía sin desconocer la independencia de quien administra justicia. Semana.com: ¿Se podría pensar en que existe una persecución contra usted? M. L. Z.: No quiero que esto sea motivo de controversia, pero llevo un proceso contra la secretaria del Consejo Superior de la Judicatura y espero que esto no dé lugar a retaliaciones de esta naturaleza. Espero que esto no sea una retaliación en mi contra. Semana.com: ¿A usted le quedó duda de la inocencia de Sigifredo? M. L. Z.: Sí. Me queda la duda porque la prueba de voz que se le hizo no fue conclusiva y no se pudo realizar con viva voz que pudiera permitir descartar su responsabilidad penal.