La rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya Castaño, se refirió a la toma violenta del edificio Uriel Gutiérrez, instalaciones donde funciona la parte administrativa de la institución y desde donde se coordinan las acciones con las otras nueve sedes del claustro en el país.
Según Montoya, las personas que perpetraron este hecho violento dañaron las instalaciones y forzaron a todo el personal a abandonar el edificio, por lo que se vieron obligados a trasladar sus labores al centro de Bogotá, donde la universidad cuenta con una sede cultural.
Pese a esto, la preocupación de la rectora es que la información sensible que está alojada en estas instalaciones ha quedado a merced de quienes se tomaron el edificio, razón por la que ha pedido a las autoridades sellar el ingreso para que se mantenga bajo custodia toda la documentación.
“Sacaron toda la administración y lo que más nos preocupa es que hay información muy sensible en ese edificio y se pone en riesgo la comunicación con las nueve sedes en todo el país y con el trabajo en los territorios”, advirtió Montoya.
La funcionaria también señaló que este tipo de actos ponen en riesgo la autonomía universitaria de la institución, pues la protesta que se tornó violenta ha sido motivada tras la elección de Ismael Peña como nuevo rector de la Universidad Nacional.
“Sentimos que la universidad está en riesgo; su autonomía universitaria y su dignidad como institución del Estado está en riesgo. Ha trabajado con 45 gobiernos sin alinearse con tendencias políticas o económicas”, agregó la actual rectora del ente universitario.
Montoya también señaló que está a la espera de apoyo de las entidades competentes para poder retomar el control de la sede administrativa y de poder cumplir con los pagos a la comunidad universitaria y para seguir coordinando las operaciones en todo el país.
“Estamos muy solos, nos atacan de arriba, nos atacan de abajo y nosotros manteniendo la institucionalidad a fuerza”, agregó.
¿Qué pasó en la Universidad Nacional?
Sobre las 4:30 p. m. de este lunes, 8de abril, fue ocupado por parte de un grupo de encapuchados el edificio Uriel Gutiérrez, donde se desarrollan las actividades administrativas de la Universidad Nacional y funciona la Rectoría.
En la toma violenta de las instalaciones los autores generaron daños en la infraestructura y con elementos contundentes rompieron puertas, vidrios, dispensadores de alimentos y dañaron los torniquetes, entre otros, intimidando a los trabajadores y funcionarios, obligándolos a desalojar el edificio.
Según informó la Universidad Nacional, estos hechos solo perjudican a la propia comunidad de la institución, además de perjudicar todas las acciones administrativas que se deben llevar a cabo para garantizar el proceso educativo.
“Esta ocupación, que persiste el día de hoy, afecta gravemente el desarrollo de actividades académicas, administrativas, financieras, de comunicación, la prestación de los servicios de salud de Unisalud, y altera y retrasa procesos esenciales de las nueve sedes, poniendo en riesgo, además, la información, equipos e infraestructura”, indicaron desde la Universidad.
“Las directivas de la Universidad Nacional y la comunidad universitaria en general reiteran el llamado a abordar los cambios desde un diálogo respetuoso y constructivo, dejando a un lado las vías de hecho y la violencia que contradicen la esencia de la Universidad y afectan la dignidad institucional, los recursos públicos de los colombianos y el patrimonio cultural y humano de la nación”, agregó la rectoría en un comunicado.