“Se encuentran haciendo extorsiones a mi buen nombre”, con estas palabras Ober Ricardo Martínez, conocido en el mundo criminal como el Negro Ober, jefe de Los Rastrojos Costeños, le dice a la Fiscalía que en Barranquilla otros delincuentes están cometiendo delitos usando su nombre.
“Señores Policía judicial quiero colocar en conocimiento que en la ciudad de Barranquilla me están suplantando mi nombre para quitar propiedades, hacer homicidios y se encuentran haciendo extorsiones a mi buen nombre”, señala el jefe Los Costeños en la misiva.
De igual manera manifiesta que se encuentra en un proceso de paz que, según él, inició el 15 de diciembre con vigencia hasta el 31 de enero. “Por favor quiero que estén al tanto de esta situación porque yo en estos momentos me encuentro en un cese al fuego”.
El Negro Ober entró en el radar de las autoridades luego que se conociera un video donde lanzaba desde una cárcel fuertes amenazas contra Policías, Fiscales y otros funcionarios públicos luego de que se conociera que su pareja había sido capturada.
Tras la descarada intimidación, el Inpec inició una estrategia contra esta clase de delincuentes que siguen cometiendo actos delincuenciales desde las cárceles. El instituto penitenciario comenzó a rotar a los criminales a prisiones de máxima seguridad en donde se encuentran aislados de otros internos.
Una de las decisiones más recientes que tomó el Inpec de aislar a un interno fue en el caso de José Vera Sulvaran, alias Satanás, quien desde la cárcel de Girón en Santander lanzó amenazas a comerciantes de Bogotá que se negaran a pagar extorsiones. El director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez, confirmó en rueda de prensa que Satanás entró en la misma estrategia del Nebro Ober, que consiste en tomar medidas especiales en contra de estos delincuentes.
Sobre la llamada de Satanás amenazando a los comerciantes, explicó el coronel Gutiérrez que: “se pudo establecer que la comunicación que efectuó la hizo a través del teléfono público del cual tenía derecho y acceso una vez al día. Desafortunadamente, aprovechó ese derecho para hacer una llamada y pedirle a un delincuente más que hiciera la grabación donde está la amenaza”.
Agregó que: “tras aislar a los peligrosos delincuentes, pues no tienen acceso a estupefacientes (...) por lo que empiezan a generar amenazas en contra del director del establecimiento, el director general, los servidores penitenciarios y demás”, aclaró.
Con estas amenazas, intentan evitar que sean aislados. “No tienen voluntad de cambio”. También indicó el coronel Gutiérrez que se buscará implementar una estrategia que está usando el Ejército en algunos de sus centros de reclusión, en donde unos inhibidores de señal especiales evitan que se hagan llamadas no autorizadas y no afectan urbanizaciones aledañas.
Para el caso de Satanás, como se recordará, este fue capturado en Ecuador y deportado a Colombia. Su importancia, según las autoridades colombianas, se da por su rango en la organización criminal del Tren de Aragua que delinque en la capital del país, cometiendo, homicidios, extorsiones, tráfico de estupefacientes, entre otros.