El pasado miércoles, durante una de las audiencias del denominado Caso Uribe, el abogado Miguel Ángel del Río lesa dejó saber a las partes y a la juez del caso que había sido víctima, supuestamente, de amenazas de muerte en su contra. Según dijo, tuvo que salir del país y, por esa razón, no se hizo presente en la cita judicial, como apoderado de Juan Guillermo Monsalve, testigo clave del expediente, y Deyanira Gómez, expareja de Monsalve.

Un día antes, el abogado Miguel del Río había escrito en su cuenta de Twitter: “Me llega otra amenaza hace unos minutos, esta vez por vía telefónica a mi número personal, con los mismos argumentos de hace una semana: ‘¿No se ha ido del país HP? No lo quiero ver mañana en pantalla. Ya sé donde está usted y su esposita’. Mañana intervengo como víctima”(sic).

En plena audiencia, el expresidente Uribe tomó la palabra para dejar una constancia clara y señalar: “Quiero transmitirle una solicitud porque no tengo otra oportunidad que transmitirla a usted, señora juez, porque no podemos hablar en público de la situación”, dijo Uribe, refiriéndose a las amenazas contra el abogado.

La jueza 41 tomó la palabra señalando que el abogado Miguel del Río había señalado que las amenazas afectaban a su familia y que personas encargadas de la seguridad le habían sugerido cesar ciertas actividades: “Ustedes saben que la seguridad de todos es una prioridad, por eso decidí permitir que el abogado Miguel del Río pudiera ubicarse en un lugar seguro. Hoy no voy a levantar audiencia. El doctor Uribe me pide intervenir, pero es que hoy no es posible”, dijo la juez.

Uribe tomó la palabra para explicar que pide investigar las amenazas contra el abogado: “Usted comprenderá, señora juez, lo sensible que es esto para mí. El abogado Miguel del Río es abogado de una persona que supuestamente fue amenazada por mí y figura aquí como presunta víctima. Además, en estas audiencias se ha escuchado cómo varios, incluso el fiscal Montealegre, me acusan de tener un comportamiento de amenazar víctimas y de amenazar testigos. Por eso, es el del mayor interés, señora juez, que las autoridades competentes aclaren rápidamente estas amenazas que denuncia el doctor del Río”.

El expresidente Álvaro Uribe, en su interrogatorio en la Fiscalía | Foto: Pantallazo de video

Acto seguido, Uribe dijo: “No voy a permitir que se descalifique con toda clase de epítetos y cuando yo respondía con un discurso político, inmediatamente todavía me acusan de estar promoviendo amenazas, yo no puedo aceptar eso, señora juez. Eso hace parte de una infamia política en contra de mi persona”.

Posteriormente, intervino el abogado Jaime Lombana dejando claro que rechazan cualquier amenaza en contra del abogado Miguel del Río, recordando que en una de las audiencias él recibía llamadas de dos personas todos los días, por ser el abogado del expresidente Uribe. Yo me comuniqué con el doctor Granados, quien me dijo haber recibido las mismas llamadas. Pero no decidimos hacerlo público. Simplemente, quiero reiterar la solidaridad con el doctor del Río pero es lamentable esto que ha venido sucediendo. A nosotros nos mandaban, insisto, amenazas y siempre al terminar audiencias era una voz amenazante diciendo que nos iban a matar. Esa era la razón que quería dejar aquí”.

Audiencia para definir el archivo de la investigación contra el expresidente Uribe quedó para el 20 de febrero

Para el próximo 20 de febrero quedó reprogramada la audiencia en la que se debate la petición de la Fiscalía General para archivar la investigación que se adelantó en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez por presuntamente haber ordenado la entrega de sobornos y presión a testigos para que se retractaran de las acusaciones que habían hecho en su contra en la Corte Suprema de Justicia sobre supuestos vínculos con grupos paramilitares en el departamento de Antioquia.

Miguel del Rio

Pese a que las diligencias judiciales estaban programadas para esta semana, una situación de última hora obligó a la jueza 41 de conocimiento de Bogotá a fijar nuevas fechas para continuar con la intervención de las víctimas reconocidas. En este caso, se espera que presente sus argumentos la defensa de Deyanira Gómez, exesposa de Juan Guillermo Monsalve, quien es considerado el testigo clave en este proceso judicial.

Gómez fue reconocida tras manifestar que sufrió seguimientos y amenazas en contra de su integridad personal tras haber grabado en una cafetería en el centro de Bogotá al abogado Diego Cadena, quien se presentaba como apoderado de Álvaro Uribe Vélez, mientras le pedía que convenciera a Juan Guillermo Monsalve de firmar el documento que él había redactado para que se retractara de las acusaciones hechas contra el exmandatario y, a cambio, señalara al senador Iván Cepeda de haberlo presionado con beneficios económicos y jurídicos.

La mujer, quien para ese momento trabajaba en una EPS, aseguró que fue despedida “sin justa causa” y posteriormente empezó a recibir varias amenazas que la llevaron a abandonar el país en búsqueda de protección. La declaración de la defensa de Gómez es la última que se tiene programada en el cuadro de las víctimas reconocidas, puesto que ya declararon el apoderado del senador Iván Cepeda; el exvicefiscal, Jorge Fernando Perdomo; y el exfiscal General, Eduardo Montealegre Lynett.

Posteriormente, se tiene programada la intervención del delegado de la Procuraduría General, Jorge Enrique Sanjuán ―quien ya en la audiencia de mayo pasado avaló la petición para archivar la investigación contra el expresidente―. Después, se presentarán los abogados de Uribe, representado por los penalistas Jaime Lombana y Jaime Granados. Finalmente, hablará el exmandatario.

Alvaro Uribe Velez ante la Corte Suprema Bogotá octubre 8 2019 Foto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: Guillermo Torres

Con estos argumentos, la jueza 41 de conocimiento deberá decidir si acepta o no la petición presentada por el fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Javier Enrique Cárdenas, quien señaló que todas las pruebas documentales y testimoniales indican que el exmandatario jamás ordenó el ofrecimiento de dinero ni beneficios judiciales a los testigos, ignorando por completo lo que estaba haciendo el abogado Diego Cadena.