Olmedo López habló extensamente con SEMANA para la última portada de la revista. Se trató de una conversación con la directora Vicky Dávila, en la que el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) narró detalles de lo que vivió en lo que él denominó como el “cónclave”.
El exfuncionario lo describió como “un número reducido de funcionarios, ministros y directores de departamento que recibía la orden de los acuerdos a los que se llegaban y que había que cumplir con un número importante de congresistas. Esto lo hablamos en la Fiscalía y los nombres se entregarán en su momento. Corresponden a la verdad que el país tiene que conocer. Yo lo llamo el cónclave porque recuerda cuando hay humo blanco. Yo soy católico y hay humo blanco y tenemos papa. Y es el resumen del poder del mundo de la Iglesia. El cónclave es el resumen del poder”.
Olmedo es un testigo de excepción de la corrupción que pudo existir en estos primeros años de gobierno del presidente Petro. “Hay más que las reformas y ese es un tema fundamental. Son unos temas puntuales del país y tienen que ver directamente con aforados, congresistas, ministros y directores de departamento. Y quien habla, quien estaba allí, a mí no me contaron, yo fui testigo porque estaba sentado en la mesa”.
En la conversación previa a la entrevista, López se veía tan temeroso que, mientras transcurría el diálogo con la directora de SEMANA, Vicky Dávila, por momentos prefería responder escribiendo solo palabras clave en una hoja en blanco.
Al mencionarle la furia del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, escribió que ese funcionario estaba “preocupado”. Luego anotó otra palabra que se convirtió en fundamental en la entrevista, “Manzur”, en referencia al presidente de la Comisión de Acusación de la Cámara, Wadith Manzur, del Partido Conservador. Solo pasaron unos segundos y, apoyándose en la mesa, también escribió: “Contratos”.
Sus trazos dejan ver el enredo tan grande que hay detrás de todo este entramado, al que aún le faltan muchas piezas.
El ventilador de Olmedo
El exdirector de la UNGRD contó en SEMANA, como el mismo lo dijo, cómo funciona el monstruo por dentro. Aseguró que todo nació de la necesidad de tener más apoyo en el Congreso.
“Cuando se ganan elecciones no tenemos congresistas. Tenemos empresarios que tienen que llegar a cumplir, a pagar sus deudas y a recibir utilidades de la inversión que estaban haciendo. Son inversionistas que llegan al Congreso y a otros espacios de poder. Sí formamos parte de lo que criticábamos y es complejo. Pero hay que reconocer nuestros errores, que nos equivocamos. Ofrecerle al país todas nuestras disculpas y esperar que el país cambie. Creo que es mi deber como colombiano arrepentido contar esta verdad”, aseguró.
Olmedo entregó detalles de cómo se entregó la plata tanto al presidente del Congreso, Iván Name, como al de la Cámara, Andrés Calle. Pero dejó saber que tiene más nombres de parlamentarios involucrados.
“Yo puedo contar los hechos puntuales con los detalles. No con cuántos me reuní, sino las instrucciones para qué caso puntual y sobre qué caso puntual correspondían. Eso tiene un determinante. Cada uno llega con su vocero, con su representado, yo solamente podré hablar de unos nombres específicos. Por eso los miedos. Alguna vez escuché un discurso en Antioquia de cómo será de poderoso el poder político en Colombia que derrotó a la mafia”, agregó.
López puso los ojos en el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco: “Aseguró que manejaba una agenda de la que tenemos que pedirle perdón al país y arrepentirnos”.
“El doctor Luis Fernando Velasco tendrá que explicarle mucho al país”, aseguró.