Las Fuerzas Militares continúan con la Operación Esperanza. La búsqueda de los cuatro niños desaparecidos en las selvas de Caquetá y Guaviare tras el accidente de una avioneta en el que murieron tres personas no ha terminado.
De hecho, fue implementada una nueva estrategia en un nuevo intento por dar con su paradero, pues se presume, por los indicios encontrados, que sobrevivieron y siguen con vida.
La nueva estrategia consiste en la instalación de cientos de metros de cinta para marcar caminos por donde los niños podrían pasar. La idea es que, si se encuentran la cinta, la sigan hasta llegar donde están las tropas de búsqueda. Además, en la cinta les pusieron 600 pitos para que alerten a las tropas.
“Las cintas se llevaron para demarcar zonas. Denominamos líneas guías en las cuales vamos a colgar silbatos por si los niños los llegan a encontrar, que puedan emitir señales audibles para nosotros”, señalan las Fuerzas Militares.
El objetivo de las cintas “es canalizar el movimiento de los niños para poderlos guiar en zonas que determinamos puntos de paso obligatorio. La idea es que se guíen con las cintas”.
Esta estrategia se suma a los audios que se reproducen desde el aire para que los pequeños los escuchen y sepan qué hacer.
“Continuamos trabajando con la fe intacta para dar con el paradero de los niños”, concluyen.
Revelador informe sobre la avioneta
Un mes después del accidente de la avioneta que cayó a la selva del Caquetá mientras cubría la ruta de Araucara hacia San José de Guaviare en la que iban siete ocupantes abordo, la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes Aéreos dio a conocer el informe preliminar de este siniestro.
“El único objetivo de las investigaciones de accidentes o incidentes será la prevención de futuros accidentes o incidentes. El propósito de esta actividad no es determinar culpa o responsabilidad”, señaló la DIACC.
Por lo tanto, el contenido de este Informe Preliminar no tiene el propósito de señalar culpa o responsabilidad y refleja el proceso de investigación que se adelanta, de manera independiente y sin perjuicio de cualquier otra índole de tipo legal, judicial o administrativa.
El documento inicia con la reseña del vuelo 24 horas antes del accidente de la aeronave tipo Cessna U206G, HK2803, donde tuvo siete recorridos en diferentes zonas del departamento del Amazonas.
Finalmente, para el 1 de mayo, dicha avioneta efectuó el vuelo hacia las 6:42 a. m. con 110 lb de carga, y seis pasajeros, incluidos dos adultos, tres menores de edad, y un niño de brazos de 11 meses. Según el manifiesto de Peso y Balance entregado por el operador, la aeronave contaba con 50 galones de combustible a bordo.
Sin embargo, sobre las 7:15 a. m., el piloto reportó que se encontraba a 140NM de SJE, en ascenso visual para una altitud de 8.500 pies, donde posteriormente a las 7:44 a. m., en la pantalla del radar, se registró un viraje de la aeronave, a la derecha, con una velocidad de 79 nudos TAS, a una altitud de 5.500 pies.
En la siguiente gráfica se podrán visualizar los llamados de auxilio del piloto y la última pista de la aeronave:
Ante esto, el ATC informó a la Fuerza Aérea Colombiana, al Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) de Aerocivil y al Operador Aéreo, quienes iniciaron las acciones de búsqueda sobre el río Apaporis.
El Operador inició la búsqueda sobre la última posición reportada e información ELT, utilizando varias aeronaves adscritas, sin resultados. Asimismo, la Fuerza Aérea Colombiana desplegó varias aeronaves para efectuar búsqueda con diferentes patrones sin resultados satisfactorios.
Las operaciones de búsqueda continuaron por vía fluvial, con habitantes de la zona que se desplazaron desde el corregimiento Cachiporro. Posteriormente, el 6 de mayo, el Ejército realizó inserción de Comandos de las Fuerzas Especiales en la zona selvática para búsqueda terrestre.
Sin embargo, el 16 de mayo de 2023, a las 9:00 p. m. aproximadamente, los Comandos de las Fuerzas Especiales del Ejército avistaron la aeronave HK2803, accidentada en terreno selvático, en las coordenadas N00º54′18.5″- W072º24′44.3″ en jurisdicción del municipio de Solano, departamento de Caquetá a 1.49NM al SW del río Apaporis.
“Los tres ocupantes adultos se encontraban en el avión, sin vida. Los otros cuatro ocupantes (menores de edad) no fueron ubicados en el área del accidente y no había señales de que hubieran resultado heridos, al menos no de gravedad”, señalaron las autoridades en su momento.
Por este motivo se inició una intensa búsqueda con el fin de encontrarlos. Debido a condiciones meteorológicas adversas en la zona, solo hasta el 18 de mayo fue posible que personal de Policía Judicial de San José del Guaviare llegara al sitio del accidente, por vía aérea desde la Base Militar de Calamar, Guaviare.
De esta manera, el mismo día el personal judicial realizó las actividades forenses prioritarias y los tres cuerpos de los ocupantes sin vida fueron trasladados a Villavicencio.