María Ximena Céspedes, madre de Ana María Serrano, la joven colombiana víctima de feminicidio en México, publicó una carta en su cuenta oficial de X, donde invita a las personas a reflexionar para estar alertas frente a una serie de comportamientos, con el fin de evitar que otros pasen por el triste y doloroso momento que ellos están atravesando.
En ese sentido, la madre de la joven asesinada publicó: “Para todos aquellos amigos, allegados, conocidos de Ana María que no hayan recibido la carta que escribimos, se las comparto. También queremos acercar estas reflexiones con todos los jóvenes, para que nunca vuelva a pasar algo tan lamentable”.
Esta es la carta que comparte la señora María Ximena Céspedes:
“Queridos amigos de Ana María,
No existen palabras para describir el dolor y la impotencia que están sintiendo en estos momentos. Ninguna persona, pero sobre todo ustedes que están empezando a vivir, deberían nunca tener que cargar una pena como esta. Les arrebataron a una maravillosa amiga, pero también les quitaron la tranquilidad, la confianza y la alegría. Les enseñaron que había maldad en el mundo -aún en su circulo cercano- y la vida nunca volverá a ser como antes.
Desde el fondo de nuestro corazón, nosotros, como padres de Ana María, los entendemos y les damos nuestro más sentido pésame. Agradecemos a Dios la oportunidad que tuvo ella de tener tan excelentes amigos y, sobre todo, tan humanos. Y queremos decirles que estaremos aquí, siempre, para ustedes.
Pero más allá de la tristeza, que esa nos durará un buen rato, los queremos invitar a reflexionar:
1. El “hubiera no existe. Por lo mismo, bajo ninguna circunstancia, se culpen o se sientan responsables de haber podido hacer algo para evitar la muerte de Ana María.
2. No normalicen nunca la violencia -física, verbal o psicológica-.
3. Levanten la voz cuando vean que algo no está bien o que se está cometiendo una injusticia. “La indiferencia es uno de los pecados capitales y tarde o temprano, hay que expiarlo”: Isabel Allende.
4. Cuando sientan que algo no va bien, crean en sus instintos y busquen ayuda.
5. Confíen y hablen más seguido con sus padres de lo que ahora lo hacen. Aunque crean que a veces no los entienden, nadie los ama más que ellos y seguro podrán encontrar solución a cualquier problema juntos.
6. Expresen sus sentimientos y hablen directo con las personas que se crucen en su camino.
7. Sean empáticos y compasivos con los que les rodean, pero -sobre todo- con ustedes mismos. Todos cargamos una cruz a cuestas.
8. Crean en el amor y en la amistad. Ana María estaba llena de ellos y sabemos que se los transmitió.
9. Busquen y peleen por sus sueños, sin importar el tamaño de los mismos. Son suyos y cada logro celébrenlo. Pero también celebren los triunfos de los demás, siéntalos como suyos.
10. Y sean agradecidos por cada cosa que hagan, les salga bien o mal. Todo a la larga es aprendizaje.
El alma de Ana María ya descansa en paz. Recuérdenla por lo que fue, brillante, y dejen que esa luz que irradiaba los siga inundando a lo largo de toda su vida.
Como dijo Abraham Lincoln, “al final, no son los años en nuestra vida lo que cuenta, sino la vida en nuestros años”. Vivan cada momento del día como los vivió siempre Ana María y brillen; ella los estará acompañándolos siempre.
Tengan Fe.
Los queremos,
José y Ximena”.