“Estaba muy deprimida en ese momento y quería el Lamborghini, me salvaron la vida (...) mis padres van a la iglesia todas las semanas y son supersantos (...) en Miami se necesita demostrar que tienes dinero para ganar dinero”, estos son solo algunos detalles de las declaraciones que dio ante la justicia estadounidense la joven Jenny Ambuila, conocida por jactarse en las redes sociales con derroches, extravagancias, gastos millonarios y hasta lujosos carros como Lamborghinis y Porsches, todo, al parecer, fruto de una gigantesca operación de lavado de activos.
Fue esa opulencia la que puso la mirada de las autoridades de Estados Unidos en la familia Ambuila, y en Omar, su papá, un exfuncionario de la Dian que tenía un cargo medio y que resultó manejando cientos de millones de pesos y este 15 de noviembre de 2023 fue extraditado a Estados Unidos. Jenny y su mamá, Elba Chará, también están siendo procesadas por la justicia colombiana.
SEMANA reveló en exclusiva, el primero de abril pasado, un documento confidencial del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que muestra el detalle, día tras día, de la manera como agentes de ese país le seguían el rastro a la joven Ambuila, quien residía y estudiaba en una prestigiosa y costosa universidad de ese país y llevaba una vida de millonaria.
El documento de más de 100 páginas, rotulado como “caso legal sensible del Departamento de Seguridad Nacional” y que claramente advierte que es un informe exclusivo de uso oficial para la investigación, formó parte de los expedientes que hoy tienen a la familia Ambuila contra las cuerdas y en la mira de la justicia de Colombia y de Estados Unidos.
El documento inicia con una revelación. A Jenny Ambuila la justicia le registró su casa en Miami por orden de un juez, y los agentes especiales Ross Spencer y Deven Williams le tomaron la declaración, que más parecía una confesión en la que relataba todos los lujos y extravagancias que la familia no tenía cómo soportar con ingresos legales.
Los primeros cuestionamientos de los agentes estadounidenses fueron justamente por lo evidente: ¿de dónde sacó la plata para comprar los lujosos carros? La respuesta resultó sorprendente: “Estaba muy deprimida en ese momento y quería el Lamborghini; por eso mis padres me compraron el auto como regalo de cumpleaños”.
El rastreo del Departamento del Tesoro señala que este carro, que costó cerca de 300.000 dólares, “provino de la venta de una casa, ubicada en el barrio Ciudad Jardín de Cali, realizada por su padre, quien transfirió 1.000 millones de pesos colombianos al concesionario Lamborghini desde una compañía colombiana propiedad de su primo. Además, se pagó un depósito de otros 20.000 dólares con una transferencia bancaria hecha por su madre”.
Pero este no era el único vehículo de lujo. La joven, en su vida de millonaria en Estados Unidos, también tenía parqueado un Porsche sobre el cual dijo en su declaración que lo compró modelo 2017 con dinero que su padre le envió. Esta transacción se hizo cambiando otro carro de la misma marca, pero modelo 2013; el resto de dinero se pagó en efectivo con la venta de un BMW en Colombia. El documento reservado deja claro que los vehículos están a nombre de Jenny Ambuila, pero no los pagó con su dinero.
En otra parte de la declaración que dio ante los agentes especiales, la joven reconoció: “Mi papá me dijo que necesitaba conseguir trabajo y me aconsejó que no comprara el Lamborghini, él hubiera preferido que invirtiera el dinero, pero yo le dije que quería el Lamborghini porque quería vivir la experiencia. Le expliqué que en Miami se necesita demostrar que tienes dinero para ganar dinero”.
Llama la atención que, en su declaración ―que más parece una confesión―, la joven dijo que los ingresos de su papá eran de cerca de 5.000 dólares mensuales, por lo cual no tiene ninguna explicación que sea el mismo monto del canon de arrendamiento de su vivienda en Estados Unidos. “Los padres de la señorita Ambuila pagan 5.000 (dólares) mensuales por concepto del arriendo en un condominio ubicado en Trump Royale. Transfieren el dinero a la cuenta de la señorita Ambuila en el Chase Bank y ella paga el arriendo en cheque o en forma electrónica”, señala el informe confidencial.