SEMANA: ¿Pensó en declinar la embajada por tener que renunciar a la nacionalidad de Estados Unidos?
LUIS MURILLO: Cuando el presidente Petro me ofreció ser embajador en Washington, supe que tendría que renunciar a la nacionalidad. Fue una decisión difícil, un tema de familia, pero el presidente, de manera muy generosa, me dijo tómese su tiempo. Después de un largo proceso de discusión familiar, llegamos a la conclusión de que ese era un sacrificio grande para nosotros, pero menor para la cantidad de personas que requieren que se contribuya a tener un mejor país y para trabajar por la paz.
SEMANA: Pero, honestamente, cuando usted dice “decidimos”, es que su esposa le dio el beneplácito…
L.M.: (Risas) Así es, porque ni mi esposa ni mis hijos estaban de acuerdo y no la pude convencer. Después les expliqué muy bien a mis hijos la necesidad de dar este paso y ellos resultaron convenciendo a la mamá.
SEMANA: ¿Qué misión le entregó el presidente Gustavo Petro?
L.M.: El presidente ha sido claro en que debe ser una relación simétrica con Estados Unidos, ya que hay una relación que se debe cuidar porque es histórica, estratégica, muy fuerte y con expansión bajo nuevos énfasis y paradigmas. Hay que darles importancia a los temas de cambio climático y de transición energética. El segundo punto tiene que ver con la paz total y sus diferentes componentes; la implementación del acuerdo de paz con las Farc, la negociación con el ELN y también todo el proceso de acogimiento que se haría con grupos criminales. Esto condiciona el hecho de que se haga una transformación profunda de la política de drogas. El tercero tiene que ver con la migración y con la inclusión en el contexto de los procesos migratorios que se dan en Colombia y que también tienen impacto en toda la región.
SEMANA: Sobre el ELN hay críticas por el papel de Nicolás Maduro en esa negociación. ¿Eso será un problema con Estados Unidos?
L.M.: No. Creo que en Estados Unidos se entiende que el ELN tiene un estatus político y se viene de un proceso de negociación que se suspendió en el gobierno anterior. Lo que se ha hecho es reanudar, justamente, ese proceso y se ha invitado como garante a Venezuela, que tampoco es nuevo. Además, Estados Unidos está en conversaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro para profundizar en temas relacionados con una solución democrática, y allí creo que el Gobierno colombiano va a jugar un papel constructivo de ayudar en esa salida democrática en Venezuela.
SEMANA: Sobre la lucha contra las drogas, ¿cuáles van a ser los lineamientos que se van a mantener?
L.M.: El Gobierno está en proceso de elaborar la nueva política de drogas y se hablará con Estados Unidos, que es un socio estratégico. Por eso, se han dado muchos contactos al más alto nivel entre el presidente Petro, miembros del Gobierno nacional y del Gobierno de Estados Unidos. La última reunión fue ayer (jueves) en la Casa Blanca, donde tuvimos una discusión sobre temas clave. Revisamos cuál sería esa nueva política, en la que tenemos puntos de encuentro y desencuentro, pero llegaremos a acuerdos que nos permitan definir la hoja de ruta hacia un futuro. Hablamos de política de drogas, de extradición, de seguridad, de migración, pero bajo el contexto que ha dado el presidente Petro. Lo que se ha hecho hasta ahora para luchar contra las drogas ha sido inefectivo y eso se reconoce en Estados Unidos. Hay que hacer énfasis en la erradicación manual acordada con comunidades. En el caso de que esto no se dé, hay que recurrir a la erradicación forzosa sin uso del glifosato, pero lo estamos discutiendo para ver cuál debe ser la mejor ruta de acuerdo. La segunda dimensión para el cambio profundo de esa política de droga tiene que ver con la cooperación judicial, y el presidente Petro ha hablado de cómo poder recurrir al mecanismo de la extradición, pero de manera diferenciada para los que estén colaborando en los propósitos de paz total y en esa cooperación suspender las extradiciones. A los que no estén colaborando se les aplica la extradición o a quienes reincidan también se les aplica. Además, debe haber cambios profundos en todo lo relacionado con el lavado de activos y el enriquecimiento ilícito producto precisamente de estas actividades del multicrimen.
SEMANA: ¿Cuál ha sido la postura del Gobierno de Joe Biden sobre ese punto de la extradición?
L.M.: Hemos intercambiado puntos de vista con funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos y es claro que este es un mecanismo autónomo del Gobierno colombiano. En los últimos años se han extraditado cerca de 2.700 personas. Sin embargo, Estados Unidos entienden la flexibilidad que se hará con la extradición en el contexto de avanzar hacia la concreción de la paz total y ya hay precedentes de esto. Ya hay un camino recorrido y aquí lo importante es que se conozcan los objetivos en términos de paz que lidera el presidente Petro. Colombia y Estados Unidos están juntos en los cambios a la extradición y buscaremos la solución conjuntamente. Hay un excelente diálogo con Estados Unidos y nos reunimos casi que a diario. El tema de la extradición es central y hemos ido avanzando con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Esperamos que próximamente el señor ministro de Justicia y el fiscal general de la nación puedan venir aquí a Washington para tener discusiones sobre cómo abordar mejor los mecanismos de cooperación judicial.
SEMANA: ¿Habrá prontamente un encuentro entre los presidentes Petro y Biden?
L.M.: Recordarán que el presidente Petro una vez electo recibió de inmediato la llamada del señor secretario de Estado, Antony Blinken, y a las 48 horas, la llamada del presidente Biden y se han cruzado cartas. Hay una interacción permanente y esperamos próximamente tener, obviamente, al secretario de Estado de visita en el país. Estamos trabajando en eso para lograr el momento preciso y cuando sea más productivo ese encuentro entre el presidente Petro y el presidente Biden.
SEMANA: Hay quejas por la demora en las citas para pedir o renovar la visa a Estados Unidos. ¿Qué se les puede decir a los colombianos sobre este tema?
L.M.: El trámite y el procesamiento de visas es autónomo del Gobierno de los Estados Unidos, pero se nos han manifestado muchas preocupaciones por el tiempo que se requiere para poder obtener la cita. Hemos puesto el tema en las discusiones que hemos tenido con el Gobierno de Estados Unidos y nos han dicho que hay un retraso generado por la pandemia y otras circunstancias, que poco a poco van mejorando. Nosotros vamos a colaborar en todo lo que esté a nuestro alcance para que de manera expedita se puedan lograr los recursos para que haya más cónsules en Colombia y agilizar el trámite de estas visas.
SEMANA: ¿Qué harán en el tema de la migración y los colombianos indocumentados?
L.M.: Colombia ha venido implementando desde hace varios años una política muy moderna en términos de acogida a migrantes, sobre todo venezolanos, a los que se les garantizó una ruta de integración a la sociedad. Está demostrado con cifras que los venezolanos que llegan a Colombia tienen una menor probabilidad de seguir en el proceso migratorio hasta los Estados Unidos, ha disminuido ese flujo, pero no es la situación en otros países vecinos donde sí se presenta esa migración. El presidente Petro ha dicho que esa política se va a profundizar y se va a expandir para que realmente se solucione el problema. Lo que estamos pidiendo es que se le asignen más recursos a Colombia y creemos que existe la posibilidad de que Estados Unidos haga mayor esfuerzo en términos de dinero en ese sentido.
Además, estamos planteando un abordaje de reciprocidad, ya que Colombia está haciendo un esfuerzo importante con la población migrante y hemos planteado en la agenda con los Estados Unidos que se le pueda garantizar un alivio migratorio a la población colombiana que se encuentra aquí en condición de indocumentados. Esta población requiere herramientas para que pueda legalizar su situación y encontrar caminos de incorporación a esta sociedad o que pueda regresar de manera segura al país. Hay varias alternativas: una es el estatus de protección temporal, que se le podría garantizar a la población colombiana en los Estados Unidos, y lo otro sería un mecanismo que se utiliza donde se difiere el regreso o la deportación de esta población, se le da un permiso de trabajo y eso requiere de una orden ejecutiva del presidente de los Estados Unidos. Nosotros le estamos planteando eso en nuestra agenda, le estamos haciendo esa solicitud al Gobierno de los Estados Unidos para aliviar la situación migratoria de nuestra población aquí.
SEMANA: ¿Se hará la renegociación del TLC con Estados Unidos?
L.M.: Hay que tener claro que Estados Unidos es el socio comercial más importante que tiene Colombia y se ha avanzado mucho en permitir mayor acceso de productos colombianos al mercado de este país. Sin embargo, el TLC ya tiene diez años, un recorrido largo en el que se ha aprendido y, por eso, se plantea una revisión, no renegociación, para aprovechar los mecanismos existentes y poder avanzar para que haya mayor apoyo y capacidad institucional entre los dos países. Esa revisión favorecerá a Colombia.