“No queremos ver a Roy Barreras poniéndole la banda presidencial a Gustavo Petro, porque no nos representa”, dijo un senador electo del Pacto Histórico y eso resume la tensión que hay en esta nueva bancada de gobierno por la presidencia del Congreso.
Con los resultados de la segunda vuelta presidencial, donde Petro fue elegido como el nuevo presidente de los colombianos, la bancada del Pacto Histórico automáticamente se convirtió en colectividad de Gobierno y tiene derecho, según los tradicionales acuerdos políticos, a ocupar la presidencia del Senado en el primer periodo legislativo, que inicia el 20 de julio.
Tan pronto se conocieron los resultados, empezó a circular la versión de que Roy Barreras sería el próximo presidente del Congreso para liderar la agenda legislativa de Petro y sacar adelante las reformas necesarias para empezar a cumplir con lo prometido en campaña.
Sin embargo, el lunes festivo empezaron los roces en el Pacto Histórico porque la mayoría de congresistas electos no está de acuerdo en que Barreras asuma la dignidad, al considerar que no representa los ideales de izquierda y no ha hecho oposición durante 40 años. “El que lo invitó fue Gustavo Petro para conformar la lista al Senado, pero de ahí a que nos lidere a todos hay una distancia muy grande”, dijo otro senador electo del progresismo.
La molestia llegó a tal punto que este martes se hizo otra reunión en la que se postularon otros nombres para la presidencia del Senado y evitar que Barreras, quien ha dado tantos saltos en la política y en su ideología, asuma la dignidad.
María José Pizarro, Gustavo Bolívar y Alexander López entraron al sonajero por el llamado que les hicieron sus compañeros de bancada. El punto es que de cinco partidos que integran el Pacto Histórico, solo uno respalda a Barreras, quien se está quedando solo.
“Me queda mal hablar de un competidor directo, pero creo que las señales que se tienen que dar son de cambio. Por eso, votaron los más de once millones. Si a mí me dicen que Roy Barreras va para la Oficina del Alto Comisionado para la Paz lo vería como excelente porque es una persona que se la ha jugado por la paz y maneja el tema, pero la gente eligió 20 senadores en el Pacto Histórico y justo recaer en el que pertenece a la vieja clase política, no me parecería correcto, pero si lo eligen, si mis compañeros lo escogen, acataré porque son las reglas democráticas”, dijo Bolívar a SEMANA.
De hecho cuando se conocieron todos los ‘petrovideos’ revelados por SEMANA, Bolívar dijo sentir vergüenza por todo ese episodio, haciendo referencia al excongresista de La U.
Otro senador, quien pidió omitir su nombre, confesó que no quieren que el 7 de agosto, fecha en la que se posesione Gustavo Petro, la noticia sea que quien le impuso la banda presidencial fue el mismo que salió en casi todos los ‘petrovideos’ hablando de “acabar políticamente a sus adversarios” y de elaborar estrategias contrarias al “no todo vale” que impulsa el petrismo.
De ese tamaño está la discusión en el Pacto Histórico por la posibilidad de que Barreras, los lidere en el Legislativo. “Nadie puede negar su experiencia y que trabajó en la campaña pero él no representa a nadie”, dijo otro congresista.
Fuentes del progresismo le confirmaron a SEMANA que la reunión de este martes fue tensa y que molestó que Barreras, posiblemente, haya sido el que puso a rodar la idea de que había un acuerdo para que él fuera el presidente.
Barreras quiso bajarle el tono a la discusión y respondió preguntas de varios periodistas sobre la posibilidad de su próxima presidencia del Congreso. “Nosotros no tomamos ninguna decisión que la bancada no asuma de manera democrática y esperamos la opinión del presidente electo, Gustavo Petro”.
Por ahora, no hay decisiones de fondo sobre el tema pero lo claro es que a Barreras no lo quieren como líder de la bancada y esta es la primera diferencia política que tienen en el Pacto Histórico.
La última palabra la tendrá Gustavo Petro, quien también debe pensar en que quien asuma la dignidad será el encargado de tender puentes con las otras bancadas para garantizar su gobernabilidad. Barreras genera división en el Congreso y sus propios colegas no lo toleran, por lo que la idea de ponerlo en la presidencia del Senado podría ser una mal cálculo político.