Cristina Bautista sabía que la situación en Tacueyó era crítica y podría ocurrir una tragedia. En este audio que publica SEMANA a continuación, la autoridad indígena de 42 años intentó alertar al país sobre las tensiones que se vivían en el resguardo ubicado en Toribío, Cauca, por cuenta del asedio de grupos armados y la disidencia de las Farc "Dagoberto Ramos". Pero su clamor no retumbó como debió hacerlo e infortunamente ella se unió a la lista de líderes sociales e indígenas asesinados que han sido silenciados este año.
La líder indígena difundió este mensaje minutos después de que una camioneta tumbara la barricada de palos que la guardia había puesto en uno de los accesos del resguardo, el lunes en la noche. Aunque en este episodio no hubo muertos, ella sabía de los peligros que corría la comunidad.
La misma camioneta que había pasado la noche anterior regresó el martes sobre las 4:30 de la tarde. En ese vehículo iban unos hombres, supuestamente del frente "Dagoberto Ramos" de las Farc, que emboscaron el carro del comunero Crescencio Peteche Mensa, quien salió a correr hasta llegar al resguardo, en la vereda La Luz. En ese momento, Cristina y otros indígenas salieron a socorrerlo y según cuentan varios miembros de la comunidad, los hombres dispararon indiscriminadamente contra el grupo, matando a la líder y a cuatro personas más. El 13 de agosto, Cristina Bautista intervino durante la audiencia pública en Toribio, en el resguardo San Francisco. De nuevo, sus palabras hacían referencia a las problemáticas de los pueblos indígenas en el país. "Si hay alguno aquí presente de los grupos armados, que tal vez estén muy seguramente, le invito a que se una a la paz. No queremos más víctimas". Antes había dicho: "Uno de los principios como pueblos indígenas es la unidad. Tenemos un lema: tocan a uno, tocan a todos. En este momento en el municipio de Toribio somos 35.000, están los 102 pueblos indígenas que hacen parte del territorio nacional".
Durante once minutos, Cristina captó la atención de cientos de indígenas que encontraban en la líder una voz de guía. La mujer pronunció crudas, pero realistas palabras de lo que representaba para su comunidad defender el territorio y luchar por la paz de las nuevas generaciones. En su discurso, ella pronunció una frase que hoy toma vigencia a raíz de la masacre cometida este martes en Tacueyó: "Si nos quedamos callados nos matan y si hablamos también, entonces hablamos". A Cristina no le importaba que la estuvieran escuchando personas a quienes sus palanras les hiciera mella. Sabía que podía ser blanco de amenazas, pero como bien dijo el silencio no era una opción.
Hace unas horas, el Resguado de Tacueyó condenó la masacre de cinco de sus integrantes, así como de las lesiones que sufrieron otros seis indígenas en la tarde del martes. La comunidad aclara, que contrario a lo que señaló el Ejército en su comunicado, "las autoridades indígenas del territorio nunca contactaron ni coordinaron acciones con la fuerza pública, ya que éstas accionaron de manera independiente". Afirman que aunque hicieron la denuncia del hecho ante la Fiscalía, Defensoría del Pueblo y Unidad Nacional de Protección, ellos pusieron en marcha los procedimientos de emergencia enmarcados dentro del ‘Plan Minga en resistencia‘, pues recriminan que "las acciones de los violentos no paran, por el contrario continúan aumentando; muchas veces en las narices de la misma fuerza pública, de tal forma que no la consideramos como garantía de protección, mucho menos en un momento en que se encuentran rodeadas de escándalos como el de Dimar Torres en el departamento de Santander y el joven Jair Trompeta Pavi en Corinto – Cauca."