SEMANA: ¿Qué es lo que está ocurriendo en Arauca?
José Facundo Castillo: Lo que comentan los campesinos es que se ha presentado una confrontación entre la Guardia venezolana y las disidencias de las Farc, en el sector de La Victoria, estado de Apure, en la frontera con Arauquita. Eso ha llevado a un desplazamiento masivo de la población (80 por ciento de venezolanos y 20 por ciento de colombianos). En Arauquita tenemos más de 17 puntos de concentración distribuidos en el casco urbano y rural. Con apoyo del Gobierno y organismos internacionales, se ha brindado atención a las necesidades básicas de la población. Otros desplazados están en Saravena, y algunos, en el municipio de Arauca.
SEMANA: ¿Hasta cuándo puede atender Arauca a más de 5.000 desplazados?
J.C.: Existe capacidad para atender a esta población durante 15 días aproximadamente, pero ya llevamos más de diez días. Lo preocupante es qué haremos en adelante, porque esta población no siente las garantías para retornar a su territorio. Por eso, creo que debe existir algún organismo internacional que pueda interactuar con Venezuela, pues nosotros tenemos cero comunicación con el vecino país. Y eso nos ha dificultado poner en marcha un plan de retorno. Nos preocupa que a futuro se presente una ola de violencia e inseguridad, porque esta población, sin alimentos y necesidades básicas, empezará a rebuscarse la vida. Le solicitamos a la Acnur que entable comunicación ante Venezuela. Sería importante hablar con la Iglesia católica para ver qué tanto acercamiento puede hacer.
SEMANA: Pero ¿cuánto tiempo más pueden atenderlos?
J.C.: Yo diría que a partir de la próxima semana quedaremos cortos.
SEMANA: ¿Cuánto invierte Arauca para ayudar a más de 5.000 desplazados?
J.C.: Dos mercados para una familia de cuatro integrantes valen 300.000 pesos durante un mes. Y son más de 5.000 desplazados. No contamos con los recursos. La poca plata que se ha reorientado se ha destinado a atender la pandemia por covid-19. No podemos sacar 1.000 o 2.000 millones de pesos para atender a esta población.
SEMANA: Gobernador, ¿usted está de acuerdo con que Colombia y Venezuela restablezcan sus relaciones?
J.C.: Claro, sería muy bueno siempre y cuando Venezuela se ponga en los zapatos de Colombia de no proteger a los grupos al margen de la ley.
SEMANA: ¿Hay tensión en la frontera? ¿El Ejército redobló los controles?
J.C.: Hay que reconocerle al Ejército, la Armada y la Policía el trabajo que están desarrollando para proteger la frontera. Además, están apoyando la emergencia sanitaria, pero no debemos perder de vista la seguridad y evitar que, ante lo que está ocurriendo en Venezuela, el Ejército Bolivariano se nos cruce la frontera como ocurrió hace unos años. Hay un gran cinturón de seguridad en la zona limítrofe.
SEMANA: ¿Usted que gobierna en la frontera está de acuerdo con la compra de nuevos aviones para proteger la soberanía?
J.C.: Claro, nosotros que vivimos la problemática respaldamos esta propuesta del Gobierno. A veces nos vemos cortos por falta de equipos para atender situaciones. Al ministro de Defensa se le pidió mejorar la comunicación y equipos para resguardar la zona limítrofe. Tenemos dificultad con el río Arauca, porque se ha sedimentado, y la Armada no ha podido ejercer su control por vía fluvial. Necesitamos dragar el afluente, y establecer ciertos puntos de control por donde pasan los secuestrados y a quienes van a extorsionar, porque los grupos armados cruzan la frontera desde Venezuela a Colombia, privan de la libertad a ciudadanos, asesinan y se regresan.
SEMANA: ¿Le preocupan las amenazas de Nicolás Maduro?
J.C.: Claro. Es preocupante, porque nosotros estamos expuestos a cualquier ataque de Venezuela. Si eso ocurre, lo primero que atacan es la frontera, y nosotros estamos a menos de dos minutos de cruzar el río Arauca en invierno; en verano, en segundos. Por esto, aplaudimos que se incremente el pie de fuerza y haya equipos para resguardar la frontera.
SEMANA: ¿Hasta cuándo cree que Maduro seguirá bombardeando un sector de las disidencias en la frontera?
J.C.: Es incierto, ojalá sea pronto para que los desplazados puedan retornar a sus territorios.
SEMANA: ¿Y si no es así?
J.C.: Muy preocupante. No creo que el Estado colombiano tenga la suficiente capacidad económica para poder atender a esta población durante mucho tiempo.