SEMANA: Este año el país ha padecido el aumento de masacres, asesinatos de líderes, confinamientos, desplazamientos, reclutamiento de niños y accidentes con minas antipersonal. Es el reflejo de una violencia que viene transformándose desde la firma del acuerdo de paz. Usted lleva cuatro años en el cargo, viendo y denunciando la situación de primera mano, ¿cómo ha visto esa evolución de la violencia durante su periodo como defensor? Carlos Negret: Desde que las Farc dejaron las armas, el país está experimentando una nueva fase del conflicto armado y otras formas de violencia, que se ha ensañado contra los territorios rurales dispersos, las comunidades étnicas, los campesinos y los defensores de derechos humanos. En estos territorios, donde está la esperanza del país, tenemos brechas inmensas para garantizar los derechos sociales, económicos y culturales y todo ello superpuesto a los corredores estratégicos de las economías ilegales. Su recrudecimiento en las últimas semanas obedece a que el escenario de disputa se profundiza pues hoy todas las estructuras tienen disputas externas e internas. Mapa de masacres recientes en Colombia:
SEMANA: Las autoridades suelen explicar las masacres como ajustes de cuentas entre narcos o disputas de territorio entre bandas. ¿Cree usted que esos crímenes se reducen a eso? ¿No hay factores políticos interviniendo en esos crímenes? C.N.: Creo que estos crímenes están sucediendo en contextos de altísima conflictividad y vulnerabilidades sociales y territoriales. No se puede desconocer que las economías ilegales atraviesan transversalmente la dinámica y los intereses de los grupos armados, pero sabemos que las causas están originadas en la ausencia histórica del Estado. Cifra histórica de muertes en eventos de violencia política: SEMANA: El Clan del Golfo, los Caparrapos, el ELN y los narcos financian candidatos y tienen relaciones políticas al nivel local. ¿Cómo analiza esa relación que vuelve a formarse entre el crimen y el poder político? C.N.: Las autoridades judiciales y de seguridad tienen que emprender todos los esfuerzos investigativos para establecer esos vínculos y poder determinar el alcance. SEMANA: Muchas de las masacres y crímenes de los últimos años ya habían sido advertidas en las alertas tempranas de la Defensoría. ¿En qué está fallando la institucionalidad a la hora de prevenir estos crímenes ya anunciados? C.N.: Lo que sucede es que las modalidades de violencia que está experimentando el país son inéditas. Ya no operan en grandes grupos camuflados, sino muchas veces de civil y en pequeños grupos. Hay una confusión entre las estructuras que operan en la ruralidad con las que operan en territorios urbanos. Es un escenario de altísima complejidad. Hay una gran oportunidad para que la respuesta rápida pueda mejorar en términos de la focalización territorial y poblacional a las alertas tempranas. Cifras víctimas de homicidios colectivos:
SEMANA: ¿Cómo detener las masacres y el asesinato de líderes? C.N.: Llevando al Estado hasta el último rincón de la ruralidad del país con oferta social, seguridad y justicia. Construyendo paz y convivencia desde el territorio. Los servidores públicos deben acompañar directamente a las comunidades más vulnerables. SEMANA: La Defensoría jugó un rol independiente en la defensa de los derechos humanos durante su periodo. ¿Le preocupa que eso pueda cambiar ahora con el defensor designado, cercano al Gobierno? C.N.: Dos puntos. La Defensoría tiene garantizada su autonomía e independencia por mandato de la Constitución y porque así lo obliga el ejercer la función de velar por el ejercicio, la promoción y la divulgación de los derechos humanos. Pero además, en estos años nos dedicamos a que haya más Defensoría que defensor y esa es la mayor garantía. Cifras de masacres en Colombia según ONU: SEMANA: ¿Cuáles son las cifras de masacres, asesinatos de líderes y desplazamientos que tiene la Defensoría sobre lo que va de este año? ¿Cuáles de esos delitos han aumentado y cuáles bajaron? C.N.:Vea, nosotros documentamos a diario este tipo de violencia. Hay una tendencia que se sostiene desde el año 2016 en la violencia contra líderes sociales y Defensores de derechos humanos. Este año hasta el mes de abril documentamos 63 casos de homicidios y prontamente tendremos actualizado el corte hasta el mes de julio. Esto es un incremento frente al mismo periodo de 2019 después de haber experimentado un descenso de casi 25% entre 2018 y 2019. La tendencia se mantiene, lo que sucede es que ha adquirido unos rasgos de violencia excesiva y cruenta que hace años no veíamos. Víctimas de mina antipersonal en Colombia según CIRC: