Tras siete horas de audiencias, el juez octavo penal municipal con funciones de control de garantías de Ibagué decretó medida intramural en contra de Dairo Valencia, la persona señalada de presuntamente estafar a la medallista olímpica Íngrid Valencia, quien a causa de este engaño perdió su casa tras regresar de Tokio 2020.
A Arias se le imputaron el delito de estafa agravada argumentando que el monto, ciento cincuenta millones de pesos, es una cifra importante que esta por debajo de los 100 salarios mínimos legales vigentes y además porque se conocieron otros seis procesos en su contra por hechos similares, lo que le genera un agravante por las conductas punibles.
Otro de los puntos que tuvo en cuenta el juez es que Arias se habría hecho pasar como una persona que tendría potestades de servidor púbico, lo que demostraría su intención clara de engañar y estafar a la boxeadora. Así lo manifestó el abogado German Flórez, defensa de la deportista y profesor de la universidad Sergio Arboleda.
La defensa de Arias Carvajal solicitó detención domiciliara mientras de adelanta el proceso, argumentando que es un padre cabeza de familia, además de que se hace cargo de los cuidados de un hermano que presenta una incapacidad permanente y que además ha mostrado la intención de resarcir a la deportista, debido a que en su momento le devolvió la suma de veinte millones de pesos.
Pero esos argumentos no fueron validos para el juez señalando que no se ha demostrado que es cabeza de hogar según los parámetros que ha señalado la Corte Constitucional en los que se evidencia que efectivamente nadie del núcleo familiar puede hacerse responsable de las obligaciones.
Y referente a la consignación realizada a Valencia, por veinte millones de pesos, le recordó que al hacerse este pago posterior a haber cometido el presunto delito, para la Corte estos incidentes de reparación no influyen en la etapa procesar en la que se encuentra el caso.
Arias insiste en su inocencia, pues no aceptó los cargos que le endilgan. Cabe recordar que Valencia debió desalojar la casa que compró con empeño tras ser estafada y perder 150 millones de pesos, y a raíz de eso su inmueble terminó vendido en un remate.
En 2020, la deportista quiso comprar una casa y aprovechó la pandemia para buscar y escoger una vivienda que adquirir con sus ahorros. En Ibagué (Tolima) vio una casa que estaba en remate y conoció al secuestre del inmueble, con quien empezó todos los trámites.
Ella le entregó 150 millones de pesos después de firmar una promesa de compra venta y, a cambio, él le dio las llaves de su nuevo hogar. Todo parecía normal, la energía, el gas y el agua funcionaban bien, e Íngrit se mudó, ilusionada.
Un año después de vivir en el lugar, a su regreso de los Olímpicos de Tokio 2020, le informaron que la casa ya no era suya y que debía irse porque tenía un nuevo dueño. En la misiva que le dejaron aparece que el secuestre del inmueble es una compañía llamada Joldar Consultores S. A. S., que representa José Luis Delgado Arenas, quien además compulsó copias a la Fiscalía y a la Procuraduría sobre esta actuación irregular, ya que Arias nunca fue el secuestre del inmueble.