En Colombia, poco a poco, se van regulando a las personas que tienen vehículos, pero especialmente, a los que conducen. Más allá de la inteligencia vial y que se busque bajar los índices de siniestralidad, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (Ansv) encontró que los conductores tienen falencias desde que aprenden a manejar, puntualmente por vacíos y falencias que dejan los Centros de Enseñanza Automotriz (CEA).
Para obtener una licencia de conducción en Colombia, las personas, desde los 16 años, deben cumplir con unos requisitos mínimos. Además de estar inscritos ante el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), tienen que hacer un curso, en un CEA, que contiene un mínimo de horas prácticas y teóricas, que dependiendo de la categoría (tipo de vehículo que se desee conducir), se deben realizar.
Una vez culmine el curso, se presenta un examen y, al aprobarse, los CEA notifican que la persona ya tiene los conocimientos necesarios para salir a la calle y conducir un vehículo. Con esto, se presentan unos exámenes médicos y se paga por el trámite ante la autoridad competente, para que le entreguen el carné que se conoce como licencia de conducción.
Aunque para algunos esto es insuficiente, y ese es el motivo por el que se están planteando alternativas para garantizar un óptimo nivel de conducción, como por ejemplo: que el examen sea validado por el Sena o poner puntos en la licencia, que a medida que se cometan infracciones se vayan perdiendo; así se estaría detectando que las personas tienen problemas, porque los cursos de conducción no serían los mejores.
El Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial a los Centros de Enseñanza Automovilística, realizó un estudio, donde se evaluaron datos del bienio 2021 - 2022. Allí encontraron que varios CEA están certificando a conductores con pocos conocimientos, para transitar en las calles, en otras palabras, no están capacitados.
“El análisis se realizó en conductores graduados de 1.019 CEA y se basó en tres indicadores: incidencia en el comportamiento, según la cantidad de comparendos impuestos; efecto en la frecuencia, según la cantidad de siniestros viales registrados; y la severidad del siniestro, cuando el conductor se vio involucrado en un siniestro vial con personas heridas o fallecidas”.
Estas incidencias tienen un fuerte impacto, no solo a nivel vial, a nivel económico tiene fuertes repercusiones, por el tema de los seguros, daños materiales, sin mencionar lo lamentable que resulta perder la vida en un accidente de tránsito.
En el reporte más reciente de accidentalidad (abril 2023), van 2.596 siniestros a nivel nacional, siendo los motociclistas los más afectados.
Según el informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Atlántico, Bogotá, Magdalena, Antioquia y Norte de Santander son los departamentos donde hay más Centros de Enseñanza Automotriz que certifican conductores con pocos conocimientos para transitar por las vías del país.
“Frente a este panorama, la Agencia Nacional de Seguridad Vial pondrá en marcha el Programa de Mejoramiento de la Calidad de la Educación de los Conductores (Pcec), para mejorar la calidad de los procesos de los Centros de Enseñanza Automovilística, en alianza con otras entidades de orden nacional como la Superintendencia de Transporte, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (Onac), el Ministerio de Educación y el Ministerio de Transporte”, detalló la directora encargada de la Ansv, Lina Huari Mateus.
Urge la necesidad de que los conductores tengan una adecuada formación, pues cada día se registran más personas como aptas para manejar y salen más vehículos a las calles, lo que genera un gran riesgo para la vida de todos los actores, como ciclistas, peatones y hasta las mascotas, pues una indebida capacitación puede costar vidas.