En uno de los puntos de la extensa decisión que avaló el ingreso del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) se puso sobre la mesa la necesidad de investigar penal o disciplinariamente a cada una de las personas a las que mencionó el excomandante paramilitar en el marco de las sesiones públicas y privadas que se adelantaron este año.
Así, las cuentas de la Sala de Reconocimiento de la Verdad dan que Mancuso salpicó a casi de 300 personas, donde resaltan nombres de dirigentes políticos, empresarios, agentes de las Fuerzas Militares y de Policía, entre muchos otros.
“Las compulsas hacen referencia a funcionarios de diversos niveles, entre estos gobernadores, jefes de Estado, alcaldes, comandantes de Brigada, y otros cargos y calidades de sujetos”, precisó la magistrada Heydi Baldosea.
Uno de los vinculados fue el expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, respecto a la masacre de El Aro, de quien Mancuso dijo que “siempre tuvo conocimiento” de este acto por parte de los paramilitares que llevó a la recordada masacre en Antioquia en 1997.
El exjefe de Estado salió en su propia defensa en su cuenta de X, antes Twitter, y dijo que será tarea del excomandante paramilitar demostrar lo que dijo.
“Este bandido de Salvatore Mancuso tendrá que probar que yo sabía de El Aro. Repito, nunca se reunió en el Ubérrimo conmigo, nunca hablamos, no pasé de cruzarnos saludos por mi vinculación a Montería y sin que se supiera que era bandido. Logros de la dolosa teoría bisagra de la JEP-Farc”, dijo Uribe Vélez.
Así mismo, Uribe acusó a Mancuso de que “ahora cambia de versiones sobre El Aro para justificar el beneficio de la creación dolosa de la teoría bisagra de la JEP-Farc. Lo agregaré a las denuncias en Estados Unidos y ante la Fiscalía de Colombia”.
¿Qué viene ahora para el exparamilitar de las AUC tras ser aceptado en la JEP?
En un particular suceso, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó el sometimiento de Salvatore Mancuso como individuo incorporado a la Fuerza Pública entre los años 1989 y 2004. Esta decisión refleja la percepción de la JEP de que Mancuso tuvo un papel crucial como “bisagra” o “punto de conexión” entre las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la Fuerza Pública durante dicho período.
La decisión se adoptó por medio de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas durante la conclusión de la Audiencia Única de Verdad de Salvatore Mancuso, que se llevó a cabo este viernes 17 de noviembre, en Bogotá.
Mancuso participó de manera virtual en la audiencia, ya que se encuentra en Estados Unidos a la espera de la definición de su situación.
La aceptación del sometimiento implica que Salvatore Mancuso tendrá la obligación de contribuir al esclarecimiento de los hechos ocurridos durante el conflicto armado, proporcionando información veraz y detallada sobre su participación y la relación entre los paramilitares y la Fuerza Pública en el período mencionado.
Tras cumplir con su condena en EE. UU. por narcotráfico y mientras espera ser enviado a Colombia, Mancuso será juzgado por la Justicia Transicional, en virtud de su condición de “bisagra” o “punto de conexión”. Esto le permitirá acceder a beneficios jurídicos delimitados por la propia JEP.
Es importante destacar que Mancuso se convierte en el primer integrante de las AUC en ser admitido, no bajo la figura de exparamilitar, sino como “sujeto incorporado material y funcionalmente a la Fuerza Pública”.
Entre los compromisos adquiridos por Mancuso para ser aceptado, se encuentra la obligación de responder y proporcionar información novedosa sobre tres de los macrocasos que investiga la JEP.
Caso 03. Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado. Conocidos como los ‘falsos positivos’.
Caso 04. Situación territorial de la región de Urabá.
Caso 06. Victimización de miembros de la Unión Patriótica. La persecución y ‘exterminio’ de la UP.
Caso 08. Crímenes cometidos por la Fuerza Pública, agentes del Estado en asociación con grupos paramilitares, o terceros civiles en el conflicto armado.