SEMANA: En las largas audiencias de la semana pasada el grueso de la discusión fue jurídica y poco se escuchó de las explicaciones del exsenador Gil y del fiscal Bermeo al caer capturados luego de recibir 40.000 dólares de quien resultó ser un agente encubierto. ¿Cuál es la versión de estos? Gabriel Porras: Yo soy abogado de Luis Alberto Gil y del joven Yamit Prieto, conductor del exsenador, quien también fue capturado y enredado en este caso por parte de la Fiscalía. Bermeo tiene su defensor. No puedo hablar por él. Lo que le puedo decir es que el exsenador no hizo nada distinto a lo que hacen los políticos. Mire, la gente va donde un político y le dice ‘necesito hablar con tal ministro o tal persona para alguna gestión normal’. Eso fue lo que pasó, vino Villamizar y buscó al exsenador para una gestión pedida por el mexicano. SEMANA: Vamos en orden. Supongo que se refiere al también capturado Orlando Villamizar y al agente infiltrado que hablaba con acento mexicano. Gabriel Porras: Así es, don Orlando Villamizar y el tal mexicano que dijo llamarse Asaf. SEMANA: ¿Quién es Orlando Villamizar, qué relación tiene con el exsenador Gil y con el agente encubierto conocido en el caso como el mexicano? Gabriel Porras: Orlando Villamizar es un ciudadano que ha pertenecido a Opción Ciudadana. Amigo de Gil. En principio, al parecer, contactaron a Villamizar. A él lo habrían contactado unos conocidos que le preguntaron sobre un contacto, pero todo esto bajo la iniciativa de la DEA o de la Fiscalía. Las personas que contactaron a Villamizar sabían que este tenía una relación con el exsenador Gil. Villamizar ha pertenecido al partido político en el que también está el excongresista Gil. Un supuesto abogado mexicano, Asaf, le dijo a Villamizar que necesitaba una asesoría jurídica porque un cliente suyo tenía una cantidad de bienes que estaban en cabeza del señor Santrich. Asaf quería saber si alguien les podía ayudar en eso, buscaba a algún funcionario de la JEP, alguien que conociera el proceso, para que los orientara con el fin de no perder esos bienes ya que era inminente la extradición de Santrich. El mexicano decía que necesita una asesoría jurídica y que la pagaría muy bien. Puede leer: “Bermeo se infiltró en la JEP para delinquir”: Fiscalía SEMANA: ¿El mexicano Asaf se identificó o les dijo quién era su cliente? Gabriel Porras: Solo se presentó como abogado, nunca dijo el nombre de su supuesto cliente. Dijo llamarse así, el señor Asaf. Las personas de buena fe lo escucharon y listo. Todo eso fue el 28 de diciembre. Es muy curioso que por parte de la Fiscalía no hay absolutamente nada de lo ocurrido entre esa fecha y el 1 de marzo que fue cuando se dieron las capturas. ¿Qué pasó en ese interregno? ¿Qué gestión se hizo, cómo se hizo, cuáles fueron diálogos, si hubo o no compromisos y qué compromisos? Nada de eso se sabe. La Fiscalía no planteado nada al respecto. Y no lo hacen porque como lo dijo el fiscal general: no hay ninguna prueba, lo único es desde el 25 de febrero que aparece la carta de la DEA contándole a la Fiscalía de la supuesta red de corrupción. SEMANA: Y cuál es la versión del exsenador. Gil vive en Bucaramanga a qué venía a Bogotá el día en que fue capturado Gabriel Porras: Al parecer Orlando le pregunta al exsenador si tiene un amigo en la JEP para que dé una asesoría al tal abogado. Y Gil le dice inicialmente que no. Pero luego sí. El propósito era desacreditar a la JEP e interferir en el proceso de extradición de Santrich, pues ellos ya sabían que Bermeo el fiscal había sido candidato a la alcaldía de Popayán de Opción Ciudadana, movimiento en el que militaba también Gil. SEMANA: Villamizar no tiene abogado de confianza, lo defiende uno de oficio de la Defensoría del Pueblo. Y usted defiende a Gil y al joven conductor de este… ¿Gil y Villamizar están peleados? Gabriel Porras: No sé si haya alguna situación en ese sentido, no creo. Lo que ocurrió fue que todos fueron asaltados en su buena fe de todos. Y yo simplemente asumí la defensa de Gil y su conductor, nada más. SEMANA: Volvamos al tema del caso. ¿Cuándo entra en contacto el mexicano con Gil? Gabriel Porras: Eso fue en Bogotá, el mexicano fue al apartamento del exsenador en la capital. El 28 de diciembre pasado (ver fotos) hubo una reunión en ese apartamento. Ese día Gil conoció al mexicano. El tal mexicano penetró en el domicilio de Gil –de eso tenemos pruebas– con el propósito de infiltrarlo y si todo eso fuera legal la Fiscalía debió haber legalizado a través de un juez de garantías esos actos, antes o después, pero de eso no hay nada y por tanto son actos ilegítimos, ilegales. La norma dice, con relación al agente encubierto, que sus actos deben ser ordenados o autorizados por el juez de garantías, sin perjuicio del control posterior que se haga, luego ahí queda en evidencia que lo que hubo fue un engaño, un entrampamiento. Insisto, según la propia Fiscalía el caso arrancó formalmente el 25 de febrero con la carta de la DEA. ¿Cómo se explica lo que pasó antes? Hoy ya sabemos cuál era el propósito fundamental: hacer un escándalo en el momento justo en que debía entrar a definirse el tema Santrich.

Estas imágenes se registaron el pasado 28 de diciembre cuando el mexicano, quien dijo llamarse Asaf, se presentó en la residencia de Luis Alberto Gil acompañado de Orlando Vilamizar. Las fotos son parte de las evidencias con que el exsenador alegará que el agente encubierto actuó ilegalmente como agente provocador. Foto: SEMANA.  SEMANA: Y entonces según Gil de qué se trataba la reunión del 1 marzo en la que terminó capturado junto a Bermeo luego que este recibió 40.000 dólares por debajo de la mesa Gabriel Porras: Al parecer era para saber si el fiscal de la JEP podía o no colaborarle en la asesoría al mexicano, y este decía que iba a pagar bien por esa asesoría. Pero no es que existiera un acuerdo común con el mexicano. SEMANA: ¿De qué cantidad de plata se hablaba por esa supuesta asesoría? Gabriel Porras: De montos yo no sé porqué nadie me ha manifestado nada al respecto. El monto de los 500.000 dólares es una suma que se expresa en la carta de la DEA, salvo eso en ninguna parte nadie habla ni de 500.000, ni de dos o diez millones de dólares como se ha dicho. Nada de eso aparece. Asaf quería saber si alguien les podía ayudar en eso, buscaba a algún funcionario de la JEP, alguien que conociera el proceso, para que los orientara con el fin de no perder esos bienes ya que era inminente la extradición de Santrich. El mexicano decía que necesita una asesoría jurídica y que la pagaría muy bien. SEMANA: Pero hay un video, grabado en el otro hotel, en donde Villamizar estaba haciendo una negociación y se cuenta plata en efectivo en millones. “Cien de cien” dice Villamizar en una de los audios de esa reunión. ¿Según ustedes qué estaba ocurriendo en esa otra reunión? Gabriel Porras: El exsenador ignora todo eso, no sabe. Y Villamizar no ha explicado qué ocurrió en esa otra reunión. Al parecer, como yo lo dije en la audiencia, lo que pasó fue que Villamizar de jactancioso e irresponsable se puso a hablar falsedades, en situaciones así la gente habla carreta. Hay algo claro y es que ese agente infiltrado condujo toda la actividad para hacer ver estructurado un delito de concierto para delinquir. Todo se hizo engañando a estos. Desde luego, cualquier persona puede aparecer, solicitar alguna gestión y decir le voy a pagar bien. También está claro que las personas capturadas, por sus características particulares y profesionales no pueden tener el alcance que se les quiere dar de vender sentencias de la JEP o de narcotráfico, no podían tener ese alcance. Le sugerimos: La historia detrás de la operación encubierta SEMANA: ¿Qué explicación entonces tiene Gil para la escena en que Bermeo recibe los 40 mil dólares? Gabriel Porras: Él lo único que hizo fue observar. Todo ocurrió de forma sorpresiva: llegó el mexicano y le hizo esa entrega a Bermeo. Esa plata no pasó por manos de Gil, no fue que se la entregaron a Gil para que este se la diera a Bermeo, no. Gil simplemente fue un observador. Ahora, el hecho de pasarla por debajo de la mesa indica que fue una escena prefabricada para hacer ver eso como algo turbio pero fue totalmente sorpresivo. SEMANA: No creo, porque la esposa de Bermeo estaba cerca aguardando y luego que este recibió los fajos fue y se los entregó en el baño y volvió a la reunión… Gabriel Porras: Eso no está claro. Yo no he logrado tener una interpretación lógica de eso porque si uno mira los audios y videos se encuentra con que todo es absolutamente dirigido. Si uno analiza ve que los infiltrados dirigen todo, ponen los temas y al momento en que los ahora imputados van a responder hay bulla o simplemente el agente infiltrado corta. Siempre, cuando Bermeo, Gil o Villamizar van a decir algo, los corta. SEMANA: Los videos y audios tienen una calidad deficiente lo que los hace difíciles de comprender. ¿Por qué cree que eso pasa? Gabriel Porras: Todo eso lo hizo la Fiscalía y creo que los audios y videos fueron manipulados. Esa fuente o infiltrado, como lo presenta la Fiscalía, cometió delitos porque en Colombia está prohibido ser agente provocador. Esa actuación, de esa forma, es propia de los agentes provocadores, figura que está prohibida en Colombia, que no es admisible acá. SEMANA: ¿Por qué Bermeo habló sobre la carta extraviada que la JEP envió a Washington? Gabriel Porras: Fue el agente infiltrado el que pone el tema y dice algo así como que ‘damos un pago por lo de la carta’ y este (Bermeo) queda sorprendido y no dice nada. Yo digo, asumamos en gracia de discusión, que Bermeo supuso que le iban a dar una plata por algo que no hizo. Porque eso de la carta es algo que ocurrió el 10 de diciembre, tres meses antes, es imposible, nada tiene que ver… SEMANA: Pero Bermeo dice en un momento que la DEA se "emputó" y que Santrich quedó muy contento… Gabriel Porras: Claro, pero cañando porque ese es un evento ya pasado. Es más, la ministra de Justicia explicó ante los medios que el problema de la carta fue una situación atribuible a 4-72. ¿Pero por qué entonces no se abrió una investigación con ese hallazgo? ¿Dónde esos agentes hicieron algún trabajo para establecer que Bermeo pudiera tener alguna injerencia en la empresa estatal de correos que le diera posibilidad de desviar esa carta? Nada de eso hay porque no existe ni existió. SEMANA: A Bermeo, Gil y Villamizar la Fiscalía los involucra también en un lío de narcotráfico... Gabriel Porras: Sobre eso no hay absolutamente nada serio. Son vaguedades que se hablan en la reunión entre Bermeo y la fuente, Gil no tiene nada que ver. Todo es tan vago que no se sabe si están hablando de naranjas, de café o de qué. Ese es un buen ejemplo de que los cortan porque es el propio informante quien corta la conversación y dice ‘no, hablamos de lo concreto’ y aborta el tema para ir a lo que a él le interesaba que era lo de retardar supuestamente la carta por 30 días. SEMANA: Y cuando se habla de un magistrado y un secretario de la JEP ¿a quién se refieren? Gabriel Porras: Esa es otra afirmación que hace el infiltrado, eso no es un reconocimiento o afirmación que haga ninguna de las personas que están ahí y mucho menos Gil. Repito, el exsenador no hizo nada distinto a lo que hacen los políticos, ayudar con alguna gestión. En algún momento eso se puede calificar de tráfico de influencias, pero de ahí a ir a hablar de un concierto para delinquir o concierto con fines de narcotráfico o para vender sentencias, no tiene sentido. Todos esos son delitos imposibles, entre otras cosas porque están envenenados por la actuación irregular del agente provocador. SEMANA: La Fiscalía allanó la casa de Gil y se dice que encontraron 30 millones de pesos en efectivo... Gabriel Porras: Ese dinero era el retroactivo que el Congreso le había pagado a la esposa del exsenador Gil. SEMANA: El fiscal general afirmó que en los audios se menciona al magistrado Hormiga, refiriéndose al togado José Miller Hormiga, integrante de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP. ¿Qué sabe de esa mención? Gabriel Porras: Eso lo afirma el Fiscal General. Yo no escuché ese audio. En los audios se habla de un magistrado y de un secretario pero sin mencionar ningún nombre. El fiscal general es quien dice que se menciona o Hormiga. SEMANA: ¿En los celulares incautados a Gil, Bermeo y compañía habrá más información que los ponga en peores aprietos? Gabriel Porras: Absolutamente nada. Nada en absoluto. SEMANA: ¿Cuál cree que será la decisión de la juez sobre la medida de aseguramiento que solicitó la Fiscalía contra los capturados? Gabriel Porras: Estamos en Colombia y acá lo político supera lo jurídico. Condenas ha habido incluso desconociendo le ley penal, la doctrina y absolutamente todo. Todo mundo sabe que acá hay cohechos de una sola parte. Este caso es una novela cuyos escenarios y trama armó la Fiscalía. El agente encubierto actuó como agente provocador, probaremos eso.