Después de un año y varios meses, los niños de todo el país por fin podrán volver a las aulas a recibir clases presencialmente, gracias al avance en el proceso de vacunación de los maestros y, también, a las advertencias que ha hecho el Gobierno sobre las implicaciones que tendría para los profesores no volver a los salones.

Aunque aún son varios los retos que enfrentan los colegios para poder regresar a la presencialidad, toda clase de expertos, políticos y organizaciones han pedido que los jóvenes puedan volver a los salones, debido a las implicaciones negativas que está teniendo para su aprendizaje la virtualidad, además de las brechas educativas que se aumentan entre los estudiantes de familias de mayores ingresos y los de menores ingresos, o los que viven en zonas urbanas con los que viven en zonas rurales.

Sin embargo, los profesores agremiados a Fecode habían argumentado que no existían las condiciones de bioseguridad para impartir clases físicamente, sobre todo en instituciones de algunas regiones del país, en donde, en pleno 2021, no existe alcantarillado ni las condiciones de salubridad para poder garantizar los protocolos de bioseguridad que eviten contagios de niños o personal educativo.

A pesar de esto, los educadores accedieron a regresar a los salones de clases este martes 6 de julio, después de que se terminaron las vacaciones de mitad de año. Aunque es un escenario que se ha desarrollado intermitentemente durante este año, se espera que en esta ocasión se pueda extender y no deba interrumpirse por nuevos picos, teniendo en cuenta el avance de la vacunación en general.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo, señaló hace unos días que “los entornos escolares presenciales son el espacio natural para el desarrollo integral de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.

La funcionaria ha dicho en varias oportunidades que existe evidencia científica que demuestra que es necesario regresar a la presencialidad, por el bien y el desarrollo de los niños y jóvenes, y que hacerlo de manera biosegura y con todos los protocolos no implica mayor riesgo biológico para las personas.

“Las posibilidades de un presente y un futuro para los niños más vulnerables de esta generación se aumentan con el regreso a las clases de manera presencial en las aulas; con toda claridad, la Unicef recomienda que las escuelas sean las primeras en abrir y las últimas en cerrar”, explicó Angulo.

La titular de la cartera de Educación también explicó que para el próximo 15 de julio se tiene previsto que termine el proceso de vacunación de los profesores del país, es decir, la próxima semana todos contarían con inmunidad, lo que daría un parte de tranquilidad a la comunidad educativa, que exigía esto para regresar a la aulas.

Sin embargo, en algunas regiones, como Santander o Boyacá, se ha aplazado unos días el retorno a los colegios, debido a los picos de contagios de coronavirus, por lo que están esperando unos días a que baje el pico.

Por su parte, Fecode también se ha pronunciado sobre esta situación. El presidente del gremio de los maestros, William Velandia, indicó a varios medios de comunicación que “el tema del esquema de vacunación completo para maestros y maestras, del respeto a las comorbilidades y de las decisiones de los padres de familia, de la mano del gobierno escolar y de las autoridades locales, sanitarias y educativas deben verificar y garantizar las condiciones certificadas en nuestras instituciones para el retorno a esa escuela de la presencialidad”.

Toda esta situación involucra a casi 10 millones de colombianos en edad escolar, que se han visto afectados de la virtualidad, mientras comercios, restaurantes, cines y toda clase de actividades ya han regresado a la “normalidad”.