La crisis diplomática entre Colombia e Israel tiene con preocupación a los integrantes de la fuerza pública, dadas las graves implicaciones que traería para el país un eventual rompimiento de relaciones y una suspensión de la cooperación militar entre las dos naciones.

Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa indicaron que el Ejército sería uno de los más afectados tras un eventual rompimiento de las relaciones entre Colombia e Israel.

El vínculo de Colombia e Israel en materia de seguridad y defensa tiene décadas. Esto ha llevado a que el país de Oriente Medio se convierta, según expertos en el ramo, en el segundo socio más importante, después de Estados Unidos.

La preocupación no es para menos. Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa que hablaron con SEMANA recalcaron el traumatismo que generaría para los sistemas de comunicación de las Fuerzas Militares.

De acuerdo con los expertos, los sistemas de las Fuerzas Militares para comunicarse en zonas apartadas del país, para enviar mensajes secretos o cifrados, son israelíes. De acuerdo con las fuentes, un cambio de esa magnitud tardaría años y sería demasiado costoso. Mientras se hace esa transición, las operaciones militares contra estructuras como las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y el ELN se verían afectadas.

Incluso, el rompimiento de las relaciones podría afectar los vehículos de combate M1117, 4x4, que cuentan con equipos de comunicación israelíes. Recientemente, Colombia hizo una adquisición de estos vehículos con Estados Unidos para ser adaptados, pero, pese a ser de ese país, la tecnología en comunicación es israelí. En el 2021, Colombia recibió 20 M1117 de 145 que adquirió a las autoridades norteamericanas.

Otros equipos que tendrían problemas serían los cañones obús 155 de fabricación israelí que se encuentran ubicados en zona de frontera. Además, se vería afectado el suministro de municiones livianas como balas para las ametralladoras ligeras de la fuerza pública.

Si se rompen las relaciones con Israel, el Ejército se quedaría sin equipos de comunicación estratégica, según fuentes cercanas al Ministerio de Defensa. | Foto: Suministrada a SEMANA por el Ejército

Según los expertos, el Gobierno colombiano tiene que revisar con detenimiento, como se dice popularmente la letra menuda, los acuerdos que involucran a Indumil. A través de esta entidad, adscrita al Ministerio de Defensa, se logró la patente para la fabricación del fusil Galil israelí.

De acuerdo con las fuentes cercanas al Ministerio de Defensa, en el contrato para la fabricación y ensamble del Galil habría una clausula según la cual Colombia no podría hacer uso de estas armas en momento de presentarse un conflicto con Israel. Es decir, las armas tendrían que ser archivadas en los armerillos.

Las implicaciones de un rompimiento en las relaciones con el país de Medio Oriente iría más allá de lo ya expuesto. Las fuentes cercanas al Ministerio de Defensa indicaron que, en la actualidad, hay otros proyectos secretos en materia de seguridad y defensa entre los dos países, como prestar servicios de sistemas (software) para los equipos de inteligencia nacionales que se usan en operaciones de inteligencia de alto impacto.

Grupos criminales como el ELN y las disidencias de las Farc se verían beneficiados de un eventual rompimiento de relaciones entre Colombia e Israel. | Foto: AFP or licensors

En materia aérea, otros de los aspectos negativos sería para el mantenimiento de la ya casi obsoleta flota de aviones de guerra Kfir. Estos aviones, pese a que están en fase crítica, Israel es el país encargado de realizar el mantenimiento y actualización de los sistemas. De darse una ruptura en las relaciones, las fuentes señalaron que los aviones quedarían en tierra, desprotegiendo la soberanía nacional.

Según las fuentes cercanas al Ministerio de Defensa consultadas por SEMANA, una ruptura en las relaciones con Israel sería un golpe crítico al sistema de defensa nacional, teniendo en cuenta las décadas de cooperación con este país y lo complejo de los sistemas que manejan las dos naciones.

Según las fuentes, quienes terminarían pescando en medio de este río revuelto serían las estructuras de crimen organizado, que podrían sacar provecho del debilitamiento que tendría la fuerza pública si se rompen las relaciones.