Un panorama desolador dejaron los indígenas que durante ocho meses vivieron en el parque nacional de Bogotá, en medio de su lucha porque les restablezcan sus derechos, pero luego de ver el estado en el que entregaron el terreno, muchos se preguntan, “Por qué razón si ellos defienden la madre tierra y piden que les respeten sus territorios, no preservan también el ajeno”.
SEMANA estuvo haciendo un recorrido por el parque en el que se alojaron cerca de 1900 personas. Allí cocinaban, lavaban, dormían, jugaban. El contraste es evidente, hace un año el parque que colinda con la Universidad Javeriana, era verde, servía de centro recreativo y cultural. Hoy hay desolación. Lodazal y basura.
Toneladas de escombros, plástico, madera, ramas, colchones, plantas caídas, palomas y roedores tratando de rescatar algunos sobrados de comida que quedaron en el piso, decoran este viernes el paisaje. Es de resaltar que desde septiembre de 2021 los indígenas desplazados por la violencia de territorios como Chocó y Risaralda llegaron a Bogotá y ocuparon el Parque Nacional.
Según manifiestan desde la secretaria de Gobierno, desde 2020, el distrito dispuso más de 9.100 millones de pesos para la atención de esta comunidad en temas de salud, alimentación, educación y actividades para las mujeres y personas de la tercera edad.
En la noche del jueves 792 personas que se encontraban en el Parque Nacional fueron trasladadas a un albergue temporal mientras son retornadas a sus territorios de origen. Con este traslado, se completó la reubicación del 100 % de los integrantes de la comunidad indígena Embera que desde septiembre de 2021 se había asentado en el parque.
En lo que se refiere al retorno seguro de los Embera a sus territorios en Chocó y Risaralda, se han realizado tres procesos, en los que han sido trasladadas 1.543 personas los días 1 y 20 de diciembre de 2021. El más reciente, el 1 de marzo de 2022.
El secretario de gobierno Felipe Jiménez, confirmó que la comunidad cuenta con todas las garantías de atención integral “Alimentación, asistencia en salud y apoyo para proyectos productivos a través de la Secretaría de Desarrollo Económico recibirán quienes deseen quedarse en Bogotá, mientras son trasladados a sus territorios ancestrales por parte de la Unidad Nacional de Víctimas con el apoyo de la Alta Consejería para La Paz y Reconciliación Distrital, según el acuerdo firmado hace una semana con las Autoridades Indígenas Bacatá”.
Pero más allá de eso, no hay cómo ocultar la afectación al parque, y el Jiménez resaltó que “cueste lo que cueste”, el distrito va a agilizar la reparación del terreno. Este viernes se inició con la limpieza y recolección de escombros, luego lavado y desinfección, posteriormente la Secretaría de Salud hará operación de vectores y salud pública y para finalizar todo el equipo institucional del Distrito, liderado por la Secretaría de Ambiente, el Jardín Botánico y el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), se hará la recuperación del material vegetal y zonas verdes, según anunció Jiménez.
En conversación con SEMANA, el líder indígena Jairo Montañez indicó que la comunidad también protegió el parque librándolo de las mafias del microtráfico que se apoderaban en las noches del lugar. Confirmó que los palos de las sillas que fueron dañadas, los utilizaron para la guardia. Además invitó a la comunidad a no solo ser veedores del arreglo del parque sino también de que el gobierno cumpla los acuerdos pactados en la negociación.