Hace unos días los indígenas embera protagonizaron una batalla con la Fuerza Pública en el centro de Bogotá, cuando se tomaron el edifico Avianca y golpearon a varios uniformados. Los hechos se dieron con el fin de manifestar la inconformidad por el trato recibido y su imposibilidad por volver a sus territorios.
El gobierno del presidente Gustavo presentó un plan para el retorno de los indígenas embera que permanecen en Bogotá desde hace varios meses y que se encuentran instalados en el parque de La Florida, en el occidente de la ciudad.
La iniciativa fue presentada por la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí, quien dijo que se busca promover esfuerzos para la coordinación y cooperación que permitan el retorno sostenible de estas comunidades bajo esos tres ejes: territorio, identidad cultural y gobierno propio.
Sin embargo, Patricia Tobón, en su intervención ante la Comisión Primera del Senado de la República sobre las acciones desarrolladas para garantizar los derechos de los embera, explicó cuáles han sido las diferentes razones por las que estas comunidades han tenido que salir de sus territorios.
Según dijo, los emberas han tenido que desplazarse por cuenta de la violencia desatada en medio del conflicto armado y muchos de ellos no han podido regresar a sus territorios debido a que hay presencia de grupos armados y “no se les ha garantizado su seguridad”.
Otra razón es que las comunidades no cuentan con servicios integrales del Estado en sus territorios y por eso dependen de grandes ciudades como Bogotá. Por ello, uno de los puntos importantes para su retorno es que se garantice un retorno sostenible.
También la funcionaria resaltó la falta de vías terciarias, garantías de vivienda y desarrollo rural en los territorios en donde vive la población.
“Si estas comunidades no acceden a los programas de retornos con garantías para sus territorios, pues volverá a ocurrir lo mismo. (...) La intervención de la Unidad en los gobiernos pasados les llevó viviendas, pero el Estado no les ha hecho vías y hoy una comunidad que no tiene vías no tiene desarrollo”, agregó.
Tobón señaló que la dificultad para acceder a bienes y servicios básicos, la estigmatización y la falta de voluntad política son otros puntos clave para entender por qué la comunidad embera se ha asentado en lugares como Bogotá.
“Esa es la reparación integral de facto e histórica que cualquier víctima del conflicto espera, pues no van a ser posibles unos retornos dignos. La gente no se quiere devolver porque el Estado no le cumple. Tienen desconfianza porque se les ha incumplido muchas veces”, afirmó.
¿Qué se propuso en conjunto con el Gobierno?
Con respeto al tema territorial se prevé garantizar las condiciones de vida digna según la cosmovisión de los pueblos y comunidades étnicas, promoviendo la mejora de condiciones de agua, saneamiento y de las condiciones de habitabilidad según los usos y costumbres de cada comunidad.
Con el tema de identidad cultural, la entidad considera que “es necesario preservar los usos, costumbres, prácticas, rituales y cosmogonía de esos pueblos, apoyando, entre otras cosas, las actividades artesanales propias y su promoción como actividad económica, así como impulsar el respeto de las comunidades y pueblos étnicos”.
Igualmente, señaló que en relación con el tercer eje de la propuesta se busca fortalecer la capacidad de gobierno propio de la comunidad étnica, “identificando y caracterizando los grupos y/o familias pertenecientes a la comunidad que se encuentran fuera del territorio ancestral y definiendo con las autoridades tradicionales las necesidades para el fortalecimiento de la Guardia y Justicia propia”.