El Eln, la última guerrilla que queda vigente en el país y de la cual se calcula tiene alrededor de 1.200 personas en armas, no esperó ni siquiera 120 minutos después de que se acabara el cese bilateral al fuego que pactó con el Gobierno para cometer varios atentados terroristas. Los hechos se registraron en 4 puntos diferentes del país y, más allá de los daños materiales y ambientales desatados en las zonas de los hechos, también causó la muerte de un soldado que participaba de los operativos militares que se lanzaron para repeler las acciones ilegales de esta guerrilla.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, el soldado regular Luis Guillermo Acencio Alape, de la Décima Brigada del Ejército, fue asesinado este miércoles por el disparo de un francotirador del Frente Domingo Laín Sáenz, del Eln, en el municipio de Arauquita (Arauca), donde participaba de operaciones de control territorial tras los ataques terroristas.
Tan grave fue la situación que generó el accionar ilícito de esta guerrilla, que el presidente Juan Manuel Santos suspendió el comienzo de la quinta ronda de los diálogos de paz de Quito y le ordenó al jefe de la delegación oficial, Gustavo Bell, regresar de inmediato a Bogotá para analizar la continuidad de este proceso. La mesa de negociación, en definitiva, quedó en vilo. Los ataques que desataron esta situación fueron cuatro. La primera fue sobre la 1:15 a.m. en la región de Aguazul (Casanare), donde la guerrilla atentó contra la infraestructura del pozo Cupiagua. En la zona se tuvo que desplazar a varias familias, con el fin de evitar que las fugas que quedaron abiertas afecten su salubridad. Además, pero en hechos que en principio no estarían relacionados, en la misma región fue asesinado Leo Marín Rodríguez, contratista de Ecopetrol La situación se registró sobre las 6 de la mañana y está en investigación para determinar los autores y móviles del crimen.
Otro de los ataques se dio en la vereda La Cañaguata, en el municipio de Cubará (Boyacá), donde el Eln atentó contra parte de la infraestructura del Oleoducto Caño Limón-Coveñas que pasa por la región. Ecopetrol reportó que esto “produjo caída de crudo en un caño seco en una extensión de 300 metros”.
Y los otros dos atentados se perpetraron en Arauca también contra el Caño Limón-Coveñas. Uno se registró en la vereda La Granada y el otro en la vereda Miramar, ambas adscritas al municipio de Saravena. La Fuerza Pública, por orden del Ejecutivo, adelanta sendas operaciones militares para repeler al Eln y, por supuesto, permitir a Ecopetrol el acceso a las zonas. Es definitiva, por esto 4 ataques terroristas, es que el proceso de paz con esa guerrilla quedó en vilo.