El pasado lunes 31 de octubre, mientras se celebraba la fiesta de Halloween en las oficinas de Asobancaria, presuntamente ocurría un episodio “aterrador”, que tiene al mundo financiero conmocionado, en un exclusivo sector de Bogotá.
Tras la puerta de la oficina del presidente de este gremio, Hernando José Gómez, habría ocurrido un acto bochornoso: una de sus subordinadas supuestamente era besada por la fuerza y este hecho ya se convirtió en una investigación por acoso sexual, que, de paso, sentenció la salida del reputado economista de la Asobancaria.
Esa es la principal hipótesis que hoy tienen los investigadores internos del caso. Al siguiente día, la mujer, visiblemente afectada, llegó con la carta de renuncia en sus manos. Su decisión era irse de un lugar que ya no consideraba seguro; por el contrario, un sitio donde la acosaron en un posible abuso de autoridad.
Gómez llegó por la puerta grande a Asobancaria en enero de 2021, con 64 años. Su ascenso en el mundo financiero fue vertiginoso, se codeaba con los más reconocidos ejecutivos del país, pero este oscuro episodio terminó dejando una mancha en su hoja de vida. Su reputación se derrumba.
Es economista cum laude de la Universidad de los Andes, con especialización en Moneda, Banca y Economía Internacional de la prestigiosa Universidad de Yale. Fue director del Departamento Nacional de Planeación, presidente del Consejo Privado de Competitividad e incluso formó parte del equipo negociador del TLC con Estados Unidos.
Pero eso no es todo: su habilidad y conocimiento le permitieron ocupar el cargo de embajador de Colombia ante la Organización Mundial del Comercio, en Suiza; fue presidente de Camacol y codirector del Banco de la República. Por eso los focos hoy se ciernen sobre él.
La mujer que lo acusa, cuya identidad se mantiene en reserva, no tomó la decisión de denunciar de forma inmediata. Pasó casi una semana para que el presidente de la junta de Asobancaria, Mario Pardo Bayona, recibiera la llamada que lo puso al tanto del espinoso asunto.
Por tratarse de un caso de suma gravedad y posible violencia contra la mujer, se le encargó a Leonor Melo, del Banco Mundo Mujer. Además, contó con la supervisión de Javier Suárez, de Davivienda, para garantizar total objetividad. Ellos hicieron las indagaciones del caso.
Como si advirtiera la tormenta que venía, el jueves 10 de noviembre Gómez saltó del barco en llamas y presentó su renuncia. Pero la explicación causó más dudas, jamás se refirió al hecho, presentó argumentos económicos en un comunicado presuroso. Horas después lo notificaron de su salida mientras se aclara el bochornoso episodio.
La defensa de Asobancaria la adelanta el abogado Mauricio Pava. Se sabe que la próxima semana se evalúa radicar una denuncia formal ante la Fiscalía y solo hasta ese momento se conocerán detalles.
Al cierre de esta edición, se llevaba a cabo una junta en Asobancaria. Tras la reunión, según le confirmaron altas fuentes a SEMANA, y teniendo en cuenta los tratados de protección a la mujer, se analizarán dos puntos importantes. En primer lugar, si existe un patrón de conducta de este tipo dentro de la organización. En segundo lugar, establecer el comportamiento de la administración de Asobancaria para descartar lo que se conoce como eventos de ignorancia deliberada o complicidad pasiva.
Esto quiere decir que la investigación interna deberá determinar si las medidas preventivas eran lo suficientemente sólidas o si este es el resultado de no haber tomado decisiones a tiempo.
Entretanto, Gómez, quien hasta esta semana presidió Asobancaria, a donde llegó por la puerta grande, hoy sale por la de atrás, sin aplausos y seguramente muy pronto estará en el banquillo de los acusados dándole explicaciones a la justicia.