“Colombia y EE. UU. hacen historia”. Con estas palabras, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, destacó la llegada de dos aviones Hércules que donó ese país a Colombia para contribuir en la lucha contra la criminalidad organizada.

Los dos aviones son parte de los acuerdos de cooperación que existen entre las dos naciones, que tienen como fin atacar a las organizaciones ilegales dedicadas al narcotráfico, según explicó el diplomático.

Por su parte el ministro de Defensa, Diego Molano, indicó que con esta donación se completan tres aviones de estas características entregados por Estados Unidos. “Lo que estamos viendo es un propósito común de mantener la seguridad contra los delitos transnacionales como el narcotráfico y garantizar seguridad en el hemisferio”.

Agregó que “seguimos trabajando fuertemente para tener una Fuerza Aérea robusta, fuerte, que ayude a controlar las amenazas y que cuente con una gran capacidad humanitaria”, continuó el jefe de la cartera de Defensa (…) La defensa de la democracia y la libertad es uno de los valores que unen a nuestros países y que esperamos que en un futuro siga uniendo a nuestras naciones”.

Sobre las cualidades de las aeronaves, añadió que “estos aviones cuentan con una capacidad de carga de 16 toneladas y de transportar a 110 hombres armados y equipados, 64 paracaidistas y 72 camillas”.

Esta ayuda de los Estados Unidos a Colombia se conoce en medio de la reciente certificación en la lucha contra las drogas que fue expedida por la Casa Blanca a la Casa de Nariño.

En un memorando, el gobierno del presidente Joe Biden incluyó a Colombia en una lista de 22 países que se consideran grandes “productores” o países de “tránsito”. Sin embargo, solo señaló a Bolivia y Venezuela de “no haber realizado esfuerzos sustanciales para cumplir con sus obligaciones” en la lucha contra este flagelo.

“Designo a Bolivia y Venezuela por no haber realizado esfuerzos sustanciales durante los doce meses anteriores para cumplir con sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales contra el narcotráfico y tomar las medidas requeridas en la Ley de Asistencia Exterior (FAA). Animo al Gobierno de Bolivia a seguir tomando medidas adicionales para salvaguardar los mercados legales de coca de la explotación criminal y reducir los cultivos ilícitos que excedan los límites legales de las leyes nacionales para usos medicinales y tradicionales”, dijo el mandatario norteamericano.

En su comunicación, el presidente de Estados Unidos incluyó en la lista de principales países de tránsito o productores de drogas ilícitas a Afganistán, Birmania, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Pakistán, Perú, India, Nicaragua, Guatemala, Bahamas y México, entre otros.

“La epidemia de sobredosis y adicción a las drogas en Estados Unidos es una de las principales prioridades de salud pública de mi administración. Abordarla requerirá nuevas inversiones y una mayor cooperación con socios extranjeros para atacar a los proveedores de drogas ilícitas y a las organizaciones criminales”, dijo el mandatario.

A su vez, Biden manifestó que continuará trabajando con México y Colombia, “socios clave”, para dar “una respuesta colectiva e integral en la lucha contra “la producción y el tráfico de drogas sintéticas”, así como “para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales”.

Sobre los aviones Hércules que se encuentran en la base militar de Catam, en Bogotá, dijeron fuentes de la Fuerza Aérea que las aeronaves están listas para ponerse en funcionamiento y apoyar las tareas que designen los altos mandos militares, en zonas donde hay mayor afectación por parte de las organizaciones ilegales armadas como Nariño, Cauca y Norte de Santander, que cuentan con varios fenómenos de violencia como disidencias de FARC, Clan del Golfo, ELN, entre otros.