En medio de un combate en el departamento del Caquetá fueron asesinados dos militares por parte de las disidencias de las Farc de Iván Mordisco, quien busca acuerdos de paz con el gobierno nacional dentro de lo que se conoce como ‘paz total’.

Las Fuerzas Militares rechazaron el crimen a través del siguiente mensaje.

A su vez, la Fuerza de Tarea Omega, unidad a la que pertenecían los uniformados asesinados indicó que, “en las últimas horas, en zona rural del municipio El Doncello, Caquetá, en desarrollo de operaciones ofensivas se registraron combates entre tropas del Comando Específico del Caguán y la Estructura Rodrigo Cadete del Grupo Armado Organizado (GAO) EMC-FARC”

Añadió la fuerza militar que, “como consecuencia del desarrollo de las operaciones, el soldado profesional Henry Anderson Muñoz Daza murió en el lugar. Así mismo, el subteniente Andrés Felipe Ochoa Moreno resultó gravemente herido, quien lamentablemente falleció durante la evacuación helicoportada”.

Iván Mordisco dando declaraciones. | Foto: A.P.I

Agregó la autoridad militar que, “por su parte, producto de los combates se registró la muerte en desarrollo de operaciones militares de un sujeto, quien sería integrante de esta estructura, así como la incautación del material de guerra e intendencia que tenía en su poder. El material fue puesto a disposición de las autoridades competentes, quienes también realizaron los actos urgentes en el lugar”.

Es de recordar que en las últimas horas se conoció que el exministro Fabio Valencia Cossio, fue designado por el gobierno nacional para los acercamientos con las disidencias de las Farc de Iván Mordisco. Cossio habló con SEMANA

SEMANA: ¿Cómo llega a la mesa de negociación con las disidencias de las Farc?

F.V.: El expresidente Álvaro Uribe me llamó y me dijo que un vocero de Gustavo Petro le dijo que el presidente quería un delegado del partido en las negociaciones con las disidencias de las Farc, y que él consideraba que yo era la persona indicada por el conocimiento, la trayectoria, la participación en distintos procesos de paz, especialmente en el Caguán, y que si yo quería, el partido me nominaba.

F.V.: Le dije que, si era en nombre del partido, aceptaba, y que si era a título personal, no. Que lo haría si era importante y bueno para el país y el partido. Es renunciar a la tranquilidad, a muchas cosas, pero el país está primero. Decidí aceptar.

Fabio Valencia le confesó a SEMANA que habló hace un mes con el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda. El encuentro se extendió durante una hora en Bogotá.

SEMANA: ¿Hizo alguna exigencia?

F.V.: Lo único era que fuera en representación del partido, de una inmensa cantidad de colombianos que queremos la paz, pero que tenemos algunas consideraciones por hacer. La paz es un bien general, universal, al cual no se le puede dar un tinte partidista ni político. Y si podemos construirla desde todos, bienvenido. Estoy dispuesto a participar, a colaborar y a tener la esperanza de que es posible. Hay que tener fe. Es muy difícil, es muy complejo, pero hay que partir de la base de que se va a lograr.

SEMANA: ¿Habló con el jefe de la mesa de negociación?

F.V.: Sí, me reuní con Danilo Rueda (alto comisionado para la paz) en Bogotá, donde intercambiamos opiniones. También me llamó el secretario general de la Presidencia y hoy encargado de la secretaría privada. Eso fue hace un mes cuando me comunicaron que estaban estudiando la conformación del equipo negociador.

SEMANA: ¿A qué puntos de acuerdo llegó con Rueda?

F.V.: Me dijo que debía hacer contactos que, evidentemente, ya los hizo con ese grupo insurgente. El primer punto será el cese al fuego. Hice observaciones en el sentido de que debe ser verificable, muy bien establecido y, ojalá, con veeduría internacional.

A eso hay que ponerle seriedad, que lo que se prometa se cumpla y que, además, el país vaya viendo logros, que llamo victorias tempranas, para que esos procesos tengan credibilidad. También le dije que las negociaciones debían tener un término y que no fuera un proceso a término indefinido porque eso concluye mal. Además, que hubiera una agenda con un cronograma que le dé estructura y orden a una negociación. Si todo el mundo toma esto en serio, con responsabilidad y cumple, puede salir bien, pero debe ser muy serio y no como sucedió en el Caguán, donde las guerrillas engañaron al país y al Gobierno.

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