La operación Perseo en el departamento del Cauca no se detiene pese a los ataques con explosivos y otros ataques terroristas de las disidencias de las Farc por medio de la estructura Carlos Patiño.
SEMANA tuvo acceso a información de inteligencia militar en la que los mismos pobladores de la zona le cuentan a las autoridades con detalles de cómo son las reuniones que realiza este grupo ilegal para poder organizar la logísticas de las asonadas con las que pretenden retirar a las Fuerzas Militares de la zona.
“Alias El Mocho, alias Kevin, alias Giovanny, alias Carro Loco y alias Paola, están citando a campesinos, mototaxistas, cultivadores y recolectores de hoja de coca para que se organicen por grupos numerosos y que al detectar tropas en la zona, actúen en contra de los uniformados y mediante asonadas los obliguen a salir de la región”, dijo una fuente consultada por este medio de comunicación.
Según la información de inteligencia, los integrantes de estos grupos armados ilegales amenazan a las personas como campesinos, entre otras, para que pueda acudir a los encuentros que convoca. En dichos encuentros, hay unas listas en la que los asistentes deben colocar su nombre, número de contacto y actividad económica, lo que le funciona a las disidencias como la especie de un censo.
“Lo que han venido informando algunos campesinos, es que en dichas reuniones el ambiente ha sido absolutamente hostil y agresivo por parte de los miembros de la disidencias. En ellas, permanecen con su armamento terciado y visible hacia las personas, les prohíben el ingreso de celulares (se los retienen al ingreso y se los regresan al terminar) y les obligan a firmar unas planillas para mantener un censo sobre las personas que trabajan en la zona”, indicó.
La fuente de la inteligencia militar también le dijo a SEMANA que muchos de los campesinos del Cañón del Micay han sido maltratados por los integrantes de las disidencias, cuando estos se oponen a alguna orden de los terroristas.
“Otro hecho que ha sido conocido por las autoridades es que mediante el uso de improperios actos de violencia, las disidencias estarían instigando e instrumentalizando a las comunidades para que hurten armamento y material de intendencia a las tropas. Incluso les habrían ofrecido dinero a quienes robaran elementos a las tropas, acto que pondría en grave riesgo la integridad física y la vida de los campesinos”, agregó.
Las operaciones en medio de la operación Perseo no se detienen por parte de las Fuerzas Militares, pues en su desarrollo ha logrado decomisar importante material de guerra, así como también frenar los ataques que este grupo armado ilegal realiza con la utilización de los drones.
Es de vital importancia, según las autoridades, que la comunidad le pueda entregar información a los uniformados que hacen presencia en la zona para poder seguir atacando a las disidencias de las Farc.
Incluso, este domingo 27 de octubre, en Jamundí, Valle del Cauca, la Tercera Brigada del Ejército Nacional logró detener un ataque contra la fuerza pública detonando un cilindro bomba y una granada de mano que estaba sobre esta zona del suroccidente colombiano. La situación generó pánico entre las comunidades porque hubo combates y hasta atacaron con disparos las aeronaves que llegaron a apoyar la operación.