Varios datos reveladores arroja el Estudio Nacional de Consumo realizado por el Gobierno Nacional, liderado por los ministerios de Salud, Educación y Justicia. En el documento se muestra un incremento en el uso de sustancias entre las estudiantes de grados séptimo y once. Según la investigación, en ese rango de edad ellas están consumiendo más que los hombres alcohol, tranquilizantes sin prescripción médica, y sustancias ilícitas inhalables. "Existe la necesidad de brindar a los escolares programas de prevención del consumo con un enfoque diferencial de género", Estudio Nacional de Consumo 2016.La estadística en general genera preocupación ya que revela que 1 de cada 6 estudiantes en Colombia han consumido alguna vez en su vida una sustancia ilícita. Esto equivale a 520.000 jóvenes en todo el país. Las cifras y el desmantelamiento de organizaciones de microtráfico integradas por menores de edad al servicio de menores de edad, llevaron a que el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, elevara una alerta por lo que considera se está convirtiendo en una "pandemia". "En el caso del consumo de drogas el crecimiento es vertiginoso y preocupante. (...) En un año, 86.000 estudiantes en edad escolar manifestaron haber consumido cocaína, esto es el preludio de una verdadera pandemia. Queremos insistir en que la lucha contra el microtráfico y narcomenudeo tiene que ser una política de Estado", indicó En los primeros lugares de consumo se mantienen el alcohol y el tabaco. Sin embargo, muestran una tendencia a la baja que, en cambio, no se registra en las sustancias de uso ilícito. El estudio revela que en el año 2011 un 46.6 por ciento de jóvenes manifestaron haber consumido alcohol en el último mes; cifra que contrasta con un 36.3 por ciento de jóvenes que respondieron afirmativamente para el 2016. Los hombres fueron los que más reducción en el consumo registraron, y es cerveza la bebida más consumida, seguida por el aguardiente, el ron, el vino y el whisky.Puede leer: Análisis: la droga consume a los menores de edad Una tendencia similar se registró en el consumo de cigarrillo para todos los grados y en todos los tipos de colegio. Pasó de un 12.7 por ciento en el 2011 a un 7.6 por ciento en el 2016. Aunque las tendencias son alentadoras en estos dos apartes del estudio, las estadísticas siguen siendo altas y en el caso del cigarrillo 1 de cada 10 escolares de los grados décimo y undécimo manifiesta haber fumado dentro del último mes. Después de la marihuana, se ubican los inhalables, la cocaína y los tranquilizantes sin prescripción médica como las sustancias de más uso entre los jóvenes. En el grupo de los inhalables está el popper como la segunda sustancia ilícita más consumida y el dick como la quinta sustancia en orden de uso.
El estudio se realizó en el segundo semestre del 2016, alcanzando una muestra de 80.018 casos (representan un universo de 3.243.377 estudiantes de los grados séptimo a undécimo). Del total de encuestados, 52,5 por ciento son mujeres y 47,5 por ciento son hombres. Los jóvenes encuestados provienen en un 81,9 por ciento de establecimientos públicos y los restantes -el 18,1 por ciento- de colegios privados.Sube consumo de marihuanaEn el caso de la marihuana, las cifras arrojan que creció el consumo en estudiantes de un 6.9 por ciento a un 7.8 por ciento; el alza está fundamentada principalmente en el aumento del consumo de marihuana por parte de las mujeres; que pasaron de representar un 5.2 por ciento a un 7 por ciento en la medición. Al revisar el incremento de las cifras frente al consumo de cualquier tipo de sustancia (marihuana, cocaína, basuco, inhalables y éxtasis) las mujeres vuelven a aparecer en la cabecera. En el promedio general el consumo pasó de un 12 por ciento en el 2011, a un 13,4 por ciento en el 2016; en mujeres ese incremento fue del 9,7 por ciento al 12,6 por ciento. Esta estadística contrasta con los hombres, cuyo porcentaje se mantuvo en algunos indicadores, e incluso, se redujo. Por primera vez, el Gobierno Nacional midió lo que ocurre en a los jóvenes ubicados en zonas rurales. Las sorpresas las dieron las cifras de consumo de marihuana, de cocaína y la poca información frente al riesgo que hay en el uso de este tipo de sustancias. En zona urbana el consumo de marihuana con relación al último año fue de 8,46 por ciento y en las zonas rurales del 5,2 por ciento. En lo que respecta al consumo de cocaína las distancias se acortan: zona urbana el consumo durante el último año fue del 2,7 por ciento, mientras que en zona rural fue del 2.1 por ciento. En el consumo de cocaína del país también se registró un leve aumento: de 2.4 por ciento en el 2011, los indicadores pasaron a un 2.6 por ciento en el 2016. En contexto: Los 10 datos clave del consumo de drogas en ColombiaEn general, el uso de sustancias ilícitas es mayor para estudiantes de colegios públicos por encima de los privados. Mientras que el uso de cocaína en colegios públicos fue del 2.9 por ciento, los privados registraron un 2.3 por ciento; en el consumo de marihuana, el consumo fue del 7.9 por ciento en los públicos y del 7.4 en los privados.En este último indicador, los papeles se invierten al tratarse del éxtasis: 1.3 por ciento de los estudiantes de colegios públicos aseguró haber consumido en el último año respecto del 1.4 por ciento de estudiantes de colegios privados. En Antioquia, por ejemplo, el popper se ha posesionado como la sustancia de mayor uso en el último año, con casi dos puntos porcentuales sobre la marihuana. Además, es la segunda droga de mayor consumo en Caldas, Risaralda y Quindío (después de la marihuana), y tercera droga en Bogotá (después de la marihuana y el dick). En general, el consumo de poper se ha casi que duplicado: de 1,7 por ciento de estudiantes de dijeron haberlo consumido en el último año para el estudio del 2011, se elevó a un 3,7 por ciento que respondió afirmativamente en el 2016.En lo que tiene que ver con sustancias sin prescripción médica -medicamentos psicotrópicos, tales como tranquilizantes (Rivotril, Roche Rophynol, Xanax y Valium) y estimulantes (Ritalina y Cidrín)- el estudio revela que el 3 por ciento de los estudiantes tomó algún tranquilizante sin prescripción médica alguna vez en la vida.