Una nueva pata le nace a la historia del polémico edificio Aquarela en Cartagena. Ahora la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar, Siab, publicó un informe en el que señala que el estudio de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, SCI, que concluyó que la edificación debía ser demolida al tener fallas estructurales, no es exacto porque fue elaborado con base en la proyección de un tipo de suelo que no se acomoda al real. La Siab indica que una evaluación de su Comisión de Estructuras concluyó que el suelo era tipo D y no tipo E, como estableció la SCI, lo que habría determinado las conclusiones de su estudio. Por eso, “debe ser realizado nuevamente, tomando en cuenta la información real disponible”. Además, señala que un análisis estructural de una edificación siempre debe ser complementado con las visitas de rigor al lugar del proyecto y la ejecución de estudios más detallados, que confirmaran la revisión de planos y memorias de cálculo.

Los líos de Aquarela comenzaron cuando —en 2017— una comisión de la Unesco encendió las alarmas por la construcción de un edificio de gran altura en el entorno cultural protegido de la ciudad, en cercanías al Castillo San Felipe y las murallas del Centro Histórico. El proyecto, paralizado desde hace dos años, resultó inconveniente para la ciudad, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad. En el debate legal, la construcción ha sido examinada de arriba abajo sin que haya acuerdo entre los expertos. Ahora la Siab dice: "Se evidencia que el estudio de suelos revisado por la SCI es un estudio de suelos preliminar de fecha 26/02/16, que solo tiene 9 sondeos, cuando la realidad es que en el estudio de suelos final 5, elaborado por la firma CH Pereira Construcciones, se hicieron 12 sondeos, de los cuales los 3 últimos se realizaron a profundidad de 30, 40 y 50 metros. Adicionalmente, se realizó una prueba geofísica al suelo del proyecto con la realización de 3 líneas sísmicas realizadas por la firma Incigam, de 30 metros de profundidad, que confirman que el suelo es tipo D”. En conclusión, la Siab señala que la demolición del Aquarela se debería hacer por razones de patrimonio y no por las supuestas fallas estructurales que había señalado la SCI, y que usó la Procuraduría General para respaldar su orden al alcalde de Cartagena, William Dau. Lo que había dicho la SCI A finales de mayo, a través de un informe de 100 páginas, la Sociedad Colombiana de Ingenieros detalló por qué el edificio Aquarela debía ser demolido en el menor tiempo posible. La principal conclusión fue que tenía falencias importantes en cuanto al modelo de diseño y deficiencias estructurales, por lo que cualquier intervención que afecte la estructura no es permitida ni por la norma ni por la buena práctica de la ingeniería.

Según la SCI, esto dejaba sin piso el argumento entregado por la constructora, Promotora Calle 47 S.A.S., en el sentido de solo devolver a la ciudad un terreno correspondiente a 625 metros cuadrados por estar vulnerando el espacio público, mientras se esperaba un concepto técnico definitivo. En respuesta a la orden del procurador Carrillo, el alcalde Dau respondió con su particular estilo y señaló que cumpliría con lo pedido por el jefe del Ministerio Público, siempre y cuando este primero tomara acciones contra los funcionarios que participaron y autorizaron la construcción del edificio. “Yo, con gusto, tumbo el Aquarela, pero tú primero me resuelves todos estos casos de Cartagena. Haces tu trabajo y después hago yo el mío”, dijo Dau.