Pedro Bastidas es el empresario que tiene su nombre en dos procesos de relevancia para la Fiscalía, uno en Bogotá y el otro en Nariño. En el primero, aparece mencionado en el asesinato del auditor Hernán Franco, cerca del Parque de la 93. En el segundo, el escándalo de los contratos de la empresa de licores de Nariño, en el que resultó enredado el exgobernador Camilo Romero.
Los detalles de la investigación que conoció SEMANA tras el asesinato del auditor advierten que Bastidas se convirtió, al parecer, en socio de la empresa arrocera a la que Franco le prestaba servicios de consultoría. La misma que tendría algunos problemas por presuntos hechos de corrupción administrativa.
Una declaración que conoció SEMANA advierte que Bastidas se habría hecho al 40 % de las acciones de la compañía y que la adquisición no cayó en gracia a los herederos de la empresa arrocera que contrataron o continuaron con los servicios de Hernán Franco, lo que provocó duros encuentros, reclamos y hasta amenazas.
De hecho, y de acuerdo con algunas declaraciones, Bastidas estaría presente en la reunión que se frustró con el asesinato de Hernán Franco en la entrada del edificio donde estaba su oficina. Ese día también fueron convocados los herederos de la arrocera, pero aparecieron otros personajes que no estaban invitados y que se convirtieron en sospechosos.
La declaración de Bastidas resulta de relevancia para la investigación, en el propósito de conocer las circunstancias de su llegada a la empresa arrocera, de cómo las auditorías de Franco se convirtieron en un problema para las partes en la negociación, incluso saber lo que habría motivado el asesinato del auditor.
El enredo en Nariño
En el caso de la empresa de licores de Nariño, el nombre de Pedro Miguel Bastidas aparece en el principio de oportunidad que firmó Andrés Felipe Arango, primo del exgobernador Camilo Romero, en el marco de la investigación por presuntas irregularidades en la firma de millonarios contratos para la distribución de aguardiente en el departamento.
La Fiscalía, en su momento, le imputó cargos al exgobernador Romero tras advertir las irregularidades reveladas por su propio primo y donde Bastidas aparece en el expediente. Lo que dijo el testigo fue que el contrato para la distribución de 80.000 botellas de aguardiente, por 18.000 millones de pesos, era una contraprestación a los favores recibidos en campaña para la Gobernación.
Un documento conocido por SEMANA, que prorrogó el principio de oportunidad del primo del exgobernador, advierte que Romero, en campaña a la Gobernación de Nariño, se comprometió con Richard Giovanny Portilla Díaz y Pedro Bastidas a entregarles la adjudicación de la venta de aguardiente Nariño en sus diversas presentaciones. El exmandatario se declaró inocente.
“También sostendrá ante el alto tribunal, como testigo de la Fiscalía, que la anterior negociación fue a cambio de 1.400 millones de pesos recibidos en campaña –no reportados financieramente– direccionó la venta de licor aguardiente Nariño a la OLN, creada solo para esos efectos”, señaló en su momento la Fiscalía.
El ente investiga un presunto lavado de activos en los hechos que rodean la muerte de Hernán Franco. De ahí la necesidad de establecer la legalidad de los dineros que transitaron en la negociación para la compra de acciones de la empresa arrocera. Todo es objeto de verificación.