Mientras que Nicolás Petro, quien había confesado cómo se enriqueció ilegalmente con plata que recogió para la campaña a la presidencia de su papá, se declara ahora perseguido por la Fiscalía y viene dilatando el inicio de su juicio, en el mismo escándalo, su expareja, Day Vásquez, acaba de firmar un principio de oportunidad que podría significar la estocada final para el hijo del mandatario. A cambio de obtener inmunidad total, contará en detalle el enriquecimiento y la vida de lujos que se dieron.

SEMANA tiene en su poder la matriz de colaboración de Vásquez, que será presentada ante un juez. Allí cuenta en detalle los negocios oscuros que hacían y la participación de otras personas en los hechos. El documento de 36 páginas se convierte en una crónica de la vida de ricos y en el principal testimonio contra Nicolás Petro.

Day Vásquez.

El asunto es claro y se cuenta por miles de millones. “Las sumas de dinero no fueron entregadas como aporte a la campaña presidencial del entonces candidato Gustavo Petro, sino que fueron objeto de apropiación por parte de Nicolás Petro. De esta forma, para el año 2022, este ciudadano, quien se desempeñaba como diputado de la Asamblea Departamental del Atlántico, reportó un incremento patrimonial injustificado de mil cincuenta y tres millones novecientos once mil cincuenta y seis pesos ($1.053. 911.056), fondos que no provenían del salario percibido como diputado, ni de otra fuente”.

El informe señala que era tanto el dinero que recibían sin relación con su trabajo como diputado que la cuenta en donde le consignaban el salario no fue tocada en nueve meses.

En la matriz se lee con claridad cómo y en qué lugares fue la entrega de dinero del exnarco Santander Lopesierra y de Alfonso Hilsaca.

Vásquez contó la forma cómo, al ser encargado de la campaña a la presidencia de Petro en la costa Caribe, Nicolás aprovechó no solo para embolsillarse la plata, sino para recibir oscuros recursos de personas cuestionadas, como el fallido candidato a la alcaldía de Maicao Santander Lopesierra, el Hombre Marlboro, quien estuvo condenado en Estados Unidos.

“En el año 2022, recibió de Santander Lopesierra la suma de cuatrocientos millones de pesos ($400.000.000) en efectivo como aporte a la campaña presidencial de su padre, Gustavo Petro. Las sumas de dinero fueron recibidas parcialmente en las ciudades de Bogotá y Barranquilla”, se lee en el documento.

Además, señala que “el 18 de mayo de ese año y con el mismo propósito recibió doscientos millones de pesos ($200.000.000) de la persona conocida comúnmente como el ‘Turco Hilsaca’ a través de su hijo, Gabriel Hilsaca. Quince días después hubo una segunda entrega por el mismo valor, en efectivo, en el apartamento de Nicolás Petro”.

Gabriel Hilsaca.

Sobre este tema, la defensa de Gabriel Hilsaca ha sido clara en señalar que ese dinero no tiene nada que ver con su papá, que fue un aporte que decidió entregar a través de Nicolás Petro y que se verá reflejado en su declaración de renta.

No solo recibían dinero. En la confesión cuenta cómo “en similares condiciones recibió dinero de empresarios de la ciudad de Cúcuta y de un contratista de la ciudad de Villavicencio, este último además le entregó una camioneta marca Chevrolet Tahoe, de placas JCZ858”.

En el extenso y detallado documento, se hace un inventario de los bienes que fueron adquiriendo cuando aún eran pareja. Es el caso del lote ubicado en una exclusiva zona del municipio de Tubará, Atlántico, por más de 300 millones de pesos, que pusieron a nombre de César Emilio Vásquez, tío de Day.

Santander Lopesierra.

Además, un lujoso Mercedes-Benz, que costaba cerca de 200 millones de pesos y lo pusieron a nombre de Blanca Isabel Gutiérrez. La casa que pretendían comprar en Barranquilla, para la cual abonaron más de 600 millones de pesos, pero finalmente desistieron del negocio ante la ruptura. En este caso, nuevamente, el testaferro era el tío de Day.

Los detalles ponen contra las cuerdas a Nicolás Petro, pues se explican las movidas que hacía entre los años 2021 y 2022 para presentar sus declaraciones de renta, sin que fuera evidente el injustificado incremento patrimonial.

Son en total 11 puntos específicos sobre el enriquecimiento ilícito de Nicolás Petro que contó de forma detallada Day Vásquez para acceder a la inmunidad total y que difícilmente podrá explicar el exdiputado.

Con claridad señala que “el dinero (que recaudaban para campaña) era entregado a Máximo Noriega, amigo personal de Nicolás Petro y vinculado al equipo de trabajo del otrora diputado”. Noriega trató de quedarse con el aval del Pacto Histórico para la Gobernación de Atlántico, era la carta del hijo del presidente, pero, al estallar el escándalo, su aspiración se vino a pique y en el partido lo sacaron de la baraja.

Uno de los delitos que reconoce Day Vásquez es la interceptación a Laura Ojeda, actual pareja de Nicolás Petro. Como reparación, presentará excusas públicas. | Foto: Instagram: @lauraojeda

Como la plata se movía por fajos y en maletines, el documento en poder de SEMANA asegura que “el dinero era almacenado en la residencia de Nicolás Petro y Dayssuris del Carmen Vásquez Castro en una caja fuerte. La pareja alcanzó a almacenar la suma aproximada de mil cien millones de pesos (1.100.000.000)”. El mismo contratista del Meta que le entregó la camioneta le dio 40 millones de pesos, que también terminaron en la caja, y luego invertidos en las lujosas compras.

En su confesión también aparece el presidente Gustavo Petro, quien, aun cuando no conocía las jugadas de la pareja, sí fue enterado por la misma Day y no hizo nada. “Manifestó que en febrero de 2023 sostuvo una reunión con el actual presidente, Gustavo Petro, para contarle los pormenores de lo que circulaba en medios acerca del dinero que recibió su hijo. Señaló que el mandatario desconocía esos hechos y que además el dinero nunca entró a la campaña”, contó Day.

Day Vásquez contó la forma cómo, al ser encargado de la campaña a la presidencia de Petro en la costa Caribe, Nicolás aprovechó no solo para embolsillarse la plata, sino para recibir oscuros recursos de personas cuestionadas.

Eso, en lo que tiene que ver con el enriquecimiento ilícito. Pero también se presentaron delitos contra la administración pública: contratos chimbos que firmaron con la Gobernación y no ejecutaron. Era otra forma de embolsillarse dinero.

“En interrogatorio de 23 de agosto de 2023, la aspirante (al principio de oportunidad) mencionó a la Fundación Conciencia Social cuyo representante legal es Gustavo de la Ossa a quien no conoce, pero estableció comunicación con él vía chat. Añadió que el contacto lo hizo a través del padre de su hijo, Pedro Name, porque trabaja en la Alcaldía de Barranquilla”, se lee en el documento.

Y agrega sobre la polémica fundación que “aceptó haber recibido dinero junto con Pedro Name mediante el cobro de unos cheques porque los ayudaba con actividades en forma indirecta, pues no podía registrar ningún vínculo con la fundación por ser la esposa de Nicolás Petro. Sin embargo, su señora madre fue contratada por recomendación de la aspirante, igualmente para la ejecución de ese contrato fue contratado por la fundación Gabriel Name, hermano de Pedro Name”.

Nicolás Petro adquirió propiedades con los dineros recibidos.

Pero el principio de oportunidad delata a otras personas. La matriz de colaboración hace referencia a César Emilio Vásquez, el tío de Day, quien sirvió de testaferro, y la “amiga” Blanca Isabel Gutiérrez, a nombre de quien pusieron el Mercedes-Benz. Ellos son procesados por lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

También hay un proceso contra Jhonatan Cabrales, el propietario del proyecto inmobiliario ubicado en Tubará, quien habría dado documentos a Nicolás Petro para mentir en su declaración de renta. Es investigado por falsedad en documento privado.

Por corrupción se encuentra el proceso que involucra a la Fundación Conciencia Social, y están siendo investigados el contratista Gustavo de la Ossa; el secretario de la Gobernación, Raúl Lacouture; y Pedro Name, quien figura como funcionario.

Un capítulo aparte tiene que ver con un delito cometido en este caso solo por Day Vásquez: la interceptación de las comunicaciones de Laura Ojeda, actual pareja de Nicolás Petro.

“El 15 de septiembre de 2023, hizo referencia al pago que realizó para obtener información personal de Laura Ojeda, actual pareja sentimental de su esposo, con el fin de conocer desde cuándo mantenían una relación. Sostuvo que ante esa inquietud su amiga Pura Varela le manifestó que conocía a una persona que podía realizar esa labor. Agregó que pagó la suma de veinte millones de pesos ($20.000.000)”, se lee en el documento.

Sin embargo, no cuenta nada del autor material del ilícito: “El dinero fue entregado a un mensajero que enviaron a su casa (…). Afirmó desconocer a la persona que recopiló los datos, habida cuenta de que se comunicó con ella a través de Telegram utilizando un número oculto y la conversación fue borrada”.

La Fiscalía sostiene que entre 2021 y 2022 Nicolás Petro recibió más de 1.000 millones de pesos que no reportó. Day declarará contra ocho personas involucradas en los hechos.

SEMANA indagó sobre Pura Varela. Fue funcionaria de la Gobernación del Atlántico y estuvo por una época en encargo como secretaria de Interior. Con un factor adicional que debe ser valorado por la Fiscalía. Se llama Pura Inés Racedo Varela y, según el registro civil de matrimonio 07375820, está casada con Wilson Fernando Carvajal. ¿De quién se trata? Es un teniente coronel adscrito a la Policía Metropolitana de Barranquilla y estuvo hasta hace unos días como comandante en el municipio de Soledad, Atlántico.

Pero sobre Carvajal hay más. En 2015 fue señalado de dirigir una operación de interceptación y seguimientos contra la periodista Vicky Dávila y su equipo de trabajo, en ese momento en La FM, tras investigar hechos de corrupción en los que se había visto salpicado el entonces director de la Policía, general (r) Rodolfo Palomino. Su nombre aparece registrado en varios correos anónimos que llegaron a la periodista en los que advertían detalles de los seguimientos, como vehículos y equipos que usaron. Sin embargo, la Fiscalía nunca lo llamó. Todas las piezas están en la mesa, ahora la justicia debe armar el rompecabezas.