El 25 de septiembre de 2021 llegó la primera información de inteligencia que desembocó en la operación militar en la vereda Altos del Remanso, en Puerto Leguízamo (Putumayo), el pasado 28 de marzo, en la que murieron 11 presuntos disidentes de las Farc.
El 10 de marzo de 2022, empezaron los días cruciales para poder ejecutar el operativo, a cargo del Batallón contra el Narcotráfico No. 3. El 11 de marzo ya había un esquema de inteligencia básico. Entre el 12 y el 16 de marzo inició el proceso militar de toma de decisiones.
El 17 de marzo, el Ejército contaba con una emisión o una orden de operación. Ese mismo día se inició una inserción de asalto aéreo. Desde entonces, hasta el 25 de marzo, estaba en marcha la infiltración. Ese mismo día, hasta el 26, se inició la exploración y el despliegue de equipos y se analizó la presencia de 350 civiles en lo que sería el “bazar cocalero” en la vereda Altos del Remanso, organizado por integrantes de Comandos de Frontera, del frente 48 de las disidencias de las Farc, de la Segunda Marquetalia.
El 27 de marzo los hombres en tierra del Ejército detectaron la llegada de una lancha con 10 hombres armados que se atrincheraron en el burdel de Altos del Remanso.
Ese mismo día, hacia las 6.05 p.m., los comandos de alta precisión piden permiso para empezar a actuar. Sin embargo, “no se realiza la operación por alta presencia de civiles”, según se lee en uno de los documentos oficiales sobre el operativo, obtenidos en exclusiva por SEMANA.
Hacia las 9:00 p.m. de ese 27 de marzo, luego de detectar que los hombres armados consumían licor, se coordinaron los apoyos con la Armada. Vinieron varias horas de observación y de alerta con todas las unidades desplegadas en los alrededores de la vereda. Ya el 28 de marzo, hacia las 6:40 de la mañana, se ubican los miembros de la supuesta estructura criminal y hacia las 7:20 de la mañana “se realiza disparo TAP discriminando objetivo”, dice el documento en poder los investigadores.
A partir de ese instante se habrían iniciado fuertes combates, según el relato de los soldados que estuvieron presentes en el operativo. La balacera duró aproximadamente 2 horas. Los militares cuentan que recibían disparos desde el lado ecuatoriano, mientras ellos tenían sus principales unidades apostadas en forma de semicírculo entre los árboles, cubriendo la cancha, el burdel, las casas de los habitantes y el embarcadero. En medio de los combates resultó herido el soldado Rebinson Beleño, quien recibió tiros de fusil en uno de sus brazos.
A las 9:16 a.m., en medio de los feroces combates contra los integrantes del Batallón contra el Narcotráfico No. 3, les llegó apoyo de la Fuerza Aérea. Veinte minutos después también llegó el apoyo de la Armada. A las 9:52 de esa mañana ingresó la fuerza de reacción inmediata y se evacuó al soldado Beleño. Hacia las 11:50 a.m. hizo presencia el CTI de la Fiscalía y se cumplió la evacuación de los heridos, según la versión de las autoridades.
Este punto resulta bastante interesante por cuanto algunos habitantes de la zona aseguraron que la Fiscalía nunca hizo presencia y que, supuestamente, se habría alterado la escena de los hechos. Pero está probado que el CTI llegó al lugar y estuvo presente siguiendo minuciosamente el caso de cada una de las 11 personas muertas que harían parte de la disidencia de las Farc, del GAOR 48, de la Segunda Marquetalia.
Entre tanto, los cuatro heridos quedaron oficialmente registrados. Se trata de Ingri Nalleli Jipa Pama, de 19 años, quien fue dada de alta el pasado 30 de marzo. Así mismo, Vanesa Andrea Rivaliza Reyes, de 17 años y en estado de embarazo, puesta a disposición de Bienestar Familiar.
La otra persona herida fue Nora Andrade Cerón, de 40 años, quien tenía una medida de detención domiciliaria en Puerto Asis por el delito de tráfico y tenencia de estupefacientes. Sin embargo, estaba en el lugar de los hechos. Ella sigue hospitalizada. El cuatro herido fue identificado como Wilinton Luciano Galindo, de 38 años, y ya fue dado de alta.
Ingrid Nalleli, según los investigadores, habría sido observada prestando los primeros auxilios a alias Dayana, una presunta disidente de las Farc que resultó muerta en el operativo. Según la tropa, Ingrid Nalleli, ese día, habría sido vista “recogiendo y arrojando el armamento y radio del sujeto alias Gordo Anillo o Chiqui al río Putumayo”. Esta mujer, al parecer, sería integrante de la comisión de alias Bruno, del GAOR 48.
Los militares que participaron de la operación aseguran que, con el permiso del CTI, habrían tenido que mover dos cadáveres que quedaron sobre un barranco a punto de caer a las aguas del río Putumayo. Y niegan que hayan alterado la escena de los hechos.
Pero ese día en Altos del Remanso las cosas no terminaron ahí. Hacia las 4:30 p.m., habría habido un intento de asonada de algunos miembros de la población civil. Integrantes del cuerpo de asalto que realizó la operación les dijeron a los investigadores que la situación se puso tan complicada que tuvieron que obligar a la comunidad a ubicarse en la cancha principal porque había temor de que hubiese más personas armadas en las casas ya que todos habían estado de civil, tanto los pobladores como los presuntos disidentes de las Farc. Así lo prueba una fotografía en la que un militar se ve custodiando a los habitantes en la cancha mientras ellos están de espalda, mirando hacia el río.
El tiempo que pasó en esta situación permitió que los militares pudieran cerciorarse de que la vereda estuviera bajo control.
A las 5:58 de la tarde de ese 28 de marzo, el CTI y la unidad de asalto salieron del lugar y empezó a desarrollarse toda la investigación, mientras se hacían las inspecciones aéreas durante varios días, así como las pruebas de balística y las necropsias a los cadáveres.
En la operación terminaron siendo incautados cinco fusiles, una pistola, 182 municiones calibre 7.62 mm y 561 municiones calibre 5.56 mm. También se incautó una suma de 9.850.000 pesos.
Los militares niegan haber incautado más dinero o haberlo tomado a la fuerza, lo cual contrasta con la versión de algunos habitantes en la zona.
Otro punto a resaltar es que el Ejército reconoce que sus hombres iban vestidos de negro. La institución asegura que ese es el traje que utilizan las unidades dedicadas a las operaciones especiales contra el narcotráfico.
En el departamento del Putumayo, según cifras oficiales, hay 22.000 hectáreas de coca sembradas, ha habido 27 confrontaciones armadas entre 2021 y 2022, más de 100 asesinatos de los integrantes de las disidencias de las Farc en cinco años, 271 ataques contra la población civil en los últimos dos años (aproximadamente 11 por mes), ha habido 454 víctimas por mina antipersona en la última década y se cuentan 228 homicidios entre 2021 y 2022.
Actualmente hay una guerra el GAOR 48 de las disidencias de las Farc y el frente Carolina Ramírez, también disidente de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco y Gentil Duarte.