En medio de una novela se ha visto involucrada la inteligencia del Ejército, uno de los pilares más fuertes para combatir el crimen organizado y perseguir a los criminales más buscados y temerosos del país, pero que hoy está atravesando por lo que se conoce popularmente como líos de faldas, aunque en realidad se trata de denuncias de acoso que deben ser tomadas con la mayor seriedad.
A dos de los más destacados agentes de inteligencia les salieron a relucir sus viejos problemas problemas de faldas y los procesos que les abrieron las diferentes autoridades en su contra.
El primer caso es el del coronel José Luis Esparza, un curtido oficial en labores de inteligencia, considerado uno de los cerebros de la operación Jaque, el orgullo del Ejército en que fueron rescatados 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancourt y los tres ciudadanos norteamericanos.
Esparza fue denunciado en 2014 por Claudia Beltrán, una oficial de inteligencia, quien lo acusó de acoso sexual y laboral. Fuentes internas militares indicaron que esta denuncia, que estaba dormida en la Fiscalía, fue uno de los motivos por los cuales el pasado 10 de septiembre se firmó el decreto en el que se ordenaba el retiro del servicio activo del coronel, quien se encontraba realizando el curso de ascenso para brigadier general.
La salida de Esparza sorprendió a mas de uno, pues se daba por hecho que el oficial que logró el regreso de 15 secuestrados a la libertad sin disparar una sola bala debía ser premiado convirtiéndolo en general de la República, pero al final eso no sucedió.
SEMANA consultó con la defensa del Coronel Esparza, por el proceso de acoso laboral y sexual y este confirmó que la propia Fiscalía General de la Nación, que llevaba la investigación, decidió pedirle al juez en que reposa el proceso que se dé la preclusión al no encontrar pruebas en contra del exuniformado.
Según indicó la defensa del oficial en retiro, la fecha para llevar a cabo este trámite está a la espera de ser fijada por el juzgado en que se encuentra el proceso.
SEMANA también conoció que otro documento de carácter restringido, con fecha de 5 de diciembre del 2016, en que el Comando General de las Fuerzas Militares archivó la investigación que adelantaba contra el coronel Esparza por los mismos hechos.
Para personas cercanas al oficial, las Fuerzas Militares se habrían equivocado en retirar al coronel si uno de sus argumentos era el caso de presunto acoso laboral y sexual contra la oficial de inteligencia Beltrán.
El segundo caso que tiene en el ojo del huracán al Ejército es el del actual jefe de inteligencia, el general Mario González Lamprea, de quien se conoció recientemente tenía vigente un proceso penal en su contra por abuso sexual. El caso tiene que ver con que González Lamprea presuntamente se habría sobrepasado con una subalterna que lo buscó para denunciar supuestas malas conductas de superiores, pero en medio de la conversación habría sufrido la agresión del oficial.
Para la época de los supuestos hechos, el hoy jefe de inteligencia del Ejército era coronel, y su supuesta víctima fue la teniente Yeimi Muñoz. El caso, al tratarse de un general, será asumido en materia penal por la Corte Suprema de Justicia, y en lo disciplinario, SEMANA conoció que el oficial se acogerá a la versión libre ante la Procuraduría.
Fuentes militares, que prefirieron no revelar sus identidades al tratarse de una de las unidades más importantes del Ejército como lo es la inteligencia, indicaron que estos hechos salieron a la luz pública por una pelea cazada que tendrían Lamprea y Esparza desde años atrás.