Alejandro Cardozo, se convirtió en una nueva víctima del hampa que pareciera estar descontrolada en Bogotá. Él iba de regreso para su casa junto a su hermano David Cardozo, cuando al paso, en la cicloruta en la calle 26 con avenida Boyacá, les salieron tres extranjeros quienes los atacaron sin piedad, solo para robarles las bicicletas. Alejandro llevó la peor parte, uno de los criminales lo acuchilló en tres oportunidades, dejándolo mal herido, desangrándose en el piso.
Juan Pulido, es un domiciliario que utiliza con frecuencia la cicloruta por donde transitaba con frecuencia Alejandro para ir a su casa. Reconoce que ese sitio es muy peligroso, por la falta de luz y la poca vigilancia de la Policía.
Narró a SEMANA, que el lunes, cuando se presentó la tragedia, él pasó por el lugar unos minutos después de haberse registrado el atraco y vio a Alejandro tirado en el piso en malas condiciones y lo ayudó a subir a la ambulancia.
“Eso fue hacia las 7:15 o 7:30 de la noche, yo supe que habían salido unos atracadores de la parte de arriba del puente y los abordaron, no sé exactamente el número de personas, pero estuve en el momento de que lo atendieron los paramédicos. El hermano estaba muy alterado, me conmovió mucho. Él (Alejandro) estaba muy grave, estaba consciente pero ya se le veía muy débil, no podía hablar”, narró Pulido a SEMANA.
Contó que los paramédicos le pusieron un vendaje en el pecho y luego entre varios lo ayudaron a subir a una ambulancia. “La policía no tenía claridad sobre los sujetos (atracadores) y no sé si después con la declaración de los hermanos hubo más información, pero en el momento estaba alterado, el hermano presenció todo”.
La promesa que no pudo cumplir Alejandro a su novia
Laura Liz era la novia de Alejandro Cardozo, en su diálogo con SEMANA contó cómo fueron los últimos momentos que compartieron los dos. “Nosotros nos vimos por última vez el domingo, porque él se quedó en mi casa el sábado por la noche. El domingo nos vimos en la mañana, fuimos a desayunar, por la noche hicimos una videollamada y me dijo mañana hablamos”. Laura, estaba lejos de imaginar que esa sería la última videollamada que tendría con que considera el amor de su vida.
Recordó, entre lágrimas y sollozos, que Diego le escribía todos los días en medio de su hora de almuerzo, pero ese día no sucedió porque las redes sociales habían quedado fuera de línea. “Solamente me escribió a las 6 de la tarde y me dijo que ya se iba a ver con David (hermano) para recoger las bicis y que cuando llegará a la casa me llamaba”. Llamada que obviamente nunca recibió por culpa de la delincuencia.
Cuenta Laura que los dos tenían muchos planes juntos, entre ellos irse del país, quizás Australia o Canadá, el que primero resultara, todo porque Diego Alejandro era un tipo soñador, positivo, echado siempre pa’lante y con metas claras.
“La familia dice que el no era una persona cursi, pero conmigo era todo lo contrario, me regalaba flores, me escribía cartas, me decía que se quería ir para Australia, que él se iba primero y cuando ya estuviera estabilizado me fuera yo, o que si ese plan no resultaba que el otro año nos fuéramos a vivir juntos y luego nos fuéramos para Canadá”, cuenta Laura, mientras sus lágrimas caen por sus mejillas, trata de hacer un esfuerzo para contener el llanto pero al final se quiebra y cede al ver que los sueños de los dos fueron arrebatados.
Las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta 20 millones de pesos para quien brinde información que permita la captura de los criminales que apagaron la vida de Alejandro. Así mismo informaron que ya ubicaron, la que sería el arma con la que apuñalaron al amante de las bicicletas y el fútbol. Se trata de un chuchillo artesanal, con un mango de madera, el cual está en manos de los investigadores.