En fallo de segunda instancia un juez acaba de revocar la libertad condicional que le había otorgado un juez de control garantías, el pasado 10 de marzo, al profesor de educación física del colegio Marymount, Mauricio Zambrano, quien había sido imputado por el delito de abuso sexual de una de sus alumnas que, apoyada por su familia, presentó formalmente la denuncia ante la Fiscalía General.

Al destaparse este hecho, otras alumnas de la institución empezaron a revelar sus historias, lo que dejó sobre la mesa que se trataba de un comportamiento que no era nuevo y que pudo haberse prolongado, mientras era docente de la prestigiosa institución, en la que estuvo por más de 10 años, hasta que explotó este escándalo.

El juez aceptó la solicitud que hizo nuevamente la Fiscalía y la representación de las víctimas, y encontró méritos para cobijarlo con medida de aseguramiento intramural, es decir, mandarlo para la cárcel, por lo menos mientras avanza la investigación.

Pero hay dos factores que hacen que el asunto sea mucho más grave: los deplorables hechos habrían ocurrido en las propias instalaciones y, además, según cuentan testigos, este era un tema que ya era sabido por directivas y miembros del Marymount, quienes no tomaron medidas hasta que ya fue tarde.

Estas duras revelaciones se empezaron a conocer tras la captura del profesor Mauricio Zambrano, quien fue llevado ante el juez, le fueron presentadas una serie de pruebas y testimonios que ponen sobre la mesa el triste episodio que se habría dado con una estudiante de tan solo 14 años, que, apoyada por su familia, tuvo la valentía de hacer la denuncia. Personas del cuerpo docente del Marymount se atrevieron a romper el silencio y a señalar que esto no era nuevo.

El pasado 9 y 10 de marzo, la Fiscalía presentó uno a uno los argumentos para solicitar la detención en centro carcelario contra Mauricio Zambrano, quien estuvo acompañado de su abogado. | Foto: semana

En la audiencia de imputación de cargos Zambrano se declaró inocente de los hechos denunciados, asegurando que las relaciones que sostuvo con las estudiantes del colegio ubicado en el noroccidente de Bogotá fueron consensuadas. En esa diligencia judicial celebrada el 17 de marzo el juez rechazó la petición de la fiscal 224, adscrita a la Unidad de Reacción Inmediata de Usaquén, y declaró ilegales las 942 escuchas obtenidas mediante interceptaciones al celular del exprofesor y al de María Ángela Torres, quien en ese momento era la rectora del colegio Marymount.

Esto, según manifestó el abogado Jairo Porras, apoderado de Zambrano, fue inapropiado invadir la privacidad de las personas interceptadas. De hecho, anotó que desde el 2 de marzo, previo a que iniciaran las interceptaciones, el exprofesor ya se había presentado para entregar información como sus datos de contacto, laborales y familiares.

Igualmente, se rechazó la solicitud de medida de aseguramiento presentada por la Fiscalía General al considerar que no existía evidencia suficiente para enviar a la cárcel a Zambrano.

La alumna que decidió contarlo todo

El pasado 11 de febrero, una menor de 14 años le contó a su madre lo que había ocurrido con el profesor de educación física, detallándole los “acercamientos” que se habían presentado recientemente y que todo se había presentado bajo su consentimiento. Tras realizar diferentes diligencias, el caso se puso en conocimiento de las autoridades. Esto debido a que la ley es clara al castigar y sancionar este tipo de actos con menores de 14 años.

Este caso fue el que rebosó la copa dentro de la institución educativa que emitió un escueto comunicado anunciando una investigación interna y un reporte a la Secretaria de Educación. Esto motivó a que otras alumnas rompieran su silencio y denunciaran al mismo profesor por situaciones similares.

Entre ellas, Laura Giraldo, egresada del Marymount, quien aseguró que fue acosada constantemente por el docente, quien le hacía tocamientos indebidos e invitaciones a salir. En sus redes sociales publicó un extenso relato de lo que vivió en la institución y de lo que ocurrió cuando ella cursaba décimo grado.

“Me buscaba cuando estaba sola, aunque varias personas de mi promoción fueron testigos de lo que pasó, pero todas lo justificamos. Hacía comentarios morbosos y uno estando en décimo y once piensa que es el dueño del mundo, que ya creció y deja los comentarios pasar”, relató Laura.

Incluso, llegó a pedirle su número telefónico para contactarla por fuera de clases. “Cuando vio que me iba a quedar callada, fue más directo. Empezó a decirme: ‘Te quiero proponer algo’, como volviéndome cómplice, usando técnicas de abuso para lograr la satisfacción sexual que él quería. Fue un año en el que estuvo intentando pastorearme, digo yo (…) como un depredador”.

Esta denuncia pública tuvo una fuerte repercusión y obligó al colegio a publicar otro comunicado para referirse al tema. Laura hacía mención a que muchas de las directivas del colegio, pese a que conocían directamente lo que estaba ocurriendo, no hicieron nada. Debido a la fuerte presión y el debate que se formó en torno a lo que estaba pasando en el Marymount se anunció la destitución de María Ángela Torres y el retiro de Mauricio Zambrano.

Según indagaciones realizadas por SEMANA, son cerca de 20 exalumnas del Marymount que han hablado del tema, en especial en grupos de chat, pero en cuanto a denuncias formales ante la Fiscalía, solo hay una. La presentada por la familia de la niña menor de 14 años que sostiene que era una relación consentida, pero a los ojos de la ley es un delito si se trata de una persona mayor y con el nivel de influencia que puede tener un docente, y si es menor de 14 años.