En las últimas horas, según organismos de inteligenica colombianos, el disidente del proceso de paz con las Farc y líder de la organización criminal conocida como la Segunda Marquetalia, Iván Márquez, habría sido dado de baja en territorio venezolano en medio de un confrontamiento con otra banda dedicada al narcotráfico.
El 7 de febrero del 2022, SEMANA reveló las andanzas que tenían los disidentes del acuerdo de La Habana, mostrando de cerca el modus operandi de la Segunda Marquetalia, los delitos que cometen a diario, el armamento que poseían, sus ubicaciones, fotos de los campamentos y de los integrantes de esta peligrosa organización que actuaba a sus anchas en territorio venezolano. Este es el texto:
No hay dudas. Los prófugos Iván Márquez, Jesús Santrich, el Paisa y Romaña, quienes abandonaron el acuerdo de La Habana firmado entre las Farc y el Gobierno de Juan Manuel Santos, se esconden en Venezuela. El Gobierno colombiano tiene información exacta de sus movimientos y de los campamentos donde se ubican estos disidentes, y desde donde operan rutas del narcotráfico y planean acciones terroristas contra el país. Bogotá y Medellín forman parte de los blancos asignados al Paisa.
Las alarmas estaban encendidas, y Estados Unidos colabora con las investigaciones. La orden de Márquez pretendía arremeter contra la “oligarquía excluyente y corrupta”, tal como lo dijo en agosto de 2019. En total son 36 estructuras conformadas por 4.927 hombres armados, según las cuentas de inteligencia hasta junio de 2020, lo cual sugiere que a la fecha son más. El dato es sorprendente, pues esa cifra puede ser casi la mitad del total de guerrilleros desmovilizados en el acuerdo de paz con las Farc. De todos los disidentes, Márquez contaba con 861 integrantes en sus propias filas, agrupados en tres estructuras, una subestructura y diez comisiones. Gentil Duarte controla el resto de unidades disidentes. Se dedicaban al narcotráfico, a la minería ilegal y al robo de ganado en Colombia para venderlo en Venezuela.
En los últimos meses, fuentes humanas venezolanas decidieron colaborar de manera secreta con las autoridades colombianas y han cruzado la frontera para entregar las evidencias. De esa forma, los investigadores lograron armar una completa radiografía con pruebas físicas irrefutables sobre las andanzas de Márquez y sus hombres a lo largo y ancho de los 2.219 kilómetros de la frontera colombo-venezolana.
SEMANA reveló en exclusiva un paquete de las más recientes fotografías que probaban la presencia de los disidentes de las Farc en Venezuela, entre ellos, Santrich y Romaña. Era la primera vez que se divulgaban imágenes de sus campamentos, el armamento usado, sus camionetas de alta gama y hasta la avioneta, de matrícula venezolana, empleada para transportarse y traficar cocaína. Los disidentes de las Farc circulaban libremente en el vecino país y se camuflan entre los civiles en zonas rurales e incluso en áreas urbanas, como la ciudad de Elorza, a tres horas de Arauca, donde Márquez vive en un condominio protegido por el régimen de Nicolás Maduro.
En una fotografía, Santrich se ve a lo lejos, acompañado de dos personas más, vestidas de camuflado. Está junto a una camioneta, listo para subirse en ella, con sus particulares gafas oscuras. En esa misma serie de imágenes aparece el que sería uno de sus campamentos en Venezuela. El lugar es realmente rudimentario, con una carpa azul, que se mimetiza entre la vegetación del lugar de clima caliente. Santrich y su anillo de seguridad edificaron los campamentos con maderas de la zona y los protegen con carpas.
En otra fotografía se aprecian dos camionetas, una plateada y otra negra. En la primera se moviliza Santrich por las trochas de la frontera colombo-venezolana. Quienes lo acompañan visten uniforme militar y en su vehículo una mujer saca la cabeza por la ventana, mientras él se resguarda adentro. En la camioneta negra, de placa venezolana, van sus hombres de seguridad armados, pertenecen al círculo del Paisa. Las fotos fueron entregadas por las fuentes venezolanas a las autoridades colombianas.
En el archivo fotográfico sobresalen, igualmente, cinco imágenes de una avioneta de matrícula venezolana, tipo Cessna, cuyo número esta revista se abstiene de divulgar para no entorpecer las investigaciones. La aeronave permanece escondida en el matorral, pero en sus horas de vuelo, según los investigadores, no solo moviliza a los disidentes, sino también la droga. Esa información ha sido corroborada con testimonios de venezolanos que no apoyan que la dictadura de Maduro esté protegiendo a estos narcoterroristas. La avioneta se desplaza sin ninguna restricción por el espacio aéreo del país vecino y tiene varias bases en diferentes campamentos, según las rutas y las misiones encomendadas. Aunque ya se identificaron por lo menos diez pistas clandestinas, la aeronave tiene vía libre para aterrizar en cualquier lugar.