Cuando se conoció este jueves que entre los capturados por el asesinato del presidente de Haití había 15 colombianos, algunos militares retirados, en las fuerzas armadas del país muchos no daban crédito a uno de los nombres que salió a flote: Manuel Antonio Grosso Marín.
Se trata de un hombre realmente experimentado que había hecho a pulso su carrera en las fuerzas militares. Contaba con varios cursos especiales de combate, había sido miembro de las fuerzas especiales y de los escuadrones de antiguerrilla y era conocido por ser un hábil paracaidista que surcaba los aires sin miedo alguno. “Era uno de los más preparados”, le dijo a SEMANA alguien que lo conoce.
La trayectoria del hombre contrastaba con la crueldad y la premeditación del delito del cual se le acusa en Haití por estos días: el asesinato a mansalva del presidente Jovenel Moïse, después de apuntarle 12 certeros tiros. Grosso será investigado por ese crimen que conmociona al planeta. Se trata de un hombre de 41 años, que fue soldado profesional del ejército y oriundo de Sogamoso, Boyacá. Era miembro del batallón de infanteria Simón Bolívar No.1 y se retiró de la institución el 31 de diciembre de 2019. Las autoridades estudian si se trataba del líder del grupo de mercenarios en Haití.
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El jueves en la noche se conoció que al menos 28 atacantes participaron en el asesinato del presidente, 26 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano.
“Arrestamos a 15 colombianos y a los dos estadounidenses de origen haitiano. Tres colombianos murieron y otros ocho están sueltos”, dijo el director general de la Policía Nacional, Leon Charles, en una conferencia de prensa.
El miércoles, la Policía dijo que había ultimado a cuatro sospechosos. Charles no explicó la discrepancia. También dijo que “se recuperaron las armas y los materiales utilizados por los atacantes”. Charles prometió continuar la caza de los otros presuntos asesinos. “Fortaleceremos nuestras técnicas de investigación y búsqueda para atrapar a los otros ocho mercenarios”, aseveró.
En la tarde, las autoridades revelaron algunos nombres de los capturados y sus nacionalidades.
- Alejandro Giraldo Zapata (01-04-1980/Colombia)
- John Jairo Ramírez Gómez (17-05-1981/Colombia )
- Víctor Albeiro Pinera Cardona (02-07-1981/Colombia )
- Manuel Antonio Groso Guarín o Mauricio Groso Guarín (19-04-1980/Colombia)
- Joseph Vincent (28-09-1965/Haití)
- James Solages ( 19-08-1985/Haití)
El embajador de Haití en Washington, Bocchit Edmond, afirmó horas después que los asesinos eran mercenarios “profesionales” que se hicieron pasar por agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y que el ataque había sido “bien orquestado”.
Las declaraciones de Charles se producen tras el ataque a balazos el miércoles contra Moïse y su esposa Martine –que sobrevivió y se recupera en Miami– en su residencia de Puerto Príncipe.
El ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que detrás de este crimen estarían implicados militares retirados. “Frente al magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en el día de hoy la Interpol ha solicitado oficialmente información al Gobierno colombiano y a nuestra Policía Nacional sobre los presuntos responsables de este hecho. Inicialmente la información señala que son ciudadanos colombianos miembros retirados del Ejército Nacional. Hemos dado las instrucciones por parte del Gobierno Nacional a nuestra Policía y al Ejército para que de inmediato se preste la colaboración en el desarrollo de esta investigación para que se esclarezcan estos hechos. Toda la disposición de nuestra fuerza pública con la hermana República de Haití”, dijo Molano.
Las investigaciones en Haití
La Fiscalía de Puerto Príncipe llamó a declarar a los responsables de seguridad del presidente Jovenel Moïse, quien fue asesinado el miércoles, anunció el jueves el fiscal jefe de la capital de Haití. “Di orden a la Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ) de tomar declaración a todos los agentes de seguridad cercanos al presidente Jovenel Moïse”, dijo Me Bed-Ford Claude, comisario del gobierno de Puerto Príncipe.
Los dos responsables de la seguridad del presidente fueron convocados para el 13 y 14 de julio, agregó. “Si eres responsable de la seguridad del presidente, ¿dónde estabas? ¿Qué hiciste para evitarle este destino al presidente?”, se preguntó Claude, encargado de iniciar los procedimientos judiciales en nombre de la sociedad haitiana.
Moïse recibió 12 balazos en su residencia en la madrugada del miércoles. Su esposa, que resultó herida, fue trasladada a Miami, donde se recupera.
El país más pobre de las Américas ahora carece de presidente y de Parlamento activo, mientras dos hombres afirman estar al mando y se disputan el cargo de primer ministro. El país esta en “estado de sitio” por 15 días. Moise gobernó por decreto desde enero de 2020, al haber expirado el mandato del Parlamento sin nuevas elecciones. Apenas dos días antes de su asesinato, el lunes, había nombrado a un nuevo primer ministro, Ariel Henry.
Henry, que aún no había asumido sus funciones, es el séptimo primer ministro nombrado por Moise en cuatro años y afirma que él es el legítimo primer ministro, no Joseph. La mayoría de los líderes de la oposición han acusado a Joseph de hacerse con el poder de forma ilegal tras el asesinato. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llamó a Joseph el jueves y especificó que había hablado con el “primer ministro interino” de Haití.
Además de la inestabilidad política, Haití está siendo azotado recientemente por el aumento de la violencia de las pandillas, que se han especializado en los secuestros para exigir rescate. Desde junio, los enfrentamientos entre bandas rivales en la zona occidental de Puerto Príncipe han interrumpido el tráfico entre la capital y el sur del país. El 30 de junio, 15 personas murieron durante un tiroteo en la ciudad, entre ellas un periodista y una activista opositora.
Preocupación internacional
El asesinato del presidente haitiano conmocionó a la comunidad internacional, que ha expresado preocupación por el futuro del país, asolado por la inestabilidad política, la pobreza y los desastres naturales.
Por temor a nuevos disturbios, el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos y los países europeos pidieron que se celebren elecciones legislativas y presidenciales el 26 de septiembre, tal como estaba programado. El espacio aéreo haitiano se cerró para evitar que los atacantes huyeran del país. La vecina República Dominicana cerró la frontera y reforzó la seguridad limítrofe.
En Puerto Príncipe, los comercios, los bancos y las estaciones de servicio estaban cerrados, mientras la población esperaba tener explicaciones: quién mató al presidente y por qué.
Con información de la AFP.