Desde que se conoció la trágica muerte del famoso estilista Mauricio Leal y su mamá, Marleny Hernández, las principales sospechas rodearon a una de las personas más cercanas, su hermano Jhonier Leal. El viernes en la noche las dudas se convirtieron en certezas para la Fiscalía, pues lo capturó como presunto responsable de este doble homicidio, ocurrido en la madrugada del 21 de noviembre del año pasado, en un lujoso condominio ubicado vía a La Calera, donde vivía Leal.
La acusación contra Jhonier es grave. Le imputarán cargos por los delitos de homicidio agravado por el parentesco, por estado de indefensión y sevicia, y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio. La Fiscalía pedirá medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.
Jhonier Leal junto con el conductor de Mauricio, Jair Ruiz, fueron quienes descubrieron la trágica escena de los cuerpos sin vida del estilista y su mamá en la habitación del propio Mauricio y dieron aviso a las autoridades. La Policía y la Fiscalía llegaron muy pronto. El asesino armó la escena para hacer creer que Mauricio le había quitado la vida a su mamá y después se había suicidado. Una carta, supuestamente escrita por él y revelada en exclusiva por SEMANA, se quiso mostrar como la prueba de la decisión del famoso estilista de quitarse la vida.
Pero poco a poco las pruebas y las evidencias fueron cambiando el rumbo de la investigación, y fue el propio fiscal Francisco Barbosa quien le contó al país que se trató de un doble crimen, en el que todo enfilaba a que el responsable era presuntamente Jhonier Leal.
Se fueron sumando serias dudas, que fueron reveladas por SEMANA. Por ejemplo, la misteriosa herida con arma blanca que tenía Jhonier en su mano derecha. Al ser cuestionado por ella, solo atinó a decir que se había cortado con unas tijeras en el salón de belleza. En el cuerpo de Mauricio se encontraron algunos hematomas y rasguños como si se hubiera tratado de defender; incluso en los nudillos tenía heridas que dieron pistas.
Después del crimen, Jhonier le dio dos entrevistas a SEMANA y sus contradicciones fueron evidentes sobre las últimas horas de vida de su mamá y de su hermano. Precisamente, Jhonier había decidido en las últimas semanas irse a vivir con ellos. Estaba pasando por un proceso de separación de su esposa, y las cosas en su negocio, que también era una peluquería, no iban de la mejor manera.
Esto dijo en entrevista con SEMANA sobre lo que sucedió la noche antes del doble homicidio: “Compartí con ellos hasta las horas de la tarde del día anterior. Vimos películas, dormimos juntos, luego ellos se quedaron en el cuarto y yo decido bajar a Bogotá a visitar a un amigo que estaba de cumpleaños. Subo después de las 11:30 de la noche aproximadamente, ellos ya están acostados, mi mamá dormía con Mauro en el cuarto. Les hablé en voz baja y me dijeron: ‘Buena noche, que duermas’”.
Jhonier, al tiempo que decía que era el más interesado en que se aclarara el crimen y dieran con los responsables, en poco tiempo estaba haciendo las gestiones para ponerse al frente de los negocios de su hermano.
Otro asunto que llamó la atención de los investigadores fue la insistencia de Jhonier, esa mañana del lunes, para que Jair, el conductor de Mauricio Leal, fuera la persona que se desplazara hasta la vivienda a fin de saber qué pasaba con sus parientes, pues no contestaban el teléfono. Era evidente que él no quería ir, sino que fuera el conductor quien descubriera lo que estaba pasando. Sin embargo, terminaron yendo los dos.
Pero hay un dato más: cuando llegaron a la casa, Jhonier le entregó las llaves a Jair para que fuera él quien entrara y averiguara. El conductor ingresó a la casa y al notar un extraño silencio le dijo que era mejor que él lo acompañara porque algo extraño estaba pasando. Estando los dos en la vivienda, Jair se metió por una ventana que hacía de puerta en la habitación y los encontró muertos.
“Que hiciste, Mauricio”, dijo Jhonier al ver los cuerpos sin vida de su hermano y su mamá; se puso las manos en la cabeza y exclamó: “¿Pero qué pasó, Mao, qué hiciste?”. Al mismo tiempo, Jhonier, quien en ningún momento mostró señales de verificar si aún estaban con vida y les podía dar algún tipo de auxilio, le pidió a Jair que no tocara nada y se salieran a esperar a la Policía, lo que también levantó sospechas.
Tantas eran las dudas que crecían sobre Jhonier que su propia familia creó dos chats en los que hablaban de la tragedia, pero en uno de ellos no fue incluido. Jhonier se iba alejando cada vez más de su familia, y junto con su excompañera al parecer estaban buscando la manera de tomar las riendas de la peluquería de Mauricio, en el exclusivo sector de la Zona Rosa de Bogotá.
Las pruebas forenses
Lo último que se sabe de Jhonier antes de su captura fue que estuvo por fuera de Bogotá. Habría viajado a Cali y les había pedido a las personas de su círculo cercano que no se refirieran más al tema y esperaran el resultado de las investigaciones.
Las versiones de Jhonier sobre lo que sucedió definitivamente eran contrarias para la Fiscalía, pues la evidencia forense decía otra cosa. Según los informes de Medicina Legal, el crimen se habría cometido en un margen de 30 horas atrás.
En el informe forense se refieren a la última señal de vida del famoso estilista. “La víctima Mauricio Leal envió mensaje de audio por la aplicación WhatsApp a las 9 y 55 de la noche, determinando que a esa hora se encontraba con vida”. Lo mismo sucedió con su mamá: “Basándonos en los EMP (Elementos Materiales de Prueba) y EF (Evidencia Física) recolectados en el proceso de la referencia se ha determinado que la víctima Marleny Hernández se encontraba con vida el 21 de noviembre de 2021, a las 7 y 14 de la noche, momento en que envía mensaje de voz por la aplicación WhatsApp”, dice el documento.
Los rastros de la mafia
Además de la investigación por el doble crimen, la Fiscalía también avanza en otra línea del proceso sobre lavado de activos. A Mauricio Leal al parecer le endulzaron el oído. Aunque era uno de los estilistas más reconocidos del país y su fama crecía como la espuma, le llegaron con una propuesta: ampliar su negocio y que su nombre y prestigio no solo sonaran en Bogotá, sino en otras ciudades de Colombia. Pero el plan iba más allá, pasaría así de ser el estilista del jet set criollo a codearse en pasarelas internacionales, alfombras rojas y con estrellas de la farándula mundial.
Cumplir esto requería una inversión millonaria, y hay rastros de que detrás de ese capital estarían presuntamente herederos del cartel del Norte del Valle y de Wílber Varela, alias Jabón, uno de los capos de esa organización criminal muerto en Venezuela. La fórmula era clara: por medio de los negocios de Leal, que buscaban expandir en el exterior, entrarían fuertes sumas de dinero para ser lavado. Por su parte, el estilista vería crecer su imperio convirtiéndose en una estrella.
La peluquería de Mauricio Leal era un éxito, la cita obligada de los famosos cuando de belleza se trataba. La facturación era grande y ahí se convirtió en un botín importante para quienes le ofrecieron participar en la triangulación de dinero con fines de lavado. Sin embargo, su tranquilidad empezó a quebrarse cuando supuestamente pusieron una persona que estuviera muy cerca de él y al frente de los millonarios movimientos de dinero.
Según se conoció, el negocio incluía llevar la marca a España, donde miembros de la red criminal que abordó a Leal tenían tentáculos y necesitaban justificar sus movimientos de dinero.
Al mismo tiempo que era capturado Jhonier, la Fiscalía impuso medidas cautelares de embargo de algunos bienes de Mauricio Leal, entre ellos su peluquería, la lujosa casa en la vía a La Calera y dos automóviles. Los bienes están avaluados en más de 4.000 millones de pesos, y en una de sus sociedades aparece una cuenta con activos por más de 1.600 millones de pesos.