El 25 de octubre de 2020, comandos de inteligencia de las Fuerzas Militares y de Policía ubicaron con precisión a Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias Uriel, quien era uno de los jefes del frente de guerra occidental del ELN. Tras seguirle el rastro por años, Uriel cayó abatido durante la operación Odín, en un cambuche de la vereda Barranconcito, en el municipio de Nóvita, en la espesa selva del Chocó.
En ese lugar las autoridades se sorprendieron al encontrar, además de armamento, un panel solar y potentes antenas de internet. Pero lo más importante, y que hasta ahora se mantenía bajo absoluta reserva, fue un verdadero arsenal de equipos informáticos donde se almacenaban 3,2 teras de información, que equivalen a 2 millones de archivos. En total, los hombres de inteligencia incautaron siete computadores portátiles, 11 discos duros, 24 memorias USB, tres tabletas, 23 teléfonos celulares, equipos de GPS, cámaras fotográficas y radios de telecomunicación. Los archivos fueron encontrados por hombres de inteligencia y estaban encriptados bajo una sofisticada modalidad para blindar los datos. A diferencia de lo ocurrido con los famosos computadores de Raúl Reyes, Uriel no utilizaba correos electrónicos comerciales en sus comunicaciones con el comando central del ELN, cuyos miembros en su mayoría permanecen en Cuba y Venezuela. Tampoco para hablar con sus contactos en Ecuador, Brasil, Honduras, Venezuela, Guatemala, Chile, Argentina y Francia, entre otros.
Las comunicaciones de este temido y poderoso comandante guerrillero, que duró 25 años en las filas del ELN, se desarrollaban por medio de correos humanos y de archivos enviados de computador a computador. Sin embargo, para tener control, Uriel se dedicó a archivar cada conversación en extensos archivos de Word y en mensajes de voz que él mismo grabó.
SEMANA tuvo acceso a los primeros documentos que los organismos de inteligencia lograron desencriptar, que ya están judicializados y en cadena de custodia. La divulgación de las comunicaciones de alias Uriel pone al descubierto los alcances criminales del ELN en América Latina y Europa, sus planes para convencer a jóvenes de sus causas, sus contactos de alto nivel, sus intereses políticos, sus millonarios negocios y sus planes delincuenciales ejecutados milimétricamente.
Por ejemplo, hace unos cinco años, Uriel dejó por escrito que planeaba secuestrar o asesinar a los hijos del expresidente Álvaro Uribe. El exjefe guerrillero tenía información de que los hijos del expresidente visitaban una iniciativa hidroeléctrica en el municipio de Apía, en Risaralda, y así describe lo que tenía pensado, al reportarle a sus jefes conversaciones con terceras personas. “En Apía hay un proyecto de hidroeléctrica. Lo curioso es que no se sabe por qué, pero los hijos de Uribe han visitado el lugar en helicóptero. (El nombre clave para el asunto es “Los ratones”). Le dije que obvio nos interesaba. Que necesitábamos más info, si eran accionistas, cada cuánto iban o irían, si había forma de saber con tiempo cuándo lo harían. De igual manera, que si tenía alguna masa de confianza donde se pudiera apoyar un comando que pusiéramos en la zona. Y también que si tenía gente de confianza en la zona que pudiera montarse en esa tarea, la mandara para un cursillo rápido de inteligencia para dotarla de medios técnicos para el trabajo”.
No obstante, el sanguinario Uriel no descartaba asesinar a los hijos del expresidente y hablaba con prepotencia de lo que podría ser el impacto político de una acción criminal como esta. “Le planteaba yo, además, que lo económico, llegado el caso, podría ser de añadidura; si no veíamos garantías para una retención, pensábamos en ejecución, con explosivos, control remoto, lo que aplique. De todas formas, el “impacto político”… ¿Sí ve? No tiene precio. Claro que si hay platica, mejor… pero sacarlos de allá, creo que se nos puede salir de las manos. El operativo envolvente en una zona tras las líneas sería una odisea sortearlo”.
SEMANA contactó a Tomás Uribe, quien confirmó que, por sus proyectos relacionados con la construcción de centros comerciales, por lo menos una vez al mes viaja al departamento de Risaralda.
Ecuador y el amigo del cinturón
Los investigadores tienen en su poder una carpeta en la cual reposan decenas de archivos con las comunicaciones de Uriel que demuestran el interés del ELN en la campaña presidencial de Ecuador, cuyas elecciones se realizarán el próximo 7 de febrero. En sus reportes a la cúpula del ELN, Uriel informa de un millonario “aporte préstamo” económico a por lo menos una campaña. En un mensaje dirigido a Felipe y Guillermo, contactos del ELN en Ecuador, Uriel les escribe: “Quisiera me contaran del capital entregado al binomio para el señor de la mariposa del sur MS, después de la cumbre mundial de internacional progresista (...) Los comuneros nos informaron de una inversión de 80.000 USD entregados a ustedes en barbacoas; ellos saben que es para iniciar la idea de negocio con los aliados y que nuestro éxito depende de apoyar la esperanza”. Los primeros análisis de estos mensajes arrojan que Uriel estaría hablando presuntamente de la campaña de Andrés Arauz Galarza, exministro del Gobierno de Rafael Correa y candidato presidencial en Ecuador por el movimiento Centro Democrático y la plataforma UNES (Unión por la Esperanza). Arauz Galarza, de 35 años, es considerada la ficha del expresidente Correa para tratar de volver al poder, y va punteando en las encuestas. Los cálculos indican que en Ecuador habrá segunda vuelta.
Así mismo, las siglas MS harían referencia al logo de este último partido, que es una mariposa de varios colores. Estos supuestos aportes económicos del ELN a políticos ecuatorianos no solo serían parte de una estrategia de expansión internacional, sino que se harían pensando en futuras retribuciones.
En otro de los mensajes encriptados, se lee: “Te informo que ya tuvimos contacto con el emisario del candidato de MS, se aprovechó la reunión de la (IP) en febrero”. La IP a la que se hace referencia, de acuerdo con los análisis de inteligencia, es a la Internacional Progresista. Las autoridades tienen pruebas de que la operación del ELN en Ecuador fue coordinada directamente por Uriel y materializada por medio del frente comuneros del sur.
Esa comunicación concluye así: “Le comento que los camaradas de los comuneros confirmaron los detalles de la relación y participación con el MS, alianzas que se afianzaron durante nuestra participación en la Mesa de 2017, espacio que sirvió para mantener y afianzar nuestra estrategia de reconocimiento, que en su momento se esperaba fortalecer con nuestro amigo del Cinturón, pero que dio un viraje que mantendrá la línea según lo acordado”.
Para las autoridades colombianas, el “amigo del Cinturón” del que habla Uriel sería el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, quien estaba en el poder cuando se desarrollaron las conversaciones entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y el ELN en Quito, y las cuales llegaron a su fin con posesión del presidente Lenín Moreno. En medio de esos diálogos, según el análisis de los mensajes, el ELN habría aprovechado su presencia en Ecuador para tejer alianzas con movimientos políticos de izquierda en ese país.
SEMANA contactó al expresidente Rafael Correa, quien aseguró que todo se trata de una “patraña más”. Dijo que quieren frenar el triunfo del candidato Andrés Arauz Galarza, que nunca habló con Uriel y que a los negociadores del ELN los conoció cuando estuvieron en la mesa de negociación en Ecuador. “No sé quién es Uriel, no sé de qué me hablan. Cuando tenía claras opciones de ganar en Ecuador en 2006 sacaron que me financiaron las Farc… Es telenovela repetida, están desesperados porque van a ser derrotados el próximo 7 de febrero. Ya esperábamos una patraña así, no sabíamos por dónde iba a venir, pero sabíamos que iba a venir… Ya no saben qué decir ni qué hacer”, afirmó.
Al cierre de esta edición, el candidato Arauz Galarza no había respondido los mensajes.
En la carpeta de Ecuador, Uriel también guardaba audios. Uno de ellos llamó la atención de los investigadores. Allí, durante 28 minutos, se escucha la voz del exjefe guerrillero entregando un reporte al COCE sobre los negocios y posibles inversiones, como si se tratara de todo un financista. A partir del minuto 19, Uriel entra en detalles y cuenta una conversación que sostuvo con una tercera persona, al parecer ecuatoriana, sobre la necesidad de reclutar personas expertas en administración para ubicarlas en cargos claves del Gobierno en Quito. En uno de los apartes, así le relata a la cúpula del ELN lo que le dijo su amigo: “Correa un día me dijo listo, voy a crear el ministerio del Petróleo, entonces necesito este perfil, y sacó el perfil de la persona que necesitaban en lo técnico, dijo búsqueme en la izquierda alguien con este perfil que lo necesitamos, y el man decía hermano, eso fue hace más de diez años y hasta hoy no tengo el nombre todavía, o sea, no existe esa persona en la izquierda que sea capaz de ser el encargado de los petróleos”.
Pero el interés del ELN en Ecuador va más allá. En uno de los 23 teléfonos celulares incautados a Uriel, hay mensajes de ciudadanos ecuatorianos interesados en ingresar al ELN y hacer negocios. También hay un cruce de mensajes de WhatsApp entre Uriel y un hombre al que él identifica en su celular como Felipe Ecuador Domingo L. “Compa, hay un grupo muy importante de universitarios e indígenas que quieren ser adoctrinados (...) Sería muy bueno sembrar nuestra semilla rojinegra en tierras ecuatorianas”.
Hoy, el Gobierno colombiano mantiene estrechos lazos de cooperación contra el terrorismo con el Gobierno de Lenín Moreno. Tanto el presidente Iván Duque como él tienen clara la presencia de disidencias de las Farc, el ELN y bandas criminales en la frontera entre los dos países, donde aprovechan para dedicarse al narcotráfico y al secuestro. Las autoridades en Colombia temen que un eventual retorno de un Gobierno de izquierda populista en Ecuador llegue a entorpecer la lucha conjunta contra la criminalidad en la frontera, tal como ocurrió cuando las Farc tenían sus campamentos en esa zona.
¿Un secuestro en Argentina?
Otra carpeta encontrada entre los 2 millones de archivos de Uriel contiene información de alto valor sobre los intereses del ELN en Chile y Argentina, naciones donde tienen enlaces, a juicio de los mensajes encontrados. En uno de ellos, el exjefe de la guerrilla habla de planear crímenes para poder financiarse, y se refiere a la posibilidad de secuestrar a uno de los más altos ejecutivos de una multinacional de alimentos en Argentina, cuyo nombre SEMANA se abstiene de divulgar por razones de seguridad. Para ello, Uriel ofrece el envío de personal armado a territorio argentino para ejecutar labores de inteligencia y cometer el plagio. “Eso sí implica no solo una buena posibilidad económica, sino el impacto político”, le reporta Uriel al COCE.
“Además, nos tocaría cuadrar, en caso de retención, que uno de los líderes de allá se viniera para acá hasta que salga la negociación, que haríamos y recibiríamos acá; y, por otro lado, seguro nos tocaría enviar a alguien allá para participar (y tener veeduría) en el comando de cuido. En fin, le dije que sí nos interesaba, pero había que madurar más la idea”, agrega la comunicación. Mientras tanto, Uriel tenía un interés especial en seguir de cerca la protesta social en Chile, y mantenía comunicación permanente con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Uriel le comparte al COCE sus impresiones sobre lo que ocurre allí y lo que le dicen sus contactos en medio de la agitación que derivó en una reforma a la Constitución. “Es muy probable que la salida sea un nuevo pacto interburgués con la clase media, representada por los partidos de centro y del progresismo, además el PC como halador de bolas, que podría llegar incluso hasta la renuncia de Piñera si la rebelión nacional se extiende varios días más”, dice Uriel, quien se refiere al movimiento chileno como un movimiento continental.
“Estamos justamente en una coyuntura histórica de nuestros pueblos continentales que se movilizan y se empoderan como sujetos sociales, y también histórica para el cambio que se avecina a gran velocidad. Que la Pachamama ilumine la marcha de nuestros pueblos”, dice Uriel. SEMANA conoció que el Gobierno colombiano alertó en su momento al presidente Sebastián Piñera de la existencia del denominado plan Hermes del ELN, por medio del cual buscan expandirse en el continente, tratando de infiltrar los colectivos pacíficos de agitación social. El contacto entre la Casa de Nariño y el Palacio de la Moneda se dio en los días más convulsionados de las protestas que tuvieron lugar en Chile durante casi un año.
En la carpeta de Venezuela aparece una conversación con un hombre identificado como “Natalio”, a quien Uriel identifica como exfuncionario del Gobierno de Hugo Chávez. El mensaje habla de la posibilidad de que el ELN haga inversiones en ese país y le da instrucciones precisas para encriptar las conversaciones. Desde el Gobierno Chávez, los organismos de inteligencia en Colombia han logrado documentar la presencia de guerrilleros del ELN al otro lado de la frontera, ahora protegidos por el régimen de Nicolás Maduro. Esta misma situación se dio con las Farc y se cree que los jefes de las disidencias, como Iván Márquez y Jesús Santrich, se esconden en ese país y gozan de la misma protección.
Los medios reconocieron inicialmente a Uriel por sus extravagancias y su presencia permanente en las redes sociales. Sus comunicados de prensa siempre traían un número telefónico y él mismo respondía los mensajes. Sin embargo, la inteligencia colombiana le venía siguiendo la pista desde hace mucho tiempo, especialmente luego de que se adjudicó el atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes General Santander, en enero de 2019, en el que 22 cadetes murieron asesinados. La última vez que se supo de Uriel fue cuando envió un mensaje asegurando que había estado detrás de los violentos desórdenes que dejaron 13 muertos y 60 CAI destruidos en Bogotá, en septiembre del año pasado. Pero lo que no se sabía era el alcance internacional de Uriel y sus contactos en diferentes países de América Latina y Europa. Realmente, él desempeñaba funciones como si se tratara de una especie de canciller del ELN. Por ejemplo, en la carpeta de Brasil, aparece una respuesta suya a una comunicación que recibió de un hombre identificado como Matheus. En ella, Uriel le agradece por querer formar parte de la “lucha revolucionaria” y le manda instrucciones claras para que participe del plan de expansión del ELN en ese país.
“Nosotros estamos desarrollando una iniciativa de formación para las personas que están lejos, con las que solo tenemos contacto a través de redes, llamada Colectivos Virtuales de Estudio y Trabajo Revolucionarios (CVETR)”, le dice Uriel a Matheus. Luego le señala: “Nos gustaría que nos explicase un poco más, y con algo más de profundidad, la lectura que usted tiene de la situación en su país. Por ejemplo, nosotros no sabemos de las siglas que usted menciona en su correo, así que nos gustaría que nos contara de la UJC y del PCB; y también del Partido Comunista. ¿Cómo funciona? ¿Bajo qué lógicas?”. Y, finalmente, le pregunta para dónde va Brasil con Bolsonaro y le dice que le enviará un tutorial para encriptar los mensajes y tener una “comunicación segura”.
En la carpeta de Brasil también hay una conversación de WhatsApp con un hombre identificado como Luciano Mariano, a quien le envía un audio con claridades sobre el paro armado que adelantó el ELN en febrero de 2020. El brasileño contacta a Uriel buscando ser reclutado por la guerrilla. Las autoridades detectaron que Uriel ya tenía armado un sistema para recibir solicitudes de ingreso al ELN de otros países como Guatemala.
Entre sus archivos hay una carta que le envía Juan Jacobo, quien dice ser estudiante, trabajador e indígena. “Actualmente habemos (sic) muchos jóvenes organizados que estamos a casi nada de volver a rebelarnos por la vía que ustedes sostienen, debido a las condiciones en las que el sistema capitalista nos somete a vivir”, le dice Juan Jacobo a Uriel.
Así mismo, hay comunicaciones con Honduras y se plantea la posibilidad de establecer una relación directa con ese país. En los archivos de Uriel también existe un informe detallado de la agenda nacional e internacional del ELN en Europa, Estados Unidos, Canadá, Cuba y Colombia entre 2018 y 2019. Hay registro de foros, entrevistas con medios europeos y encuentros en París del frente internacional “para preparar el trabajo de masas en Europa con incidencia en Colombia”. Y se precisa hasta el enfoque de los mensajes claves que ese grupo quiere transmitir en las entrevistas: “Primero, que el conflicto en Colombia sigue, y segundo, que hay que tomar en cuenta la posición del ELN y el trabajo que dicha guerrilla cumple en los territorios sin presencia del Estado”.
Otro objetivo que se trazaron en 2018 fue el “trabajo de masas, hacer (re) conocer al ELN internacionalmente, ya que en Europa el proceso de paz en Colombia se reduce a los acuerdos con las Farc”. Si hay una meta clara, según los archivos de Uriel, es llegarle a los jóvenes. En esa bitácora internacional se lee que hay un encuentro con 400 muchachos en Suiza, el 18 de abril de 2018, en la Universidad de Lausanne, y se señala que uno de los objetivos del evento es “suscitar interés frente al ELN”. Entre las actividades, hay varias para discutir el tema de las mujeres y de las minorías.
El 2 de mayo de 2019 programaron una ponencia en la Universidad de Neuchâtel (Suiza), bajo la siguiente descripción: “Antropología jurídica: cuando la guerrilla juega el papel del Estado. Presentación sobre la forma del ELN de establecer orden social y jurídico donde no hay presencia del Estado. Presentes cerca de 35 personas”. De nuevo, el objetivo es hacer trabajo de masas y generar interés frente al ELN.
Con la caída de Uriel, la guerrilla del ELN se quedó sin su principal agitador y vocero mediático, y sin su punta de lanza internacional. Uriel representaba casi un relevo generacional en un grupo terrorista en el que sus principales comandantes, como Gabino, Antonio García y Pablo Beltrán, siguen dando órdenes, aunque mantienen un bajo perfil ante los medios de comunicación y son personas de la tercera edad.
Hoy, el Gobierno colombiano enfrenta una tensa situación diplomática con Cuba por cuenta de la presencia de los jefes del ELN en La Habana, pese al rompimiento de los diálogos de paz tras el atentado en la Escuela General Santander. Duque los ha pedido en extradición, pero la isla se ha negado a hacerlo, bajo el argumento de que debe cumplir unos protocolos acordados durante el Gobierno Santos ante una eventual ruptura en las negociaciones. Dicho acuerdo contemplaba el regreso de los comandantes al país, con el acompañamiento de la Cruz Roja Internacional, y un plazo de 72 horas para que regresaran al monte.
Los computadores de Uriel se suman a otros similares incautados por la Fuerza Pública, como los de Raúl Reyes, Jorge 40 y el Mono Jojoy. El desafío para la Justicia estará en desentrañar todos los archivos y evitar que lo que allí se dice quede en nada, como ha ocurrido en el pasado en otros episodios. En tanto se trata de millones de archivos, la tormenta por los secretos de Uriel apenas empieza.
Los negocios de Uriel
Uriel también le hizo saber a los miembros del COCE la necesidad de que el ELN concretara planes de inversión, no solamente en Colombia, sino en otros países. En uno de los apartes de sus grabaciones, Uriel habla sobre la posibilidad de iniciar un fondo de inversiones con una cuota inicial de 200 millones. También habla de unos terrenos que, según sus palabras, están “frente a nosotros”, y la urgencia de crear un consorcio “para poder entrar a maniobrar esos diferentes terrenos y mejorarlos, etcétera”.
Uriel le propone al COCE un negocio con tinte internacional. “Invirtamos como proyecto económico de masas a un surtidor particular de China... para ponerlo al servicio de la misma organización”, les escribe y les da detalles de la operación. “Eso es una inversión, eso es casi hacer logística; una parte del producto saldrá al público en general, pero una parte será para nosotros mismos… Pero si les vamos a pagar a terceros para que se ganen eso, pues que sea una inversión de masas y nos ganemos eso, como un negocio particular”.
En concreto, Uriel se refiere a una compra de pilas de litio para radios y equipos de comunicación. “Compro en China un lote y esa intermediación nos la podemos ganar”, afirma. Así mismo, se refiere a la compra directa de chapuzas (donde se cargan pistolas y revólveres), por medio de una empresa legal que tiene Cámara de Comercio y sus papeles al día para que se vea como un negocio lícito.
En un audio, Uriel también cuestiona a Cuba, Rusia y China, y habla bien de Irán, por cuenta de unas becas. “Precisamente ese compa con el que hablamos nos ofrece becas, hay un acercamiento; el man dice el que quiera hacer algo en este momento que no cuente con Irán no va a hacer un culo, o sea, ese es el polo de apoyo; o sea, Cuba es muy bonito y vacano (sic) y en el corazón, pero no tiene capacidad de apoyar nada. Rusia no apoya un culo, China ni se diga; dice Irán está con las puertas abiertas”, señala Uriel. “La idea es que ellos están muy abiertos, entonces dan becas para todas las carreras y a todo el nivel de posgrado, magíster, de todo, y es beca full, o sea todo el estudio, la habitación, la alimentación, el vestido... Dan una liguita ahí como para tener, unas tarjetas de llamadas y no me acuerdo si dan los viáticos cada dos años para visitar la familia, no me acuerdo, pero entonces es con todo, pues, el compromiso es que la gente que vaya cumpla, o sea, que esté todo el tiempo y cumpla. Eso sí, allá con el trago a metros y con las drogas a metrísimos, o sea, da pena de muerte, es más bravo que en China”, asegura Uriel.