La polémica por cuenta del escándalo de Carlos Mattos no para. SEMANA conoció un documento que demuestra que el empresario, famoso por el caso Hyundai, hizo una millonaria donación específicamente al Partido de La U en plena campaña de reelección del entonces presidente Juan Manuel Santos.
Cabe recordar que le terminaron dando aval a Santos. El certificado de la donación está firmado por Eudes Gómez Walteros, revisor fiscal y está fechado el 14 de octubre de 2014, pero la donación “se hizo el 10 de junio” del mismo año.
Según queda certificado en el documento, el Partido de La U confirma que fue recibida la donación de $400 millones de pesos mediante transferencia electrónica en la cuenta corriente número 233092489 de Banco de Occidente el 10 de junio por parte de Hyundai Colombia Automotriz S.A. con Nit: 800.173.557-4.
Cabe señalar que la Fiscalía llegó hasta la oficina en donde Mattos fue grabado ingresando y en la diligencia de allanamiento encontraron múltiple información y millones de pesos en efectivo.
En el allanamiento se habrían encontrado documentos de la donaciones al Partido de La U que los investigadores deberán determinar si llegaron o no a la campaña Santos Presidente o a otros partidos y aspirantes políticos. Y, de igual manera, si el dinero fue reportado oficialmente en las cuentas.
Nota: en el momento de hacer estas donaciones, Mattos aún no estaba involucrado en el proceso judicial que hoy lo tiene preso.
El Partido de La U señala que “todos los ingresos por donaciones en dinero son depositados en las cuentas que para tal efecto tiene el Partido Social de Unidad Nacional, Partido de La U, en las entidades financieras del país que están debidamente autorizadas” y agregan que “el producto de la donación se invertirá exclusivamente en territorio nacional”.
Lo interesante es que señalan que esos 400 millones de pesos serían invertidos en el desarrollo del objeto social del partido.
En cuanto al escándalo de Carlos Mattos que lo puso otra vez en el ojo del huracán, el caso surge luego de que el pasado 25 de febrero el empresario recibiera un permiso para ser trasladado a un centro médico ubicado en la calle 50 con carrera 13, en Bogotá, para un procedimiento y una valoración oftalmológica. En el documento, firmado por el entonces director de custodia y vigilancia del Inpec, teniente coronel Joaquín Darío Medrano Muñoz, se advertía que Mattos debía ser regresado de “forma inmediata” a la cárcel La Picota.
Mattos salió de la cárcel ubicada en el sur de Bogotá, pero con un destino diferente. La camioneta del Inpec que lo trasladaba lo llevó directamente a la calle 101 con carrera 19. Tranquilamente, el vehículo entró al parqueadero de un edificio de oficinas.
Cabe recordar que Mattos, asesorado por su defensa, se comprometió a pagar una indemnización de dos millones de dólares a la Fiscalía General y a la Rama Judicial por los daños y perjuicios causados con su acción.
Este proceso está relacionado con 100 millones de pesos que le habría enviado Mattos en una caja de zapatos a la jueza 16 civil municipal de Bogotá (quien ya fue condenada tras aceptar cargos), y quien dejó en firme las medidas cautelares que beneficiaron al entonces presidente de la empresa encargada de vender los vehículos de Hyundai en Colombia.
Mattos, quien fue extraditado de España el pasado 18 de noviembre, enfrenta otro proceso penal por los delitos de utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático. Este proceso se reactivará en mayo y se espera que Mattos también reconozca su participación mediante la firma del preacuerdo, acuerde el pago de una indemnización para las víctimas reconocidas y presente excusas públicas.
Caso Hyundai
El caso arrancó como una disputa civil por la comercialización de los vehículos Hyundai en Colombia, en la que Carlos Mattos insistía en tener la representación legal. En ese momento, según la Fiscalía, el señor Mattos logró que funcionarios judiciales y abogados se orquestaran para conseguir que el reparto de una demanda terminara en manos de un juez específico.
El proceso de investigación de las autoridades permitió identificar que el plan funcionó y la demanda quedó en manos del juez que —finalmente— tendría, según la Fiscalía, que fallar a favor de Mattos. Esa estrategia criminal incluyó sobornos a funcionarios judiciales y la manipulación del sistema de reparto en los juzgados civiles de Bogotá.
No obstante, el proceso va más allá y un juez, un oficial mayor de juzgado, ingenieros de la rama judicial y abogados terminaron capturados y, al final, los reflectores apuntaron a Carlos Mattos. La Fiscalía obtuvo órdenes de captura en su contra y se solicitó su extradición de España.
En marzo, el Ministerio de Justicia le envió una carta a la Cancillería en la que pide más información sobre el caso de Carlos Mattos y los motivos bajo los cuales se ampara su solicitud de extradición. El motivo es que, aunque Mattos es investigado por tres delitos en Colombia, la petición a España solo plantea uno, lo que podría afectar su proceso e incluso que en el país solo se le pueda juzgar por cohecho. Es decir, existía el riesgo de ser juzgado solo por un delito.