“Quiero decir la verdad, contar la verdad de todo lo que pasó. Yo ando prófugo de la justicia acá (en Haití) porque acá no hay garantías de nada. Acá la Policía es torcida toda. Acá no hay nada. Esto es tierra de nadie. Entonces me he salvado por mi color de piel, he estado escondiéndome en algunos sitios todo el día, no duermo casi, estoy muy preocupado por mi vida... En cuanto al asesinato del señor presidente, no sé quién lo mató. Lo digo de corazón por mi familia, por mis hijos. No sé quién lo mató porque cuando yo llegué a esa habitación ya estaban los comandos Yepes y el señor Romero; ya había fallecido y otros comandos, el señor Pipe, ya estaban en la habitación junto con él. Ellos dijeron ‘él es y está muerto’, pero no dijeron si ellos lo mataron. Ahora ellos están allá en la cárcel tratando de salvar su pellejo y les están echando la culpa a los muertos y a mí, que estoy prófugo... Entonces ellos están salvando su pellejo allá a costillas de los que no estamos presos”.