Las contundentes declaraciones de María Alejandra Benavides, exasesora del Ministerio de Hacienda, resultan comprometedoras. SEMANA revela nuevos audios que no solo ratifican el direccionamiento de contratos, sino que también dejan en claro que este millonario presupuesto entregado a dedo habría tenido como finalidad financiar las campañas para las elecciones regionales, en octubre de 2023.
El acuerdo corrupto no habría sido planeado a la ligera. Había claridad de que, por tratarse de dinero para financiar las campañas, no podía entregarse a través de la nueva asignación de contratos, sino que resultaba necesario hacer millonarias adiciones porque estaba en vigencia la Ley de Garantías Electorales.
“En el otro lado, Velasco, cuando se acercaban en octubre las elecciones regionales, tengo entendido que Juan José (directivo de Invías) fue quien les comunicó a varios congresistas, porque ellos también lo buscaban a él, que había que cambiar los cupos indicativos que le habían pasado inicialmente por adiciones, porque por la Ley de Garantías no se podía hacer algo nuevo, solo se podían sacar adiciones. Por eso, en el cuadro, en el segundo cuadro, dicen tanto adiciones. En ese momento, yo le digo al ministro que está pasando eso paralelamente, el ministro me dice: ‘Reciben (...) adiciones’”, confesó Benavides.
Benavides señaló al exministro del Interior Luis Fernando Velasco, quien en la génesis de este escándalo dijo en la plenaria del Senado que nunca había comprado a un congresista. En los últimos días, con las nuevas revelaciones, ha guardado silencio. La necesidad de lograr el respaldo parlamentario a cambio de presupuesto de la UNGRD era tan claro, según Benavides, que hasta Velasco estaba buscando cómo lograrlo.
“El ministro Velasco también estaba sugiriendo que se buscara otro camino, y él también me estaba diciendo que era vía Unidad de Gestión de Riesgo (…); como Juan José (directivo de Invías) se demoraba tanto, porque creo que tenía otras obligaciones, porque él tenía un cargo ahí en Invías, y no corría tanto (…) respecto a lo que el ministro le decía. Él respondía cuando podía y tenía reuniones”, manifestó Benavides.
Asimismo, salpicó al representante a la Cámara Wadith Manzur con presiones y obras para beneficiar, al parecer, a congresistas. “(Este Wadith Manzur) me dice a mí, presiona (…) por la Unidad Parlamentaria, que le diga al ministro que ese camino lo estoy siguiendo. Entonces que saque eso (…), y que de la Unidad de Gestión del Riesgo, y por ahí se empieza (errores)… Wadith Manzur, y hay un chat, el 8 de noviembre, que se nos fue, que es cuando yo estoy brava con él, pero no quiero ser imprecisa respecto al chat; en este objetivo yo le pregunté al ministro de la Unidad de Gestión del Riesgo, fue porque tú me lo pediste, pero el ministro Velasco también estaba sugiriendo”.
Benavides, quien responde ante la Fiscalía por el saqueo en la UNGRD, resultó de asistente del entonces ministro Ricardo Bonilla porque, al parecer, quien ocupaba ese cargo, Andrea Ramírez, estaba de licencia de maternidad y le tocó a ella asumir ese cargo y acatar las directrices. Pero las órdenes no vendrían solo del ministro. Pese a estar de licencia, Ramírez hacía seguimiento a cada detalle y direccionaba a Benavides.
“De esas vacunas para darles a los recién nacidos, para que yo pueda seguir yendo a la casa de ella o hablar con ella, a hablar con ella de esos temas. Ella no quiere soltar la oficina porque es que lleva años allí, años, no les digo, ella (…) tenía un asesor 18 y en el Ministerio de Hacienda solo existen tres asesores 18″, se escucha en la declaración de la Benavides.
Las órdenes —al parecer— eran claras, y de esto, según se escucha, Benavides habría entregado tablas y chats con las instrucciones recibidas.
“Ella sigue tomando las decisiones y hay chats en los que ella dice, me pregunta, me dice, ¿sabe que tiene los fijos? Yo, sí, señora. ¿Ella sabe que tiene los fijos? Sí, señora. Yo lo reportaba todo (…) al ministro. Ella sabía que yo me reunía con Andrea y cuando (…) Andrea lo tenía claro, Andrea decía que estaba en vacaciones, y decía que estaba teniendo un hijo y que por eso no sabía nada, pero eso es mentira. Yo tuve reuniones con Andrea y ella era la que me decía eso; lógicamente, va este, escoge este, este, esos son los que tú tienes que escoger”, se escucha en el revelador audio.
Y agregó cómo Ramírez, quien llevaba años trabajando en el Ministerio de Hacienda, conocía muy bien a los congresistas que —al parecer— formaron parte de este esquema corrupto: “Eso lo conocía a ella, ella sabía cómo votaba, ella es amiga de ellos, sé (…) que estuvieron en su matrimonio, sé que le ofrecieron viajes, sabía que le habían ofrecido ese tipo de cosas”.
Benavides se refirió también a la priorización de obras en los municipios PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial). “Recuerdo que el ministro tenía un afán de sacar lo que fuera en municipios PDET, todo lo que fuera en regiones del país. Eso se dio por la coyuntura en la que Laura Sarabia sacó un tuit en el que decía que se tenía que hacer una priorización en (los proyectos) PDET y en las áreas PDET (…), lo voy a sacar (según Velasco). Después de esta, se va con el ministro (…) y ordena pasarle a Juan José sus elecciones, eso lo hicimos en una reunión en un Juan Valdez que hay en el Ministerio de Hacienda, específicamente, en casa (…). Yo me senté con él y le dije esto, esto, esto, estoy tan segura”.
Y la articulación justamente se habría dado en las regiones, con los mandatarios locales: “Después de esto él me decía: ‘¿Qué hago con los otros? (...) Con los otros a los que no les ha salido’. Y yo le dije: ‘¿Cómo les das manejo?’. Y me dijo: ‘Lo que yo puedo hacer es empezar a llamar alcaldes y empezar a pedirles la información técnica que se necesita para que sus vías salgan en el otro año’”.
Son muchas las pruebas que presentó Benavides acompañadas de su explosiva declaración. Ahora, es cuestión de la Fiscalía y las autoridades proteger a esta testigo que ya se acercó con la voluntad de llegar a un acuerdo para obtener beneficios jurídicos.