Los casos de cuerpos embolsados en Bogotá revelaron detalles escalofriantes que se conocen a través de la investigación de la Fiscalía. Pero que un teniente de la Policía esté vinculado parece el capítulo de una historia de traición, así lo conoció SEMANA: un uniformado resultó ser aliado del temido Tren de Aragua.
En el marco de las investigaciones que se adelantan contra esa organización criminal, señalada de los casos de personas secuestradas, torturadas y asesinadas, cuyos cuerpos terminan embolsados y en las esquinas de Bogotá, junto a la basura, se detalla una peligrosa alianza entre la ley y el crimen. Un teniente de la Policía, comandante en un CAI de la localidad de Kennedy, era socio de los asesinos.
La Fiscalía y la misma Policía han entregado importantes resultados en materia del esclarecimiento de los casos de cuerpos embolsados en Bogotá. Justamente, se conoció la captura de Los Maracuchos, de la gente de ‘Satanás’ e, incluso, de integrantes del llamado Tren de Aragua, pero que hubiera un policía, un oficial, vinculado a los casos de asesinatos y extorsiones a nombre de un grupo de homicidas, resultó insólito.
Los propios investigadores a cargo del proceso terminaron sorprendidos con las declaraciones que entregaron integrantes de esa organización criminal, que apuntaban justamente a la complicidad que tendría el teniente comandante del CAI Caldas en la localidad de Kennedy, en las actividades delictivas, no solo de tráfico de estupefacientes y extorsiones, sino en los casos de homicidio que tanto impactaron a la ciudad.
SEMANA reveló incluso cómo el Tren de Aragua amenazaba a los policías de la localidad de Kennedy, principalmente en el sector conocido como La 38, donde estaba ubicado el llamado Hotel Negro, centro de secuestro, tortura y asesinato a nombre de ese grupo de delincuentes de origen venezolano, pero que logró enquistarse en la ciudad de Bogotá.
La información que tienen los investigadores y que conoció SEMANA indica que el teniente, cuyo nombre este medio se reserva, entregaba información importante a la organización criminal para adelantar sus actividades delictivas en la jurisdicción que tenía por competencia vigilar y donde la comunidad, incluso sus propios compañeros en la Policía le confiaron como comandante del CAI.
Justamente, en esa zona -tras las investigaciones de la Fiscalía y de la misma Policía- se identificaron varios sitios como escenarios de torturas y asesinatos. En esas casas, los cuerpos de las víctimas eran metidos en bolsas, sacados en bicitaxis o carretas de reciclaje para arrojarlos en las esquinas de la misma localidad como un mensaje de intimidación a otras organizaciones criminales y una forma de deshacerse de la evidencia.
El Hotel Negro
En esa localidad, SEMANA logró conocer el Hotel Negro, un espacio de terror donde el Tren de Aragua asesinó e incluso desmembró a sus víctimas, la mayoría integrantes de otras organizaciones criminales y que se convirtieron en un problema para sus intereses en el tráfico estupefacientes. Muy cerca de este lugar también estaba una casa donde la misma organización asesinó a otras personas que por error terminaron en medio de un enfrentamiento con los delincuentes.
Las declaraciones de los testigos son estremecedoras. Cuentan cómo secuestraban a las víctimas y las llevaban a esos centros de tortura. Incluso dejan en video las torturas como un ejemplo de su crueldad y el absoluto desprecio por la vida. Esos materiales luego se convirtieron en la evidencia para judicializar a los responsables.
El teniente será presentado ante un juez de control de garantías para imputar cargos y explicar el material probatorio que tienen en contra de este uniformado, tristemente señalado de ayudar al Tren de Aragua. Por supuesto, solicitarán una medida de aseguramiento en centro carcelario.