Un nuevo hecho de posible corrupción vuelve a salpicar a la Alcaldía de Bogotá después de las graves denuncias presentadas en contra de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, UAESP, que terminó ocasionando la renuncia de su directora Luz Amanda Camacho, quien dio un paso al costado para defenderse de las acusaciones.
Esta vez la entidad, bajo la lupa y los cuestionamientos, es la Secretaría Distrital de Salud por posibles irregularidades en la compra de furgones que se habrían hecho pasar como ambulancias tras una millonaria inversión de 36.000 millones de pesos.
De hecho, la propia Procuraduría General de la Nación abrió una indagación a la Secretaría de Salud por la compra de estos vehículos para prestar el servicio de ambulancia, sin cumplir con los estándares técnicos necesarios para atender una situación médica de urgencia.
El Ministerio Público requirió información sobre los contratos celebrados desde el año 2020 para adquirir ambulancias o vehículos para acondicionarlos y, sobre los funcionarios de la Alcaldía Mayor de Bogotá que participaron en la etapa precontractual, celebración, ejecución y liquidación de estos.
La indagación previa abierta por el ente disciplinario busca identificar los servidores públicos que participaron en la compra de los vehículos -ambulancias-, al parecer, sin cumplir con las exigencias establecidas en la norma técnica para prestar ese servicio.
La apertura de esta investigación por parte de la Procuraduría se da luego de las denuncias que hizo frente a este tema en diciembre del año anterior la concejal de Bogotá por el partido Centro Democrático, Diana Diago, en el marco de un debate de control político en el cabildo distrital.
En diálogo con SEMANA, la concejal Diago explicó cuáles son las presuntas irregularidades que hay detrás de este contrato.
“Las ambulancias se tienen que regir con unas normas técnicas del Icontec, pero resulta que las ambulancias que fueron compradas por la Secretaría de Salud en realidad serían furgones, ni su chasis, ni su suspensión son aptos para llevar pacientes, estos carros son aptos es para llevar carga, pero no seres humanos”, señaló la concejal Diago.
En ese sentido, de acuerdo con la cabildante, las consecuencias para los pacientes podrían ser traumáticas. “Cuando estos vehículos toman velocidad, los pacientes se vuelcan fácilmente porque su suspensión es muy rígida, además estos vehículos no tienen la capacidad de poder contar con sirenas, ni tienen la parte eléctrica para poder conectar el desfibrilador ni todo el equipo médico que se requiere”, agregó.
Esta falta de capacidad eléctrica en estas “ambulancias” estaría descargando las baterías. “¿Cuánto debe gastar entonces Bogotá en todos estas baterías?”, cuestionó Diago.
Como si fuera poco, estas ambulancias tampoco cumplirían con la comunicación que tiene que tener la tripulación médica con el conductor. “Como estos vehículos en realidad son furgones, hay una distancia entre cada cabina”, dijo Diago.
La compra de estos vehículos se hizo por Colombia Compra Eficiente y no se entiende por qué se hizo sin las especificaciones técnicas que se requerían. “Compraron 150 ambulancias, pero solamente se han entregado 105″, subrayó Diago.
La concejal del Centro Democrático aportó además relatos de tripulantes médicos de algunas de estas ambulancias que confirman las irregularidades en la parte técnica de estos vehículos.
“Una persona que tenga una fractura de cadera terminará lesionada y con mucho dolor cuando la lleven en esas ambulancias. El vehículo salta mucho, incluso en vías pavimentadas”, afirmó uno de ellos.
Según profesionales de mecánica automotriz, los camiones NHR están diseñados para transportar más de dos toneladas de peso. En ese orden de ideas, si el peso es menor al indicado “la suspensión de los vehículos no es apta para trasladar a los pacientes”.
Ante todas estas denuncias y luego de la apertura de la investigación por parte de la Procuraduría, la concejal Diago pidió la renuncia inmediata del secretario de Salud, Alejandro Gómez.
“Señora alcaldesa Claudia López, ¿Dónde quedaron las banderas anticorrupción? Bogotá va de escándalo en escándalo de presunta corrupción?”, comentó Diago.
En la misiva, Diago señala lo siguiente: “le exijo que tome las medidas pertinentes de manera urgente, para identificar responsables y detener las presuntas irregularidades que se vienen presentando en esta entidad. En este sentido, pido a usted que solicite la renuncia del Secretario de Salud, Alejandro Gómez, así como de todos los funcionarios involucrados en los procesos de contratación previamente mencionados”.
De momento, ni la Secretaría de Salud, ni el secretario Alejandro Gómez, ni la alcaldesa Claudia López se han pronunciado al respecto.